Capítulo 18

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Viernes 2 de octubre del 2015

Paulo

Ayer se fueron mis sobrinos, hermanos y mi mamá, se habían quedado para el partido de Champions y se fueron el jueves a la mañana temprano.
Estos días mi relación con Allegra cambio muchísimo, nos acercamos más, no tenemos una relación de pareja, pero vamos por ese camino, estos días que vino mi familia a ella se la vio muy feliz, dejaba que yo la abrazará, la besará, parecíamos una pareja, pero ella me dejo en claro que todavía no quiere oficializar nada. Pero es un avance que estemos unidos.

Sé que tengo que contarle sobre Antonella, pero estoy realmente feliz por estar con ella de nuevo y no quiero que nada lo arruine, así que hablaré con Antonella cuánto antes, quería terminar con ella por mensaje, pero sería muy cobarde de mi parte y prefiero esperar a que ella vuelva para poder hablar, Antonella sabe que nuestra relación está mal por eso ella se fue por varios días.

Ahora estoy yendo a la casa de Paul para ver a Allegra, me dijo de cenar y obviamente no me podía negar y más cuando ella está tomando la iniciativa para dar otro paso en esta relación.

Vamos a estar solos, porque Paul se va a cenar con un amigo de él que está de visita en Turín.

Llego a la casa de mi amigo, bajo del auto y camino hacia la entrada, tocó la puerta y espero a que me abra.

Después de segundos abre y la veo parada con una sonrisa, viéndose hermosa como siempre.

—hola, preciosa —digo, me acerco y depósito un beso en su boca

—hola —dice y vuelvo a darle otro beso y otro y otro más, la tomo de la cintura y hago que camine hacia atrás, entro y cierro la puerta.

Vuelvo a besarla, pero profundizando el beso, la abrazo con fuerza contra mí, adentro mi lengua a su boca, siento sus manos en mi cuello, la intensidad con la que su boca se mueve junto con la mía me vuelve loco.

Termino el beso, le doy otro beso corto y me separó de ella, la miro a los ojos, pero algo me preocupa, no veo el brillo tan característico de ella, como lo es su sonrisa, algo que siempre recordaré de ella, es sus ojos, la forman que brillaban cada vez que me veía, cada vez que yo la besaba, siempre tenía un brillo tan característico, ahora no lo tiene, al igual que su sonrisa, sonríe, pero algo le falta a su sonrisa, no parece genuina o capaz que soy yo, que veo cosas que no son, Allegra cambio, creció y capaz que ya no tiene los mismos gestos que antes.

—¿pasa algo? —dice

—nada —digo y ella asiente—. uf que rico huele, ¿que estás cocinando?

—ñoquis, tenía ganas de comer ñoquis —dice, dejo de abrazarla.

Ella se da vuelta y me hace una seña para que la siga, llegamos a la cocina en donde se siente más el olor a la salsa boloñesa que está preparando.

—esto me recuerda a cuando vos ibas a casa y me cocinabas y yo re pesado atrás tuyo intentando ayudarte y me salía todo mal.

—si, te dejaba cinco minutos y se te quemaba toda la comida —se acerca a la olla en dónde está haciendo la salsa.

—sí, sigo siendo malísimo en la cocina —digo, ella me sonríe y mira la salsa mientras prueba un poco y condimenta a su gusto.

Yo me apoyo contra la mesa y la observo cocinar.
Como había extrañado estos momentos con ella, siempre me cocinaba y me encantaba mirarla porque sabía lo mucho que le encanta.

—¿te dije alguna vez que me encantas? —digo y ella me mira, me hace una leve sonrisa y la noto rara, porque enseguida se pone seria—. ¿te pasa algo?, te noto rara, no sé, creó que es algo mío, pero ¿te sientes incómoda conmigo?, siento que sonríes a la fuerza

—no, lo que pasa es que trato de acostumbrarme a todo esto, me siento rara todavía porque hace mucho que no estamos juntos, así que necesito tiempo, por eso te digo que vamos despacio, necesito adaptarme

—está bien, te entiendo, fue todo muy rápido para vos, iremos despacio, pero quiero que sepas que me encantas y que estaré esperándote.

Me acerco y dejo un suave beso en su boca, me sonríe y la dejo para que siga cocinando.

Después de media hora termina de cocinar, ayudo a poner los platos, cubiertos y vasos.
Ella pone la comida y nos sirve a ambos en los platos.

—mm, está riquísimo Ally —digo al probar la comida

—gracias —me sonríe

—¿fuiste a Córdoba estos años?, vi que estuviste muy ocupada con los trabajos —pregunto y sigo comiendo

—muy pocas veces fui, no sé si dos veces al año iba, no me quedaba muchos días tampoco

—yo iba en las vacaciones, siempre que voy recuerdo todo lo que pasamos en nuestra infancia

—si tengo muy buenos recuerdos, siempre me gustó ir a Laguna Larga

—ganas de volver a la niñez, y ¿tus hermanos? Dante y Ciro, no supe más de ellos, a tus otros hermanos si los he visto algunas veces

—los gemelos están en Argentina, no los veo desde que llegué a Madrid, hablamos todos los días, lo mismo con Gio, Gian y Giuli

—la única mujer de la familia

—si, me hubiese gustado mucho tener una hermanita, pero la tengo a Justi

—¿y tus amigas?, ¿seguís con las mismas de siempre? ¿Amanda, Felicitas y Lara no?

—sí, somos las mismas de siempre, ellas se quedaron en Madrid, iré algún día a visitar a papá y a las chicas

—¿fue difícil aceptar este trabajo?, porque dejaste a todos en Madrid

—si fue difícil, pero bueno, era algo que quería hacer y ellos lo entendieron

—yo feliz porque aceptaste venir y volver a verte fue algo que no me esperaba, pero que me hizo muy feliz —digo—. no he dejado de quererte Ally —me queda mirando sin decir nada, le hago una media sonrisa y sigo comiendo, sintiéndome mal porque quiero que ella me quiera como antes.

—Pau, tengo que hacerte una pregunta que me está dando vuelta desde que vine —dice después de varios segundos

—sí, dime

—¿no estás con nadie? o ¿si?, porque se dice que andas de novio con una chica, no recuerdo el nombre, pero como pregunté a tus sobrinos, me dijeron que no, al igual que tu mamá, pero en las redes se dice que estás con alguien —era obvio que iba a enterarse en cualquier momento, si me etiquetan siempre en fotos con Antonella

—no, no estoy con nadie, solo quiero estar con vos e intentar empezar una relación contigo —miento y si tengo que mentir para estar con ella lo haré mil veces con tal de tenerla a mi lado

—está bien, te creo, capaz que son las fans que desean que vos vuelvas con la otra chica, sabes que me odiaría si estoy con un chico con novia

—nunca jugaría contigo Ally, eres demasiado importante para mí

—está bien, confío en ti

Después de terminar de comer, insisto en limpiar, así que limpio mientras ella me cuenta de sus estudios y como le está yendo acá en Italia.
Cuando terminamos, decidimos subir a su habitación para mirar una serie.

Algo que no hicimos fue mirar la serie porque nos la pasamos, hablando sobre todo, lo que pasó durante estos años, yo le hable de mi carrera acá en Italia y ella me contaba sobre sus trabajos como actriz, como va creciendo sus empresas.

La verdad que pasamos una noche demasiado linda y yo estoy demasiado feliz por tenerla a mi lado.

MA FLEUR 1 || ANTOINE GRIEZMANNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora