-Final-
Amber:
Abrí los ojos, no sabía a qué hora me había dormido pero podía captar que no estaba en mi casa peor también que aún era sábado ya que en la ventana notaba el atardecer. Me frote los ojos y recordé lo que pasaba.
Estaba en una cabaña siendo secuestrada por Daniel, Lisa le apoyaba porque quería a Louis y Niall probablemente habrá sufrido un accidente.
Sin poder aguantar más solté un llanto, un llanto de lo más adentro de mi corazón. No podía creer que esto o mejor dicho el resto de mi vida sería estar atada con Daniel, con una persona que no amaba, sin ver a Niall o a Erika nunca más. Sin ver a Louis, a mis amigos y a todos los que me rodean.
Solté nuevamente otro sollozo, sin ver nacer a mi próximo hijo.
Las palabra de Daniel diciéndome que mataría a mi hijo inundaron mis oídos, no podía ser cierto. Esto debe ser una pesadilla, del cual debo de despertar.
Escuche como forzaban la puerta, alce mi vista para encontrarme con Daniel, él me sonrió.
—Despertaste, Ambs—le mire con desprecio.
A causa de él estaba así.
—Eres un imbécil—masculle, pero el solo me miro.
—Lo sé—respondió—Sé que soy un loco pero te amo—gruñí.
No se cómo y dónde pero saque fuerzas para poder golpear su pecho, me estaba colmando la paciencia.
—¡Tu no me amas! ¡Tú eres un estúpido que no sabe lo que es dejar a alguien para que sea feliz! Eres un estúpido, hijo de puta que nunca debió de nacer ¡Te odio y mil veces te odio Daniel! —le grite.
Y siendo sincera podía sentir que tenía un peso de menos, le había dicho todo lo que acumulaba hacia él, nuevamente.
El me miro con una mirada gélida, sus ojos verdes se tornaron más oscuros pero una sonrisa maliciosa se escapó de sus labios.
—¿Soy todo eso? —No respondí—Pues bien, quédate aquí. Olvida que te daré agua o comida, Amber. Te aguantas hasta que aprendas la lección.
Dicho esto salió de la habitación, dejándome sola. Escuché como me cerraba la puerta con llave. Solté nuevamente un llanto, esto no podía ser cierto.
Esto debía ser una horrible pesadilla.
(…)
Niall:
Escuchando unos pitidos abrí mis ojos, sintiéndome inmóvil. Miles de voces medio de alivio resonaron en mi mente. La luz choco con mis ojos encontrándome con Louis, Elizabeth y Harry, los cuales me miraban angustiados pero a la vez alegres.
—Niall… Despertarte—fruncí el ceño.
—Si…—murmure pero recordé algo—¡Amber! —Exclame desesperado—Necesitamos ayudarla, ella aun esta con Daniel.
Intente salir de las sabanas pero me resulto imposible, al tocar tierra me caí, no sentía mis piernas.
Elizabeth soltó un sollozo de repente.
Louis y Harry me ayudaron a levantarme del suelo llevándome de nuevo a la cama, fruncí el ceño desesperado, en busca de respuestas.
—¿Qué ocurre? ¿Por qué no puedo levantarme?
Louis suspiro.
—Te has quedado paralitico, Niall. No podrás moverte o caminar hasta nuevo aviso, debes utilizar silla de ruedas y seguir un tratamiento para poder caminar de nuevo.