La Aventura de la vida.

Capítulo 13: A comer pizza.

Estamos en la pizzería a la cual me trajeron a rastras. Robin dijo que quería sentarse en otra mesa y dejarnos a Finn y a mi en una mesa. Cuando nos dejó aquí, decidió que sería bueno ir a otra pizzería diferente, y así por así se fue. 

Finn y yo nos reíamos pero, yo por dentro la estaba maldiciendo como a ninguna. 

Cada día quiero ser feliz, cada día que paso con Finn sé que seré feliz, pero cada día que pasó con él, la amistad no es suficiente. Siento que debo besarle, abrazarlo, pero no puedo. Siento como si hubiera una gran barrera que me impidiera seguir adelante, seguir con mi vida de una vez por todas. 

Porque me molesta que algo tan sencillo como comer pizza, no lo haga y no porque no me gusta. Si no, porque no quiero salirme de lo normal, de las ensaladas. No quiero probar nada nuevo. 

No quiero, y como es así nadie me animó a hacerlo. Pero, cuando llega alguien que me anima, que me ayuda que está dispuesto a mostrarme lo que sea, lo alejo o simplemente no lo hago.

Si no le hubiera echo caso a Robin, ahorita no estuviera en la pizzería. Ahorita estuviera en mi departamento, lamentándome porque alejé a la única persona capaz de poder sacarme del hoyo en el que estoy. 

-¿Estás lista? -preguntó Finn. 

-No. -respondí moviendo la pierna de arriba abajo impacientemente. 

-Vamos, te encantará. -me dijo muy animado. 

Lo miré sonriendo. 

-Ahí viene. -me dijo el señalando a la chica que venía con la comida.

Cuando ella llegó a nuestra mesa, nos colocó la pizza en la mesa, y se quedó ahí un rato. Como yo no la estaba mirando no entendí que hacía. Cuando subí la mirada noté que no dejaba de mirar a Finn que estaba revisando su celular. 

-Gracias. -le dije tratando de que se fuera. Pero ella ni siquiera me escuchó. 

Finn dejó de escribir y levantó la cabeza dándose cuenta de como lo veía la chica. éL le sonrió incómodamente y se fijó en la pizza. 

-¿Quieres algo más? -preguntó ella enrollandose el cabello. 

-Yo nada, ¿y tu, Ap? -preguntó él. 

Lo miré y le sonreí. 

-Nada. 

-Bueno, muchas gracias. -le dijo Finn agarrando un trozo de pizza. 

-¿Quieres salir algún día? -preguntó ella aún en su lugar. 

Era increíble como esas chicas se les lanzaban a cualquier chico lindo. Cuando se supone que debe estar trabajando, es algo totalmente repugnante. Y más enfrente de mi. 

Bufé sonoramente mirando la pizza, escuché como Finn rió y se aclaró la garganta. 

-A mi novio no le gusta mucho que salga con chicas. -dijo él totalmente serio. 

Intenté tragarme las ganas de reir, pero se me era muy difícil. 

¿Acababa de decir novio?

-¿Ella no es una chica? -preguntó ella enderezando la espalda. -¿Dijiste novio?

-Si, a mi novio no le gusta. -dijo él sonriendole. -Y ella es mi hermana. 

-Oh, bueno disculpa. -le dijo ella yéndose lo más rápido que pudo. 

Cuando se fue solté una gran carcajada. 

-¿Dijiste novio? -pregunté. 

Él rió. 

-Le suelo decir a las chicas que se me lanzan de alguna manera, que soy gay. -me dijo en tono burlón.