La amante.

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3 dias después.

Llegaba a la oficina temprano como siempre, vestida elegante como siempre pero no sabía porque hoy en especial me había esforzado más en ello.

-Te esperaba.-dijo Emily quien se encontraba sentada en mi silla, me puso nerviosa verla, escuchar su voz y no sabía porque provocaba tantas sensaciones en mi.- tengo el informe semanal. Tuve que apurar las cosas como entre recién, conseguir el papeleo y demás pero aqui esta.

-gracias, no me equivoque al contratarte.

-pues no, te dije que no subestimaras a un niño. Sobre lo del otro día, no se que te habrá pasado pero si te incomode, de verdad disculpa no quería....-puse mi mano sobre su hombro.

-tranquila en verdad no fue por ti.- nos miramos unos segundos hasta que mi marido interrumpió.

-amor...-me miró extrañado y confundido.

-Jorge, ¿qué haces aquí?

- vine a ver como ibas...¿ocupada?

-yo ya me voy.- Emily se retira y me deja sola con Jorge.

-¿y...que hacían?

-aclarabamos, ¿pasaste por los niños?

-no, ahora voy. Adiós.- se marchó y decidí subir hasta la oficina de Emily.

-jefa, Hola de nuevo.- dijo parandose de su asiento y sonriendo.

-me seguirás contando de aquella chica- me senté y ella me siguió.

-si quieres, ¿Qué quieres saber?

-más que nada quiero saber que tal la relación con el.

-en realidad, me gustaba por la compañía que brindaba, porque me convenció con sus palabras, cuando descubrí que era casado quise acabarlo todo pero, aveces se necesita algo, preferí oidos sordos y ojos cerrados y se que esta mal pero no sabes lo que es estar sola, pero ahora que la conocí a la chica, no volveré acercarme a él jamás.- me volví a parar de mi silla.

-¿otra vez te iras?, te pones incómoda cada vez que...- me acerqué hasta ella, mi plan era besarla pero me contuve y solo me dirige a la ventana.- pensé que te ibas. Gracias.

-¿por?

-he conocido pocas personas pero cada una de ellas me ha juzgado, eres la única que no lo ha hecho.- se levantó y se puso a mi lado.

-¿has estado con alguna chica alguna vez?

-sigues pensando que...

-¡no, no!- interrumpi- sólo curiosidad.

-en un acto sexual si, jamás una relación.

-¿lo estarías?

-y si me gusta, ¿por qué no?

-¿no hay problema para ti en ello?.

-no, no hay a nadie a quien debe dar explicaciones. Es mi vida, mis gustos, mis decisiones.

-bueno igual es más simple,¿no?, No tienes hijos ni nada de eso, sería drástico así ¿no?.

-si los tuviera, igual sería mi vida. Si en verdad me gusta la persona es cosa mia Cassidey. ¿por que preguntas tanto?¿estas dudando de tu sexualidad?, ¡OMG! Dime quien es la afortunada.

-shhh...baja el volumen.

-sólo si me dices.

-claro que no, callate.

-si no me dices gritare.

-no lo harías...- retarla fue la peor idea, antes de que terminará de gritar puse mi mano sobre su boca y debido a la intensidad de ese gesto se vio obligada a retroceder por lo que quedó entre la mesa y mi cuerpo. Estaba completamente nerviosa por la cercanía entre nuestros cuerpos, ella me miraba con una sonrisa que me estaba robando el aire.- ¿por que eres tan infantil?- dije bajando mi mano lentamente esta mis rodillas, sin intención estaba tocando ligeramente su muslo, no quería quitarme de allí me gustaría ser mas descarada y acariciarlo con mas ganas y perderme en sus labios.

-¿me lo dirás?.- preguntó sonriendo victoriosamente poniéndome más nerviosa de lo que estaba.- ¿paso algo entre ustedes?¿le gustas?, Claro si eres hermosa.- la seguridad que me gustaba imponer desapareció al oir sus palabras, me sonroje sin embargo no me movi de ese lugar.

-yo...no lo se.- repose mi mano en su cintura delicadamente, algo que no llamará tanto su atención, ella bajo su mirada a mis manos y volvió a mis ojos, no pareció molestarle.

-¿Qué no sabes?- esta vez se perdió en mis labios.

-no se, si deberíamos hablar de esto, es hora de trabajo.-salí de mi trance e intente alejarme pero sujeto mi mano y la enrollo tras su espalda, esta vez sus pecho y los mios estaban rozandose y era jodidamente excitante.

-no vengas con eso ahora. Haz lo que ibas hacer.- sentí su aliento contra mis labios y me moría por acercarme, sin embargo también moría de miedo por querer hacerlo.

-no se a que te refieres.- dije tan seria que hasta yo me hubiera convencido de ello.

-okey...como quieras.- se separó de mi y me arrepentí de inmediato por haber dicho eso.- debo volver a mi trabajo- se sento y comencé a salir- puedes cerrar porfavor.- la mire unos segundos, pero parecía haberse olvidado de mi existencia, se perdió en el computador. Negué con la cabeza y salí, bastaron dos segundos para querer regresar, entonces lo hice. Camine segura hasta su lado, me agache un poco para tomar su cintura y la levante. Pegue su cuerpo al mío y sonrió ante mi accionar, ella sabía lo que venía y yo deseaba no arrepentirme. Junte mis labios a los de ella, no demoró más dw un segundo en aceptar que mi lengua ingresará en su boca, se sentía tan bien, era tan dulce y excitante a la vez. Su mano se esforzaba por juntarnos más, mientras la otra sólo me acariciaba algunos lugares del cuerpo y mis manos solo sujetaban su rostro contra el mío.

-sabía que te morias por hacerlo.

-¿te gustó?- pregunté algo avergonzada.

-mucho.

-¿te ves en una relación conmigo?

-me muero por ello.

-hablamos después del trabajo.

-donde tu quieras- dijo aún sin soltar mi cintura y dejó un beso en mis labios.

- Te espero a las ocho en mi oficina y nos vamos juntas.

-okey. ¿es malo?

-depende. Dependerá mucho de ti.- si pretendía iniciar algo con ella lo primero que necesitábamos era sinceridad era justo lo que le daría esta noche y lo que esperaba ella me diera a mi, esta chica me gustaba mucho, y quería que nos funcionará. Quería tanta cosas con ella ahora.

en solo 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora