Como cada mañana llevo a Erika al kínder pero esta vez no fue algo fácil, por primera vez me atacaron los: Paparazzis.
Con sus enormes cámaras empezaron a atacarnos a mí y a mi pequeña, Erika con temor a los grandes flashes me pide que la cargue y acto seguido la cargo.
En grande zancadas logro llegar al kínder donde al entrar al patio nos dejaron en paz, le dejo a la pequeña y nuevamente salgo para enfrentarme a ellos de nuevo, doy una gran bocanada de aire y mis piernas se empiezan a mover por si solas evadiendo cualquier pregunta que me daba los paparazzis.
—Amber ¡Amber! —exclamaba algunos para que los miren y pudieran quitar una foto mía pero seguía ignorándolos.
En este momento maldecí estacionar mi auto en la otra cuadra.
—Amber ¿Usted y Niall Horan mantienen una relación? —interrogaba uno.
—Amber Moore ¿Erika es la hija verdadera de Niall Horan? —proseguía otro.
¡Por dios! y seguían con sus preguntas y flashes, desvié mi mirada porque una cámara iba muy cerca de mi cara pero al darme la vuelta mi cara choco contra el lente de otra cámara, gemí del dolor.
—Oh por dios ¿Qué has hecho? —maldecía uno
—Es Amber ¿Cómo se te ocurre hacer eso? —decía otro.
Me sentía famosa y querida en este momento pero me dolía mucho mi ojo, por suerte logre ver mi auto con el ojo sano que me quedaba, me adentre en ella y pude ver como seguían echándole bronca al que sin querer me ataco con la cámara, suspiro y abro la ventanilla.
— ¡Fue un accidente! Te perdono—exclamo mientras el muchacho ese que sin querer me lastimo me sonríe como agradecimiento mientras los otros se quedan mirándolos con envidia.
(…)
— ¡Por dios! Amber ¿Qué te ha pasado? —pregunta Katy preocupada cuando entro al edificio de modas.
—Paparazzis—fue lo único que solté, ella me mira extrañada.
— ¿Eres tan famosa ahora, Ambs? —cuestiona divertida, ruedo los ojos.
—No Katy, digamos que tengo amigos famosos—ella medita un poco y como un foquito se le prendió me mira con admiración.
— ¡Pero si eres tú la chica que trae algo loco al Horan! —exclama con su boca formando una perfecta “O” — Así que esa niña sí que era tu hija.
Suelto una risita.
—No traigo de loca a Niall—suspiro— Si, él era un amigo mío y bueno, se enteró lo de Erika y quiso hacerse cargo de ella a toda costa—ella me sonríe.
—Se me hace que Erika no es el motivo de todo-me mira risueña— Se me hace que le gustas-me ruborizo un poco.
— ¿Qué? Para nada… Solo somos amigos—le sonrío nerviosa pero hasta a mí me duele la palabra “Solo amigos”
—Sí, claro—suspira— Los inversionistas la de la otra vez ¿recuerdas? —Asiento— Pues dentro de 2 meses dirán el veredicto, algo me dice que tu propuesta ganara.
Pongo los ojos en blanco.
— ¿Tú crees? —ella asiente.
—Sí, eres la única con una idea original, la mayoría es algo copiada—respira— Ven que te daré algo para tu ojo morado.
Si decir nada más la sigo hasta donde se dirige.
(…)
— ¡Erika! ¡Ven que nos quieren ver! —grito mientras inicio mi sesión en Skype.