Capítulo cincuenta

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¡Hola! Sé que estuve ausente pero es que tengo muchos exámenes y trabajos que entregar. Aún así estos días voy a subir dos capítulos para que se entretengan.

Acá les dejo el primero.

Espero que les guste...

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Daniel.

No podía creerlo...

No podía creer lo mucho que habían cambiado las cosas en estas últimas semanas.

Desde mi primera cita con Alex las cosas habían cambiado mucho; demasiado diría yo.

Habían pasado exactamente tres semanas desde ese día en que le pedí salir conmigo. Fuimos a diferentes lugares; a comer e incluso a algunos bares a tomarnos algunas cervezas. Pude conocerla mucho más y me sorprendió en demasía algunas de las cosas que ella me contó.

Creo que lo que más me llamó la atención fue el cambio rotundo en su actitud. Teniendo en cuenta la forma en la que actuó el primer día que nos conocimos, ahora era una persona diferente.

Fría, ruda y altanera. Creo que esas palabras describían perfectamente su forma de ser.

¿Y ahora? Ella es dulce, amable y divertida. Nada que ver en comparación.

No puedo negar que me dió curiosidad la razón de su cambio por lo que no pude aguantar las ganas de preguntárselo.

Estábamos en un bar de Palermo, ambos con un vaso de cerveza artesanal en la mano, ella con una roja y yo con una negra.

Al escuchar mi pregunta no pudo evitar soltar una pequeña risa.

"En realidad eso es algo que muchos suelen preguntarme, incluso mis hermanos me hicieron esa pregunta en algún momento. La respuesta es fácil. La hostilidad es mi protección frente a los momentos difíciles. Teniendo en cuenta en dónde crecí y en cómo viví mi adolescencia supongo que es algo entendible. Soy una mujer metida en un mundo sumamente machista, y yo siempre traté de ser la mejor-. Ella respiro hondo y prosiguió.

>>Ser la mejor implica superar a todos esas personas que te dicen que jamás vas a lograr tu objetivo. Aprendes a pelear tanto dentro como fuera del ring. No fue fácil llegar pero no me arrepiento de nada, porque si tomo en cuenta quien soy hoy sé que todo me llevó a estar hoy acá, con vos, teniendo está charla".

Fue raro pero pude entender perfectamente a qué se refería.

Luego de la muerte de Isa dejé a un lado la amabilidad y me volví un ser muy rígido y estructurado. Nunca había dejado de seguir el plan estipulado y estratégicamente preparado. No hasta que la conocí.

Ella hacía que quisiera volver a ver la vida desde otro punto de vista, donde no todo lo que se ve es lo que parece. Ahora puedo entender que lo que vemos a veces suele ser sólo la punta del iceberg. Siempre hay mucho más debajo.

Aprendo mucho con ella. Me abre los ojos ante la cruda realidad. Esa realidad a la que no muchos de nosotros tienen acceso. Me contó que conoció mafiosos que tenían que ver con tráfico de armas, de estupefacientes e, incluso, con trata de blancas. A éste último era al que más odio le tenía ella; decía que a veces tuvo la desgracia de ver chicas a quienes las habían arrancado de su vida para prostituirlas a la fuerza. Ella siempre soñó con poder ayudarlas pero dice que a veces no pudo lograrlo. Según ella lo intentó pero no siempre lo logró.

Me dió curiosidad cuando ella comentó sobre su intento de ayudarlas pero cuando pregunté sobre qué hablaba ella cambió de tema. Preferí no presionarla.

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