Caminabas entre las múltiples personas de la fiesta, sintiéndote decepcionada. Tu novio te había dejado plantada.. otra vez; Viste por quinta vez tu celular con la esperanza de obtener un mensaje de su parte, pero no había nada.
- ¿Desea una? - Un mesero te ofreció educadamente una copa de vino, la cual aceptaste agradecida con él. Necesitabas olvidarte de la tensión, era una fiesta después de todo, sin embargo; No era una simple fiesta.
You and me and all that wine.
Todas las personas se sentían intimidadas con tu presencia, no solo por ser hija del "grandioso" alcalde. Tu belleza era lo que más se conocía de ti.
"Tal vez por eso me buscó Richard en primer lugar" Pensaste.
Cariño, ¿Cómo pudiste haberte enamorado de alguien en tan solo 2 semanas?.
Que estupidez.
Tomaste un sorbo de vino con gracia, al menos no eras lo bastante estúpida como para saber que hacer en casos como esos. El dinero siempre remplaza el amor, decían.
- ¿Quién se ríe ahora? - Murmuraste, observando en tu cartera las tarjetas de crédito de tu "novio".
Losing my dollar damn it's fine,
every guy that passes by.
- Muy buenas, señorita - Escuchaste una voz grave a tus espaldas, te tensaste un momento, para luego reconocer esa agradable voz. - ¿Mala noche?.
- Hey Bruce. - Te diste una vuelta y mordiste tu labio, estaba increíblemente sexy esa noche. - Algo así, como siempre supongo. - Suspiraste - ¿Y tú?.
- Digo lo mismo. - Agarró con delicadeza tu copa de vino y la dejó con un mesero que recorría la fiesta, se te acercó inesperadamente y ajustó tus brazos a los suyos - ¿Me concede esta pieza?.
Tu corazón dio un giro por el sorpresivo acto, los murmullos no tardaron en aparecer en toda la fiesta.
Look at her,
Look at her.
Ooh..
- ¿Tienes que preguntar? - Diste una sonrisa y relajaste los brazos, empezaron a moverse lentamente, a la par de la música.
