Capítulo treinta.

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—¿Y entonces...? —preguntó, la entrevistadora en la tv.

—Comí una papa, no iba a ayudarlo —respondió, la celebridad.

Me reí junto a mis amigos, novio y hermano. Había invitado a Daph con Jack G, Fressy junto a Jacob y Chad se había invitado solo. La pelirroja y su chico fueron a rentar una película mientras los demás estábamos mirando un entrevista y comiendo comida chatarra.

Fressy y Jacon llegaron a los 20 minutos, con más de dos películas Dos cómicas y la otra de terror. Decidimos mirar una de las cómicas, luego la otra y después la de terror. Todos nos pusimos cómodos, Chad se “acostó” en el sofá de una persona, parecía un muerto como estaba ahi. Daph se sentó encima de Jack, en el sofá y a su lado Fressy junto a Jacob, muy juntitos. Yo y Nash compartíamos un puf, casi en la misma posición que Daphne y Jack.

En la mitad de la película, el timbre resonó por toda la casa, haciendo que todos bufaramos porque estabamos divirtiendonos con la película. Chad abrió y era mi padre, con más comida chatarra para nosotros, que dejo en la mesa ratonera. Colocamos la película nuevamente y otra vez el timbre. Esta vez fue mi padre a abrir la puerta, ya que todas las amas de casa estaban descanzando y ninguno de nosotros queríamos hacerlo.

—Te arreglaré la cabeza —dijo, un protagonista mientras tomaba un martillo, cuando ya lo tenía le pegó a otro.

Comenzamos a reirnos a carcajadas, era algo muy estúpido pero nos causaba risa y demasiada. Mi padre se acercó a la sala junto a una voz femenina, no le presté atención ya que aún seguía riendome.

—___, Chad, saluden a la novia de su hermano.

Me giré y vi a Christie, murmuré un malhumorado “hola”, al igual que Chad. Ella vió la posición en la que estaba con Nash, frunció el ceño. Sonreí y segui mirando la película.

Mi padre la acompaño a la habitación de Tyler, ¡no debería! ¿Por qué mi padre es tan caballero? Lo es hasta con zorras, lo es con muchas mujeres de todos tipos y todas caen a sus pies. Nunca les conté de él y tal vez debería hacerlo, es un hombre como de 37 años aunque no lo parece. Parece que tiene 20 o algo así. Sus músculos se notan en todo su cuerpo, al igual que sus “cuadraditos”. Casi nunca corta su barba, no es que tenga una barba como Papá Noel, pero es que nunca se la corta toda, solo poco, dejandola perfecta y como si fuera sexy, y sí que lo es según Daph y Fressy.

{...}

—¿Qué haremos mañana? —preguntó, Nash antes de irse.

—Mañana hay instituto, ¿qué podríamos hacer?

—¿Starbucks luego del insti? —sonrió.

Asentí sonriente y lo besé, pasé mis brazos al rededor de su cuello y levante un pie. Esta vez no tendría que hacer puntitas ya que, estabamos en escaleras y estaba a su altura, por estar un escalón más arriba. Él pasó sus manos al rededor de mi cintura, levantandome del suelo y haciéndome sonreir. Siempre quise saber que se sentía esto y es lo mejor que me pasó en la vida y, o podría pasarme.

—Basta de cariñitos a mi hija cuando estoy —bromeó, mi padre.

—Lo siento, George —se disculpó Nash dejandome en el escalón—. Nos vemos mañana, bebé.

—Hasta mañana —sonreí, observando mientras se iba—. Papá, ¿por qué acompañaste a esa con Tyler? —pregunté, siguiendolo a su habitación.

—Un hombre debe ser caballero con cualquier mujer —respondió, entrando a su habitación y lo seguí.

—¿Hacías eso con mi mamá? —sonreí, queriendo saber de ella. Él se miro en el espejo, tragando y suspirando.

—Creo que no es momento para hablar de eso —susurró.

—Pero yo quiero saber.

Suspiró nuevamente y comenzó a contar: Él era el típico chico malo del instituto, usaba su cabello hacia arriba como ahora, se vestía con chaquetas de cuero y siempre se acostaba con las zorras. Nunca respetaba a las mujeres —algo raro, porque ahora sí—, pero un día llegó una chica que es la que sería mi madre, su nombre era Alisson. Con ella aprendió demasiadas cosas, como ella con él. Primero no aceptaba que estaba enamorado de ella y luego lo aceptó, con una reflexión con su mejor amigo Harry.

—Luego de tener a Chad, sufrió una enfermedad rara. Juré que fue lo peor de mi vida y a el año de Chad, ella murió —sus lágrimas caían, al igual que las mías. Mi madre estaba muerta y yo ni recordaba de ella.

Me acosté sin comer, ya que mi apetito aún seguía lleno por la comida chatarra. Miré hacia arriba pensando en mi madre...

Quisiera saber todo sobre ella...

She's perfect » Nash Grier Donde viven las historias. Descúbrelo ahora