La amante.

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-Cassidey, la chica nueva, esta esperando en tu oficina.- dijo mi secretaria y luego se marcho.

-¿permites que tus empleadas te traten por tu nombre?- preguntó Emily la chica nueva.

-claro, más que empleadas son las que me ayudan a levantar el barco y eso las convierte en mis amigas.

-¿dices que eres amigas de todo el edificio?-preguntó aquella morena, debería odiarla por meterse en mi relación, pero nunca fui buena en ello.

-algo así. Bien, hablemos de tu empleo. ¿cómo llegaste a nosotros?

-ustedes llamaron.- "cierto", concentrate.

-porque enviaste currículum obviamente. ¿Experiencia?

-claro, he trabajado en la parte contable de dos empresas conocidas de new york, Microsoft y Apple

-grandes empresas, sólo le dan lugar a los de universidades importantes.

-fui una cerebrito.- miro en mi escritorio y preguntó.- ¿tu esposo? -como si no supiera, ahora tenía más ganas de ahorcarla.

-si, dos hijos hermosos.-le sonreí tan cínicamente como lo era ella.

-donde los tuviste que no se te notan.- dijo recorriendo con la mirada mi cuerpo, traía un vestido rojo muy ceñido al cuerpo, dejaba ver mi escote y marcaba mi trasero.

-¿es un cumplido?- pregunte acercandome a ella y le sentí ponerse incómoda.

-si, algo asi.

-bueno, nos fuimos del tema. Ya había revisado tu currículum y estas apta.¡Felicidades eres la nueva contable!.

-gracias- antes de que terminara mi esposo apareció en la sala.

-Hola amor, aprovechó de presentarte a la nueva contable.- decir que casi le da un ataque es poco para su reacción, sin embargo ella estaba muy tranquila.

-bueno... me voy, un gustó conocerlo-se dirigío a mi marido.- ¿cuando comienzo?-esta vez era para mi.

-mañana mismo.

-okey, gracias.- se marchó luego de eso.

-amor, ¿estas segura?, no parecía saber mucho y...

-amor la viste unos segundos, no puedes decir eso.

-pero...

-tengo reunión ahora, deberás ir por los niños.

-okey.

Sonreí victoriosa al salir de la sala, le había puesto una trampa y verlo asi de incómodo me encantaba porque cuando llegara el momento preciso acabaría con toda esta farsa.

Al otro día.

-señorita Cassidey, me mostraría mi lugar de trabajo. Ayer llegó su marido y no alcanzamos ese paso.

-por supuesto Emily pero llámame Cassidey.

-mm..bueno.

Tomamos el ascensor hasta el piso diez y la lleve hasta su oficina la cual tenía vista hacia toda la ciudad.

-¿te gusta?

-esta genial- dijo probando su nueva silla, parecía una pequeña niña disfrutando alli- "traigan un cafe porfavor"- puso voz de mandato y luego río. No se porque aquello me hizo reír, si por lo infantil que era o lo dulce de su risa.

-¿acaso contraté a una niña de diez años?- pregunte poniéndome sería y antes de que respondiera una de las secretarias entró a mi oficina con un pequeño niño que rompió sin querer un marco de vidrio de la oficina. Emily miro casi asustada por lo que podría ser mi reacción.- ¿es tu hijo Margaret?

en solo 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora