She's perfect » Nash Grier

Capítulo quince.

Pensaba que era Nash, pero en la realidad era Taylor que creo que quería decirme algo importante.

—Nash te esta mirando enamorado —canturreó y me reí.

—A él le gusta Christie y estoy muy segura de eso —dije.

—¿Muy segura? No lo creo.

—En serio.

—Vamos, ni tu te lo crees.

—¿Viste como se miran? —pregunté.

—Si, pero tu no —río—. ¡Nash ven! —gritó a todo pulmon.

—¿Qué pasó? —preguntó.

—Cuida a ____ por mi —tomó mi mano, tomó la de Nash y las unió—. Gracias, Nash. Adiós.

—Pe... Tay... —intentó decir, antes de que Taylor se vaya—. Ok... que raro.

—Es Taylor —reí, el me imitó.

—Estás hermosa —sonrió, me sonrojé

—Tú-tú no te que-quedas atras —tartamudeé. Oh mierda, estoy nerviosa.

—¿Estás nerviosa? —levantó una ceja divertido.

—N-no.

—Haré que te creo...

Como aún seguíamos con las manos juntas, puso mis manos al rededor de su cuello, acercándonos más. Colocó sus brazos al rededor de mi cintura y sonrió.

—Mucho mejor —dijo.

Asentí inconsientemente, amaría este momento por siempre. ¿Y por qué? Porque me enamoré de Nash.

{...}

—Creo que deberíamos tomar algo —le dije a Daphne, ella asintió.

—¿Y Fressy? No la he visto en toda la noche.

—Recién han pasado dos horas, no pasó toda la noche —reí

—Tal vez está haciendo de las suyas con Jacob —intervino Jack G.

—¡Eres un asqueroso! —dijo, Daph.

—Eso no dijiste anoche —sonrió.

—¿Ya lo han hecho? —solté una carcajada al ver a mi amiga roja como un tomate—. No quiero sobrinos pronto.

—Tranquila, ____ —Jack G, se rió.

Los tres nos fuimos a la barra y pedímos cerveza. Mientras veíamos todo lo que pasaba en la fiesta, personas besandose, bailando, algunos un poco más y hacían sus cosas en el sofá o contra la pared.

Vi a Christie ebria, intentando subir a bailar con el dj. Me reí cuando la vi caer y nadie la tomó.

—Ahora, una hora de lentos —dijo, el dj.

Una canción sonó, no sabía cual era pero me gustaba. Tenía una linda letra, por eso me gustaba. Daphne y Jack G. se alejaron, para ir a bailar juntos.

—¿Quieres bailar conmigo, de nuevo? —escuché la voz de Nash detrás mío.

Sonreí, antes de dar media vuelta.

Oh, dios. Sonríeme más, que nunca me cansaría de tu sonrisa, Nash.

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