Mis alas detuvieron su agitar para dejarme apoyado con suavidad sobre el muro de piedra, el cual, ahora estaba cubierto casi en su totalidad por musgo y enredaderas combinando con la corroída casa que se mostraba en frente, ambos víctimas del paso del tiempo y el abandono.
Tras un suspiro que pretendía dejar ir los recuerdos que emanaban de aquel lugar, descendí hasta tocar el suelo con mis pies y entré a la casa ya haciéndome una idea de lo que encontraría allí.
–Supuse que estarías aquí– Dije tratando de que mi voz no se quebrara en el transcurso de las palabras y al presenciar su estado, aún peor, del que había predicho.
Él no pareció sorprendido por mi voz, al contrario, formó una leve sonrisa que me daba a entender que esperaba mi visita. Estaba apoyado casi en su totalidad sobre el suelo y la pared que era la que, probablemente, lo detenía de estar completamente sobre el suelo, tenía rastros de sangre sobre su ropa y, donde alguna vez se irguieron unas orgullosas alas tan blancas como la nieve, ahora solo quedaba el despojo de un par de plumas negras.
Abrió los ojos con lentitud, dejando a la luz el color ahora apagado de sus ojos, y los dirigió hasta mí con gran esfuerzo, como si cada leve movimiento le costara un enorme dolor que no podía imaginarme.
–¿Luzco tan mal, Tsukishima?– Me preguntó con un deje divertido en la voz que me hizo consciente de la expresión que debía tener en esos momentos producto de su imagen.
–Si...–Respondí de forma directa pero con una pausa de indecisión previa.
–Tan directo como siempre– Dijo acentuando la sonrisa del principio–. ¿Qué hay de Kuroo?
Desvié la vista incapaz de seguir manteniéndole la mirada tan humana que me estaba mostrando y suspiré con cierto aire de fingida exasperación.
–Hicimos una especie de trato, él se encargaría de vigilar a Bokuto Kotarou mientras yo me encargaba de buscarte– Dije a sabiendas que no le podría ocultar nada al que, alguna vez, fue uno de los ángeles con mayor capacidad de leer los pensamientos y emociones.
–Ya veo...–Prácticamente susurró bajando la mirada– ¿Cómo...cómo está él?
Apreté los puños preparándome para decir las palabras que ya había formulado en mi mente mientras pensaba en los posibles lugares en los que podría estar. Era curioso, después de todo, Akaashi-san era una de las personas más inteligentes y astutas que conocía pero, siempre que se trataba de aquel joven de ojos ámbar, se volvía predecible e incluso descuidado, por eso no me fue difícil adivinar que se encontraba en el lugar donde, técnicamente, todo había comenzado, donde Tetsuro y yo habíamos empezado a notar el cambio en su mirada y donde, al parecer, quería acabar con todo.
–Hay algo que tienes que saber– Dije tragando pesado y volviendo a obtener la atención de sus ojos– El día del juicio hubo una parte que pasó desapercibida para todos, tanto para ti que estabas cayendo al mundo terrenal como para los que no...no tenían aprecio por los humanos– Agregué algo avergonzado por mis propias acciones y palabras del pasado, las que también tuvieron su cuota de influencia en todo lo que había pasado, en el hecho de que me cegué por mis propios ideales y no fui capaz de ver lo más importante: ayudar a mi preciado amigo.
–¿Tsukishima?– Me llamó al ver que no continuaba con mis palabras.
–"Una misma condena caerá sobre el humano que se atreva a ignorar los límites de lo sobrenatural..."– Empecé a decir mientras veía como sus ojos se abrían en una mezcla de confusión y miedo que me encogió el corazón– "Él no puede enamorarse, porque en el momento en que entregue por completo su alma y corazón al ángel condenado, entonces estará destinado a morir en la agonía de sus propios sentimientos, sintiendo lo mismo que su contraparte...hasta que alguno de los dos caiga al infierno primero o ambos perezcan al mismo tiempo"
El silencio se instaló en la habitación mientras mantenía mis ojos cerrados en un vano intento de contener las emociones que brotaban producto de la empatía, poniéndome por unos momentos en una situación similar, donde todo esté en mi contra y mi propia naturaleza me impida seguir sosteniendo la mano que con tanto recelo quiero mantener a mi lado.
Angelito...
Abrí los ojos encontrándome con su mirada fija en un pequeño objeto, en el que no había caído antes, y que mantenía sujeto entre sus manos que temblaban casi imperceptiblemente. Se trataba de una figurita de un ángel apoyado encima de una nube, sonriendo con una expresión de paz casi envidiable.
–Tsukishima ¿puedo pedirte un favor?– Dijo tan de repente que no pude evitar sobresaltarme, siendo observado por un tenue brillo de determinación en sus ojos grisáceos.
A través de sus iris pude verme a mí mismo dudando de sus acciones cuando su mirada se perdía en aquel pequeño de hebras bicolor, cuando en una acción egoísta ignoré las opiniones de Tetsuro y había pedido a los arcángeles la facultad de acabar con el hilo de vida del humano que estaba "corrompiendo" a mi amigo y, finalmente, cuando en un arrebato había contado todo lo sucedido aquella sombría noche, donde me había enterado que interfirió en el tiempo humano para salvar de la muerte al joven que, como un terco, no había creído que amaba.
–Si– Dije automáticamente sin ni siquiera saborear mis palabras.
Fue por mi culpa, por eso ahora está sufriendo, ni siquiera haber rogado por su perdón a los arcángeles pudo calmar el remordimiento de conciencia...si hay algo que pueda hacer...lo que sea...
Escuché el sonido de sus pasos llegar dificultosamente hasta mí y, luego, sus manos apoyarse en las mías como lo hizo cuando me prometió no delatar mi relación con Tetsuro frente a los arcángeles. Sentí un tacto frío acomodarse en la punta de mis dedos mientras mis manos eran guiadas hasta su garganta.
Podía ver mi reflejo titubeante frente a la daga con la que un día intenté matar a su amado, en tanto una sonrisa triste se acomodaba en sus labios.
–Tsukishima...mátame, por favor.
¡Hola, hola! Nuevo cap! 🎉 les dije que les tendría actu pronto, es que siempre me inspiro cuando viajo xD
Espero les haya gustado, el final ya está cerca :S
Agradezco sus bellos comentarios que me motivan mucho a escribir en especial cuando la inspiración me abandona 😭❤️
Saludillos y ¡nos leemos! 💕

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Bendita condena
FanfictionBokuto Kotarou y Akaashi Keiji estaban destinados a encontrarse, destinados a vivir un amor tan puro como el cielo y una endemoniada condena que los arrastraría al infierno. Los personajes son de exclusiva pertenencia a Haruichi Furudate-sensei. La...