—Sonríe pequeña-decía el fotógrafo hacia Erika, ella hace una mueca.
—Yo no quiero sonreír-dice ella cruzándose de brazos, el fotógrafo rueda los ojos.
—Por favor niña, solo es una foto más y ya está libre-le insistió, Erika suspiro.
—Bueno, una más y ya salgo-dijo y el fotógrafo sonrió.
Dicho esto poso para una o dos fotos más y listo.
Niall respiro estirándose de todas la formas, le fruncí el ceño.
—¿Cansado, Horan?-el sonríe y besa la punta de mi nariz.
—Ser modelo no es lo mismo-arque una ceja.
—Pero si hacen como ¡50 escenas de phothoshop! Para productos de galletas, autos, comida, etc y para mi desfile e colección de ropa ¿no? Eres todo un justo, Horan-el sonríe divertido.
—Quizás si pero me pagan-le fulmino con la mirada, el soltó una risa y me abrazo por la cintura.
—Oh, vamos Ambs ¿te enojaras por eso?-le mire fijamente a sus ojos- Al parecer sí, creo que necesitas más como el del sábado, probar nuevas sensaciones-le di un codazo amistoso ruborizada.
—Calla Horan-carraspee un poco pero el nuevamente rió.
—Creo que es todo señorita, Moore-dijo el fotógrafo mirando las fotos desde su cámara.
Le sonreí a Erika.
—¿Ves? La tortura termino ahora a casa-ella aplaude.
—¡si! Por fin-y corriendo va a los brazos de su padre.
(…)
—Pues creo que el té es mejor que el café-opino Elizabeth mientras nos servía en nuestras tazas algo de té.
Louis sonríe con los ojos iluminados.
—¡Por fin alguien que no es adicta al café!-Elizabeth le mira algo desconcertada-Na-nada, solo decía-el nuevamente le dio un sorbo a su té.
Ron empezó a venir hacia nosotros sentándose en unas de las sillas, le miro a su mamá.
—Mami, quiero galletas-le pide, mi hermana le sonríe.
—Claro, espera allí que te serviré-Ron me mira.
—Tía Amber, falta como una semana para el cumple de Erika ¿Qué le regalaras?
Un tiro a mi cabeza, lo olvide por completo ¡El cumpleaños de Erika!
Últimamente ando estresada por el trabajo de la nueva colección de ropa de niños, como será las combinaciones, quienes modelaran, el lugar, etc. Todo esto hace que me olvide el propio cumpleaños de mi hija.
Suspiro y le doy una cálida sonrisa a Ron.
—No lo sé ¿Tu que le darás?-ella sonríe abiertamente.
—Tal vez una muñeca nueva o un collar-fruncí el ceño.
—Perdón que me entrometa-dice Louis- pero ¿Un collar? ¿Por qué eso pequeño?
Ron le sonríe tímidamente a Louis.
—Porque suena muy bonito, además ella merece cosas bonitas ¿Verdad tía Amber?-Elizabeth sonríe con nostalgia.
—Si… Esta bonito el collar-miro de re ojo a Elizabeth.
Creo que trataba de decir que eso era igual a las palabras que utilizaría Robert. Ron era igual que su padre.