Capítulo diecinueve

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Cuando mamá se fue, me di cuenta que era momento de hablar con los chicos.

Empecé a removerme en mi silla, lo que Logan notó.

- ¿Qué pasa hermanita? Estas algo nerviosa- me dijo.

- No es nada malo, sólo tengo que contarles algo. Algo importante- les dije a los dos. Cuando termine de decir eso, los dos se adelantaron para escuchar atentamente lo que tenía que decir.

- Yo, este... Em... No sé como empezar- les dije.

- Tranquila, simplemente empezá por el comienzo- me dijo James mientras ponía una mano en mi hombro en señal de apoyo.

Respiré hondo y largué todo. Desde la pelea hasta la noche anterior, tal y como había hecho con mamá y con Demian. Sus caras, mientras relataba lo que había pasado, fueron transformándose en muecas de enojo y sus rostros se fueron poniendo cada vez más rojos.

Cuando terminé me di cuenta que ni siquiera estaban respirando.

- ¡Respiren por favor!- les dije preocupada. Lo último que me faltaba, que los muertos fueran ellos.  El primero en reaccionar fue Logan.

- ¡Qué hiciste! ¿Estás loca o qué? No puedo permitir que hagas esa locura. Vos y yo sabemos bien lo que hace papá con los traidores- me dijo.

- ¿Y si la descubren qué hacemos Logan? Porque sinceramente yo lo asesino si la toca de nuevo- dijo James. Sé que ambos empezaron a recordar la última vez que ví a mi papá. No es un momento grato para ninguno de mi familia. Todos nos alejamos de él después de ese día. 

No pude evitar estremecerme ante el recuerdo. Ellos tampoco pudieron evitarlo.

- Bueno, basta chicos. Nada va a pasarle a ella. Tengamos fe en eso- intervino mi mamá que estaba viniendo de la cocina. Cuando volteamos a verla vi que venia con una torta en sus manos.

- Mamá, ¿ésa era la sorpresa que nos tenias? Porque sinceramente me encanta- le dije con una sonrisa.

- Mi bebé- dijo mientras dejaba la torta en la mesa y acariciaba mi cara con suavidad- esta es una sorpresa para vos. Sé por qué haces todo este sacrificio y no quiero dejar de recordarte que te amo, aunque eso signifique cocinar tu comida favorita-.

Me había hecho un cheesecake de oreo, mi favorito.

No pude evitar emocionarme con las palabras de mi mamá. Ella es especial. No siempre sabe como demostrar las emociones, pero con una simple torta me llegó al corazón. No por lo que hizo en sí, sino por el gesto. Aunque debo admitir que tengo corazón de gorda también, por lo que es fácil llegarme desde ahí.

- Mami, definitivamente no hay nadie como vos- le dije con lágrimas en los ojos que no derramé para que ella no llorara también- y no se preocupen, no me va a pasar nada- les dije a mis hermanos.

- Bueno, te creo. Pero mencionaste algo sobre que no vas a infiltrarte sola, ¿es verdad?- preguntó Logan.

- Cierto, no voy sola. También van a estar Sebastián  y... Daniel- dije el último nombre con una sonrisa, recordando su mensaje.

Mis hermanos vieron la sonrisa al decir su nombre, por lo que empezaron a hacer bromas sobre él y yo. Empezaron a cantar esa estúpida canción sobre nosotros dos sentados en un árbol y bla bla bla. Como siempre, ellos me hicieron sonrojar de la vergüenza mientras mi mamá reía a carcajadas. 

Creo que esta fue una de las cenas más normales que hemos tenido en un largo tiempo. Volvimos a ser niños de nuevo. 

Y aunque sufrí burlas la mayor parte de la noche, amé cada momento. 

Cuando fue hora de despedirnos, les prometí que los iríamos a visitar en la semana para tomar unos mates y para visitar a mis cuñadas ya que ninguno había venido con sus parejas por un pedido de mamá. Claro, no quería que ninguna supiera sobre este asunto y tenía toda la razón. Mientras menos sepan, mejor. Así protegia a la mayoría.

Cuando fue hora de limpiar lo que había quedado, le dije que ella fuera a acostarse, que yo lavaba los platos y que después podíamos mirar Netflix juntas.

Me puse los auriculares y me puse a escuchar música mientras lavaba los platos. Cuando terminé, fui y me acosté con mamá en su cama. Ella era la que tenia tele en su cuarto, así que era eso o quedarnos en el living para ver una película.

Ya cómodas empezamos a ver que había, y nos decidimos por la película Nerve. Me habían dado buenas referencias sobre ella, por lo que le dimos play.

Cuando terminó quedamos fascinadas con la trama y no podíamos dormir, así que elegimos otra peli que ver. Queríamos algo gracioso que aligerara el ambiente, así que elegimos una comedia llamada El club de las madres rebeldes.

No paramos de reír en toda la película. Definitivamente esta era una de las mejores noches de mi vida. Amo pasar tiempo con mi mamá y mis hermanos.

Cuando miramos la hora ya eran casi las tres de la madrugada, por lo que me despedí de mi mamá para irme a dormir. A ella se le cerraban los ojos, por lo que le apague la tele y la deje durmiendo.

Me cambié de ropa por mi pijama y me acosté preparada para dormir, pero por lo visto eso no estaba en los planes de mis amigos ya que empezaron a escribirme por Whatsapp. Nosotros tenemos un grupo, así que sonaba constantemente mi celular.

Ya harta de que sonara, me puse a leer lo que querían y note que eran mis amigas. Ellas hablaban sobre la próxima salida, que seria el domingo. Como era feriado querían aprovechar para salir.

Con pocas ganas mande un audio diciendo que si iba, pero que no me molestaran más ya que quería dormir. 

Lo que no esperaba es que el que contestara en el grupo fuera Daniel, diciéndome que no fuera amargada y que me pusiera feliz ya que volvería a verlo a él y a su hermano.

Ahora ¿quién fue el que lo agregó al grupo sin decirme? Qué vergüenza. Va a correr sangre cuando sepa quien fue. Pero mejor mañana, ahora quiero dormir. 

Le mande una carita mostrando el dedo medio, dejé el celular a un lado y cerré mis ojos. Pasados unos minutos ya estaba completamente dormida.

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