- ¡Peter Parker, abre la puerta en este instante! - El sonido de la puerta intentando ser forzada a abrir y varios golpes hacia esta, hacia de su pequeña "velada" un remordimiento más entre sus planes.
Con sus sin-descanso en las pruebas académicas de ciencia, Peter no tenía demasiado tiempo que digamos; Además de que sentías celos, ya que en ese maldito concurso se presentaba Liz Alley. La anterior "crush" de Peter.
- Demonios, esto fue una mala idea - Susurró él, mientras me reía.
- Peter, ¡más vale que no te estés drogando! - Eso fue lo que derramó el vaso que tenías dentro, estallaste en risas. Peter intentó callarte con sus manos en tu boca. - Peter.. ¿Esa es Lindsay? ¿Que hace ella en tu habitación?
- N-Nada Tía May, le ayudo a estudiar química, ya sabes.. ella siempre sacando malas notas. - Te miró mal, mientras intentabas no reír.
- Si, Señora Parker, Su sobrino está haciendo muy buen trabajo ayudándome, no se preocupe por nada. - Le miraste pícara.
- Oh, muy bien. - La anciana sonó más calmada - Me hubieras dicho eso primero Peter, qué vergüenza.. Bueno, los dejo solos chicos.
Cuando escucharon un silencio fuera de la habitación, suspiraron. Tu mirada recorrió el abdomen de Peter, quien estaba distraído poniéndose los zapatos. - ¿Eh? Por qué te pones los zapatos, pensé que íbamos a continuar. - Mencionaste triste.
Este se rió suavemente, tus ovarios se apretaron. Simplemente bello.
- Vamos, en serio necesitas estudiar. - Te dió el libro que tenía cerca y suspiraste, ¿El solo pensaba en estudiar?.
- Lamento ser una estúpida que necesite estudiar. - Reprochaste y abriste el libro, te recostaste en la cama y empezaste a leer.
- No seas así. - Lo escuchaste. - Todos necesitan estudiar.
- Liz no necesita estudiar, siempre saca 10. - Escuchaste su risa peculiar y a tu cuerpo siendo arrastrado hasta donde el se encontraba, el maldito tenía fuerza, tenías que admitirlo.
- Qué tal si hacemos esto - Alzaste tu ceja - Tu estudias un rato, y te recompenso con algo mejor.
- ¿Me estás sobornando con sexo? - Sonreíste, este asintió.
- Hagámoslo.
×
Estabas nerviosa, el sonido de tu pie derecho golpeando suavemente el piso una y otra vez eran incesantes, eras la última dentro del salón, solo tú y el profesor de química.
