Capítulo veintinueve

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Perdón que no subí capítulos en estos meses. Estaba en época de parciales y finales (sé que muchos me van a entender) así que viví estudiando. Ahora estoy más relajada pero lamentablemente tengo más responsabilidades ya que encontré nuevas cosas para hacer.

Prometo que no los voy a volver a dejar colgados.

Desde ya, gracias por la paciencia. Si siguen la historia, ¡Muchas gracias!

Y... ¡Sigan leyendo que esto no acaba aún!

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El recorrido hacia el bar fue entretenido. Me dediqué todo el viaje a poner la música que deseaba oir. Puse Spotify y reproduje la lista de reproducción que siempre escuchaba. Obviamente la que la creó fui yo.

Luego de veinticinco minutos escuchando desde Camila Cabello hasta Ed Sheeran, los chicos me  dijeron que era suficiente. Todavía faltaba para que llegáramos al lugar pero, según ellos, no querían seguir escuchando música de "chicas". Quizás fue el hecho de que reproduje "Perfect", de mi dulce Sheeran, unas tres veces. Obviamente, cada vez que sonaba, la cantaba a todo pulmón en el auto, haciendo como que sostenía un micrófono imaginario con la mano derecha.

Todos se reían cada vez que hacia eso. Noté que Daniel me miraba de reojo y sonreía cada vez que me emocionaba con las letras de las canciones (cosa que sucedía cada dos segundos).

Yo hacía toda la coreografía. Bailaba y cantaba, todo junto. Incluso llegó un punto en el que Demian hizo lo mismo que yo.

Cuando puse a Maroon V todos, literalmente TODOS, empezamos a cantar y a bailar. El auto era una fiesta que no íbamos a dejar pasar.

- ¡Al fin música para todos! Dios, no pongas más música cursi- dijo Demian.

- ¡Déjame de joder nene! Voy a poner lo que yo quiera escuchar. Yo tengo el control de la música en este auto.

- Bueno bueno, calma fiera salvaje, vamos a escuchar lo que quieras pero, por el amor de Dios, no más música melosa. Te lo ruego.

-Te prometo que no voy a seguir poniendo música melosa. ¡Ahora empieza la fiesta! - dije mientras ponía el nuevo tema de Demi Lovato con Luis Fonsi.

La canción nos subió el ánimo y la pusimos bien fuerte cosa que se escuche desde la calle. Me dio gracia que muchas personas en la calle, al escuchar la música, se pusieron a bailar o a cantar. Incluso los autos que iban a la par tocaban la bocina.

Cuando por fin llegamos al bar, bajamos todos y nos dispusimos a esperar. Aunque no lo crean,  llegamos primero. Pasados unos diez minutos llegaron los demás y pudimos entrar.

Primero y principal, le pedimos al encargado que nos armara una mesa grande para todos ya que éramos doce personas esa noche. 

Sentados en la mesa pedimos unas cervezas y unas papas fritas mientras charlábamos un rato. No nos dimos cuenta pero, entre cerveza que va y viene, se habían hecho las doce de la noche. Para entonces nos avisaron que iba a comenzar el concurso de karaoke.

- Espere... ¿dijo "concurso"?- pregunté en voz alta.

- Si, pensamos hacer algo nuevo para no siempre hacer una simple noche de karaoke. Ahora va a ser un concurso por lo que, si desean participar, deben anotarse en la hoja que está en la barra este- me dijo la chica que nos atendía.

- ¡Oh! ¡Buenísimo! Siempre lo nuevo viene bien.

- Claramente. Ahora, si no necesitan nada más, me retiro. Que disfruten sus bebidas.- dijo y  se fue.

Me gire para observar a mis amigas y todas pensamos lo mismo.

- ¡Vamos a anotarnos! Aunque no sé qué ganaríamos quiero participar- dijo Emma.

-¡Dale! Vamos.- dicho eso nos levantamos todas las chicas y fuimos a la barra para anotarnos. Cuando estábamos ahí, Demian nos alcanzó y nos pidió que los anotemos a Daniel, a Sebastián y a él. Entre risas lo hicimos y nos dirigimos hacia la mesa.

- Chicos, finalmente estamos anotados. Bueno, casi todos. Los únicos que se animaron fueron los hermanos y Demian- dije.

- Pero, ¿Saben cuál es el premio?.- Todas nos encogimos de hombros.

- Es solo por diversión Harry, no importa que ganemos. Menos importante es si ganamos o no- respondí.

- Tenés razón.

- Siempre tengo razón.- Y rompí a reír junto con todos. Nos sentamos a esperar que empezara el concurso y a esperar nuestro llamado al escenario.

El bar en si es lindo y espacioso; con dos barras en los costados del lugar y un pequeño escenario al fondo. Todas las mesas rodean el escenario dejando un espacio para una pista de baile frente a este.

El lugar era increíble. Definitivamente lo amo.

Cuando escuchamos que la música ambiental comenzó a ser cada vez más baja, pudimos ver qué un hombre se subía a la tarima y tomaba uno de los micrófonos que estaba apoyado en una mesa a su lado.

- ¡Buenas noches! Damas y caballeros, ¡les doy la bienvenida a la noche de karaoke!.- se escuchan gritos y silbidos de todos lados. El lugar ya está repleto-. Como todos saben, pueden anotarse en grupos, parejas y solistas.- se aclara la garganta-. Bueno, lo que no saben es que ésta va a ser una competencia entre dos dependiendo de la categoría que hayan elegido, es decir, que competirán uno contra uno, pareja contra pareja y grupo contra grupo. En fin, esto va a ser una competencia muy divertida. El ganador recibirá tragos gratis para él y toda su mesa.

Al escuchar eso todos empezamos a gritar y a golpear las mesas.

Yo estaba muy feliz, me había anotado en las tres categorías y esperaba ganar alguna.

Todos estábamos celebrando y charlando en mi mesa hasta que la vi, sentada a unos metros de distancia, mirándome.

Maldita sea mi suerte y maldita sea Miranda.

Para que entiendan mi reacción, les explicaré quien es Miranda.

Ella es una maldita perra sin alma; es una súper creída que es mala con todo el mundo. La odio con todo lo que soy.

No sé qué hace ella acá. Cuando veo que me mira fijo y luego mira de reojo el escenario me doy cuenta de lo que sucede. Ella va a competir.

La detesto ahora incluso más. ¿Quién se cree que es para arruinar mi noche así? Esta vez no le voy a dar ese placer. Esta vez pienso hacer que pierda con todas mis fuerzas.

Aún no saben la razón de mi odio, ¿verdad?

Bueno, creo que puedo explicarlo con esta simple frase.

Esa maldita de allá es la supuesta mejor amiga de mi ex que a su vez es la ex novia de él. Super retorcido, ¿no?

Bueno, ella me hizo la vida imposible a mí y a mis amigos. Entonces es hora de pagar.

Estúpida Miranda, puedo jurar por mi vida que vas a perder este round.

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