¡TE ODIO!

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Pov.Lena

Estaba en el pasillo hablando con Dylan entusiasmada cuando noto una intensa mirada sobre nosotros, voltee y ahí estaba Lea, estaba tan enfadada por todo lo de ayer que no encontré algo mejor que besar a Dylan como si quisiera comérmelo ahí mismo, el me quito suavemente.

— perdón si te di señales equivocadas, pero tengo novia—. ¿Que?¿y todo lo que dijo la idiota de Lea? Sabía que no debía haberle creído nada.

No alcance a dar respuesta alguna cuando siento unas fuertes manos cogiendo mi brazo, me dolió tanto la brutalidad con la que me cogió que no hice más que dejarme llevar. Me tiro contra pared del salón.

—¿¡Que te dije joder!, ¡QUE!? ¿POR QUÉ TENIAS QUE BESARLO POR QUÉ?

—dijiste que no te...

—¡MENTI! ¿Que no lo VES, ERES IDIOTA O QUE TE PASA? Pense que si te decía lo contrario a lo que quería ibas hacer lo que debías hacer, siempre me llevas la contra.

—¿por que inventaste todo eso de tu hermano? El tiene novia.

—es solo su estúpido truco, saliste premiada durará más contigo, te hará el enamorado. Es lo que quieres no, salir con el, tomar su mano, ¡PUES VIVE TU ESTÚPIDA MENTIRA!— de un segundo a otro sentí mi cuerpo desvanecer pero mi cuerpo no toco el suelo, sentí sus brazos rodearme y luego me apague. Abrí los ojos y estaba en la enfermería con Lea a mi lado.

—llevas media hora inconsciente pensé que era algo más grave. Me preocupaste.

—¿asi?

—no te creas, me sentí culpable por gritarte, pensé que te descompensaste por ello pero...ahora que estás bien me voy—. Puse mi mano sobre la de ella y no se cual era la maldita razón pero me sentí tan tentada a pedirle que se quedara, pero tenía miedo a escuchar uno de sus brutales rechazos y malas palabras—. ¿Sucede algo?

—no quiero estar sola.

—¿me estas pidiendo que llame a la rubia?

—si—. !nooooo! Maldita seas quiero que te quedes tú.

lamento informarte que se retiró. Una pena— baje mi cabeza en un gesto de rendición, sentí la puerta cerrarse y pensé que ya se había ido.— una pena que tendrás que soportarme aquí.

—¿te quedas?— ella asintió y yo estaba tan feliz.— con tal de no estar sola, puedo soportarlo—. Ella se sentó en el suelo dándome la espalda, y yo estaba con mi camilla unos metros más atrás y podía sentir su aroma, era tan dulce. No se que clase de efectos allá tenido este desmayo en mi pero ha de ser algo muy malo porque tengo unas verdaderas ganas de tenerla cerca— acuéstate aquí—. Me sorprendió que no se negara, se acostó a mi lado de inmediato, el lugar era pequeño así que nos vimos obligados a quedar abrazadas, yo sobre su pecho y ella rodeando mi cuello, su aroma era adictivo, dulce y fresco al mismo tiempo. Mi nariz se perdió en su cuello y la sentí vibrar ante el contacto. La sentí lamer su labio, mientras yo aún dudaba entre quitarme o ceder al deseo de besar su cuello, tristemente el deseo me gano. fue un simple contacto pero lo sentí hasta el hueso.

—¿que haces?— me pregunto sin ser capaz de abrir los ojos, con la respiración agitada.

—no lo se—. Tomé su mentón y lo levante un poco para darme espacio para besar su cuello, esta vez mi lengua fue parte de este, y más tarde mis dientes recorrieron su cuello en totalidad —¡noo!— se levantó de la cama y se pego a la puerta.— maldita sea no seas egoísta, no me hagas esto. Estas jugando, acabas de besar a mi hermano y ahora me quieres a mi, no así no.

—¿que te pasa? Pense que eras otra onda.

—me acabas de besar, tu. ¡joder tu! Que no me soportas, que darías todo por tenerme fuera de tu vida.

—técnicamente bese tu cuello, no es un beso.

—no lo vuelvas hacer jamás, no me hagas eso.

—¿hacerte que?

—¡joder! ¿QUE NO LO VES? Estoy enamorada de ti desde el maldito momento en que te vi en la portería de esta estúpida escuela. Joder ni siquiera te conozco tanto como para saber que clase de persona eres, pero lo supe apenas te vi, lo sentí, te amo. ¿que no lo ves? — a estas alturas de la confesión yo ya estaba levantada, a unos pasos frente a ella, sentí que en cualquier momento rompería en llanto jamás me hubiera imaginado que ella sintiera aquello por mi pensé que era una broma, hasta que la vi sobre el suelo con las manos en su rostro llorando. tuve la necesidad de abrazarla y así lo hice, me puse a su altura y la abrace.

—te amo.

—tienes una extraña forma de hacerlo. Una pésima forma de hacerlo.

—lo siento, jamás me había enamorado. No se como se hace, me asusté cuando lo sentí, me asusté con lo que me provocaste así que te odie y desprecie porque era mas fácil que intentar entender que carajos me pasaba contigo.

—perdón.

—¿perdón por que?

— por las peleas, los gritos, los insultos, los malos tratos, por haber sido ciega. Por besar a tu hermano frente a ti solo para joderte y sobre todo perdón por esto.

—¿esto q...— antes de que terminara mis labios estamparon los suyos, muchas veces mientras peleaba con ella me perdía imaginando como serían sus labios ¿suaves?¿asperos?¿dulces?¿amargos?¿desearía otro al hacerlo?¿o no querría nada más?¿serian adictivos?¿inolvidables o bastante olvidables?, Simplemente este beso no tiene explicación es tan maravilloso. Sus manos acariciando mi rostro es el único gesto tierno que ha tenido conmigo desde que nos conocemos, y no puede ser más agradable de lo que es. Se siente tan bien sus labios con los mios, Unidos como si fuéramos una, nunca pensé que de concretaría lo que tantas veces imagine. La odio inimaginablemente pero detrás de ello se escondía un deseo suprimido por ella, sus labios y su cuerpo. La quería en mi vida, la quería a ella. Pero hoy no sería capaz de reconocercelo, no aún.

en solo 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora