Los ojos me empezaban a pesar, la espalda me dolía y tirarme en mi cama era mi único pensamiento ahora.
No aguantaba el sueño que llevaba, solo escuchaba el “Blah, Blah, Blah” De las personas, algunos alzaban la voz u otros se limitaban a susurrar.
Las reuniones de la empresa no eran nada divertidas, se quejaban, discutían de nuevas ideas. Habría unos inversionistas que llegaría en dos semanas y buscan algo “innovador” algo “nuevo” pero como siempre no había algo nuevo.
Una de las diseñadoras llamada Katy la cual era mi mejor amiga en la oficina golpeo la mesa sobresaltando a todos, hasta a mí.
El silencio inundo el lugar y nos fijamos en su ceño fruncido, ella carraspea e injiere de un sorbo su agua e habla:
—Sabemos que este proyecto e inversionistas nos tienen corriendo de aquí para ya.
La mayoría asintieron u otros soltaron un silencioso “si”
Me acomodo en mi asiento y presto atención.
—Diseñamos mayormente ropas para famosos pero…, nunca una para sus niños famosos o hijos de famosos—arqueo una ceja—rato de decir ¿Por qué no lo intentamos? Los famosos pagarían millones para la ropa de sus chicos, seriamos el cliché de todo ¿Alguna idea? —cuestiona y todos empezaron a murmurar o hablar ente sí.
Tímidamente quito de mi maletín unos diseños que me había imaginado para Erika, nunca los presentes pero creo que este es el momento.
—Saben que si tienen ideas le mostraremos a los inversionistas de moda y serán ascendidos e su sueldo aumentara—Dicho esto todo el mundo se levantó de sus sillas dirigiéndose de seguro a sus oficinas para idear algo.
Ella suspira y niega con la cabeza frenéticamente.
Agarro mi folio donde tenía mis dibujos, me acerco a ella y Katy me sonríe.
—Ambs. —Pronuncia y le sonrío— ¿Qué sucede? —cuestiona con su dulce voz.
Suspiro y temblorosamente le entrego mi folio, ella era mucho más superior.
Ella mandaba a las costureras, ella diseñaba las pasarelas para una nueva colección, etc. Cosa que algún día quiero llegar.
Yo al menos ya tengo mi fama vendiendo mis diseños.
—Yo… yo tengo un plan e proyecto listo—le paso el folio y ella lo agarra—Solo... por si les interesa.
Ella me sonríe con los labios sellados, mira mi folio y su sonrisa aumenta mostrando sus dientes blancos y alineados.
—Lo tendremos en cuenta ¿ok? —Asiento torpemente— Gracias Ambs, ya estas libre, puedes ir a pasar la tarde con Erika.
Trato de no chillar pero lo que hago es abrazarla, ahora lo único que debía de hacer era enviar los vestidos a las chicas y ¡Listo! Corriendo salgo de allí.
(…)
Llego al kínder pero para mi sorpresa estaba vacío, me adentro por el jardín pero antes de ingresar me encuentro con sollozos de una niña.
Me acerco lentamente para ver quién era y para mi sorpresa era Erika pero no estaba sola, Niall la acompañaba.
El me mira con una cara de pocos amigos.
Me acerco a ellos pero Erika abraza a Niall.
—No quiero ir con ella—susurra y Niall acaricia su cabello.
Trato de acercarme nuevamente pero el chillido de Erika me lo impidió.
—Vete Amber ¡Vete! Todo el tiempo me mentiste ¡Teníamos una hija! ¿Cuánto tiempo lo ocultaste? Eres una mierda—dice mirándome con asco.
Las lágrimas no tardaron en aparecer ¿Cómo lo supo? ¿Por qué Erika esta así? Trato nuevamente tocarle a mi pequeña, ellos desaparecen.
Abro los ojos jadeando, había sido un sueño.
Me incorporo y miro mi alrededor, estaba en mi auto.
Ahí los recuerdos se asoman, me había metido al auto, escuchaba una canción pero el sueño me gano y me estacione, y ¡Pum! Me dormí.
Miro la hora y faltaba como 15 minutos para que Erika salga.
Acelero lo más rápido posible para llegar a tiempo.
(…)
Corriendo llego al kínder y para mi sorpresa no había mucha cantidad de personas como la otra vez.
De seguro Niall no vino.
Entro al lugar y entre millones de niños trato de divisar a mi pequeña. Alguien me toca el hombro.
Me doy la vuelta y me topo con la maestra de Erika.
—Señorita Moore, su hija fue retirada, lo hizo su padre.
Mi sangre se helo.
— ¿Su-su padre? —tartamudeo, ella me mira confundida.
—Sí, un señor de ojos azules.
— ¿Él dijo que ella era su hija? —ella negó con la cabeza.
—No pero lo supuse—encoje los hombros— se parecía bastante a Erika.
Hasta una profesora se da cuenta.
—Oh, gracias—solo me limito a decir y salgo del lugar.
Ahora ¿Dónde está Niall con nuestra hija?
Miro por todos los lados hasta que escucho el claxon de mi auto, miro hacia mi auto y allí se encontraba Niall con nuestra pequeña.
Suspiro aliviada y voy hacia ellos.
— ¿Qué haces aquí? —cuestiono pero el solo sonríe.
—Busque a Erika y la retire temprano, no quería que pasara lo de la otra vez—ruedo los ojos divertida.
—Vamos a casa—solo digo y el asiente, entra en el piloto mientras yo pongo a Erika en su sillita.
Le miro a Niall.
— ¿Manejaras? —cuestiono, el asiente.
—Soy el hombre y es mi deber—solo le dedico una sonrisa.
(…)
— ¡Traeré a Mister Cookie! —exclama Erika y desaparece de la sala.
Niall ríe y nos adentramos en el comedor.
—Hey, estoy en busca—dice y la miro confundida.
— ¿En busca? —él sonríe entre dientes.
—En busca para la niñera de Erika—se acercó más a mí dándome la sensación de mariposas en el estómago.
— ¿Niñera? —cuestiono y el me agarra de la cintura haciéndome mirarlo fijamente.
—Sí, para nuestra cita ¿No lo recuerdas? —pongo los ojos en blanco, la fiesta, me había olvidado.
Embozo una sonrisa, había llamado “Cita” a la fiesta.
—Oh…—pronuncio y el besa mi frente.
—La pasaremos de maravilla, créeme—me susurra en el oído dejándome volar mis mariposas en mi estómago.
Este chico es un encanto.