El amor de un hermano

Capitulo 20: ¿Qué pasa? ¿Celos?

En menos de tres minutos, Gabriel regresó al hotel. Entró con bastante prisa y se encontró con Dean hablando con Castiel. Ninguno notó que él estaba ahí parado. Miró hacia otro lado y vio que Sam le hizo una seña para que no hablara. Asintió y pasó con suma cautela por detrás de ellos para ir al lado de su pareja y escuchar lo que decían desde allí.

-Cas, tú... ¿saldrás con ese chico?

- ¿Con David? Sí, él me invitó.

-Sí, sí, me imagino eso, pero... No sé... No me genera confianza-dijo el rubio, sin ver al menor.

-Dices eso de muchas personas, Dean. ¿No te agrada la gente?-preguntó Castiel, ladeando la cabeza.

-Bueno... sí. Pero ciertas personas no.

- ¿David es una de ellas?

Dean no le contestó. Quería pensar una respuesta coherente para Castiel, pero era difícil, pues quería decirle lo que le molestaba de ese chico.

-Cas, te lo robamos un segundo-dijo Sam, mientras él y Gabriel tomaban a Dean de los brazos y lo llevaban a un cuarto.

- ¿Qué les pasa?-preguntó Dean, mientras su hermano cerraba la puerta.

-Estás celoso-se burló Gabriel, sin esconder la sonrisa.

- ¡¿Qué?!

-Dean, le hablas así de un chico que viste una sola vez-dijo Sam.

- ¿Y?-preguntó, tratando de hacerse el indiferente.

-No puedes negarlo, rubio. Te molesta que Cas vaya a salir con alguien más. Después de todo, él había salido mucho contigo-continuó Gabriel.

Dean sintió que sus mejillas estaban rojas.

-Ni siquiera conozco a ese chico, no puedo estar celoso.

Sam y Gabriel intercambiaron una mirada y una sonrisa cómplice ante esas palabras. Dean bufó y dijo:

-No sé que estén pensando, pero les aseguro que no es así.

-Claro, claro. Sigue negándolo-murmuró Gabriel.

Dean sacudió la cabeza y salió casi corriendo del cuarto.

-Para que saliera huyendo, debe ser gordo el tema-comentó Gabriel.

-Ni me lo digas. Espero que cuando arreglemos esto, hable un poco con Castiel-dijo Sam.

-Sólo por preguntar, ¿Castiel alguna vez te habló de algo concreto sobre «eso»?-interrogó Gabriel. El alto negó con la cabeza.

- ¿Tú le pudiste sacar algo cuando era adulto?

-Nop. Jamás quiso contarme-respondió-. ¿Qué harás cuando se termine de declarar?

-Ya lo veras. Aunque la verdad, dudo un poco de mi reacción.

Dean regresó a la sala para ver a Castiel y lo encontró hablando por teléfono.

« ¿Es que a eso nunca se le acaba la batería o qué?», pensó, fastidiado de verlo siempre con el celular.

-Ya te dije que Dean y Sam son buenos amigos... Sí, les tengo mucho cariño, como si fueran otros hermanos.

Eso sí que le dolió al cazador. Definitivamente, debía dejar de pensar que un adolescente se podía enamorar de un adulto.

-La verdad es no pensé que podríamos hacer... ¿Un centro comercial?... Supongo que está bien. Nos vemos mañana en la tarde.

- ¿Todo bien, campeón?-preguntó Dean.