Capítulo veinticuatro

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¡Al fin viernes! No puedo creer lo mucho que lo necesitaba. Supongo que todos nos desesperamos mientras esperamos el tan deseado fin de semana. No creo ser la única loca que no ve la hora de descansar; si hay alguien que ama trabajar o estudiar... Bueno, o están locos o realmente aman lo que hacen y eso lo respeto. No hay nada más hermoso que hacer lo que uno ama.

En fin, por suerte llegó el día tan esperado. Mi pelea. No he tenido una desde que me arrestaron, por lo que eso significa que ya pasaron unos días. Creo que unas dos semanas más o menos, no llevo bien la cuenta. Aunque suelo tener unas dos o tres peleas por semana así que para mí es mucho tiempo.

Como ya tenía todo listo, hoy pude dormir hasta más tarde de lo normal. Ayer había aprovechado para acomodar no sólo lo de la pelea, sino también lo necesario para ir a la Facultad.

Hablé con Demian la noche anterior, diciéndole que ya estaba todo arreglado con Daniel y Sebastián, por lo que sólo teníamos que organizarnos con mis amigas.

Siempre que tenía una pelea después de clases iba a su casa para dejar las cosas que no podía llevarme, o sino las dejaba en la casa de alguna de las chicas. Hoy tenía que ver si podía quedarme en la casa de alguna de ellas, ya que seguramente no iba a poder ir a casa.

No es que no podía ir a casa porque mi mamá no supiera que peleaba, sino que ella iba a trabajar mañana temprano y no quería molestarla ya que yo iba a llegar como a las 7 AM.

Ese día almorcé con mi mamá y después de eso me fui a clases. Quería llegar temprano para pasar a averiguar unas cosas en la Facultad. Necesitaba saber si ya estaban las fechas de los finales para organizarme para estudiar. No quería desaprobar ninguna materia.

La tarde pasó increíblemente rápida, y cuando me di cuenta ya estaba saliendo de la última clase de la semana.

Cuando me dirigía a la Secretaría me interceptó un amigo de la Facultad, Adam, para preguntarme si tenía los apuntes de la clase anterior ya que él no había podido venir.

Simplemente le dije que si.

Cuando salí de ahí, ví que me estaba esperando.

Él me siguió, tratando de sacarme conversación.

- Que bueno que es viernes, ¿no?

- Si, no podía esperar a que llegara este día.

- ¿Y, tenes planes para esta noche?- me preguntó.

-Emmmm, si. Salgo con unos amigos- le respondí. Vi que se puso algo nervioso mientras caminábamos hacia la salida. No entendía que lo podía poner así, ya que suele ser un chico bastante seguro de lo que hace (por no decir que es muy seguro de sí mismo).

Adam es agradable la mayor parte del tiempo, pero a veces es algo creído y eso me hace querer golpearlo. No lo hago por respeto, ya que fue el primero en acercarse a mí sabiendo mi pasado.

- ¿Estás bien? Te ves algo nervioso- le dije.

- Quería preguntarte algo, pero no sé si es lo correcto.

- Dale, dispara sin miedo.

- Quería saber si... Quisierassalirconmigo- dijo soltando todo de golpe sin respirar.

- Perdón pero, ¿qué?- respondí con cara de confundida. No logré entender que había dicho.

Lo vi tomar aire y me miró fijo.

- Quería saber si... Querías salir conmigo.- dudo un poco al principio pero logró repetirme las cosas de forma que entendiera.

No sabía que decirle. Yo lo veía como un amigo, un buen amigo, pero no nos veía más allá de eso.

Me daba vergüenza, ya que son contadas con la mano las veces que me invitaron a salir, pero no quería que se sintiera mal.

Llegamos a la puerta de salida en medio de un silencio incómodo. No sabía que contestar. No es que fuera un chico malo o feo, sino que no creía que fuera momento de salir con alguien ya que seguía algo herida con lo que me había hecho mi ex.

Mejor ser clara y explicarle lo que sucedía. Él se merecía la verdad ya que me conocía muy bien.

- Mira, no quiero mentirte- dije mirando hacia la calle. Me giré y lo enfrente.- no estoy en el mejor momento para estar en una relación con alguien. Sabes que hace poco terminé con mi ex y que las cosas con él no fueron fáciles. No tengo nada en tu contra, sos un chico al que realmente aprecio y no quiero que pienses mal, pero no puedo salir ahora, no en plan romántico por lo menos.

- Está bien, no te preocupes- me respondió con una sonrisa que parecía sincera.- te entiendo. Quizás podríamos salir en plan de amigos, ¿te parece?

- Me parece excelente, gracias por entenderme.

- No hay porqué Alex. Después arreglamos cuando podemos salir. ¿Quizás al cine?

-Si, me parece genial.- en eso escuché que alguien en la calle me llamaba. Sonaba como la voz de Demian pero no estaba segura. Lo busqué con la mirada y lo vi sacando la cabeza por la ventanilla de un auto mientras agitaba la mano.- te dejo que me están buscando. Nos vemos- dije despidiéndome mientras le daba un beso en la mejilla. No pude evitar que Adam me agarrara para abrazarme. Le devolví el abrazo brevemente ya que empecé a sentirme incómoda.

Cuando nos separamos me miró a los ojos y sonrió diciendo:

- Nos vemos pronto. Suerte hoy y que te diviertas.

-Gracias- dije mientras me alejaba.

Me dirigí hacia el auto dónde Dem me esperaba. Cuanto más me acercaba al vehículo más familiar se me hacía.

Cuando ya estaba junto a la puerta delantera, la cual tenía la ventana baja y se podía ver a Dem, me agache hasta estar a la misma altura y miré el interior.

Como para que no me resultara familiar el auto.

¿Quién más podía ser el conductor de ese auto? No era otro sino Daniel.

Cuando miré la parte de atrás vi que estaba sentado Sebastián.

- Hola chicos, que lindo que vengan por mí- dije poniéndome una mano en el corazón de forma dramática.

- Dale enana, subí de una vez- respondió Demian.

Me reí mientras me subía al auto.

Pelea, allá vamos.

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