Hogwarts Scars [ESP]

• Todo es mejor a tu lado •

El cuerpo, supuestamente muerto de Izzy que yacía crucificado en la pared empezó a gritar dolorosamente nada más el rayo verde dio en mi abdomen y a retorcerse de dolor haciendo que las cadenas de las que colgaba se tensasen y se creasen pequeñas marcas en sus muñecas y tobillos.

Sus gritos fueron lo único que escuché durante unos minutos hasta que descubrí que ya no salían de su boca, sino de la mía.

Izzy—Mía, Mía, para por favor, Mía. mírame, mírame, abre los ojos.

Paré de gritar al quedarme sin respiración y abrí los ojos, estaba acurrucada en un rincón del Gran Comedor, rodeada de todos los alumnos que me miraban con miedo y asombro.
Mis ojos se fijaron en Izzy que estaba a mi lado, asustada y con verdadero terror, no lo pude aguantar y salté a sus brazos desesperadamente.

Emma—Estas bien, estás viva—suspiré mientras la miraba con los ojos cristalinos, no sabía si por alivio o angustia.

Izzy—¿Qué?

McGonagall—¿Qué está sucediendo aquí?—La profesora, junto con Severus, se abrió paso por el gran grupo de alumnos que se había formado a mi alrededor, al llegar a nosotras se paró y nos miró con cara de pocos amigos—. Señorita McDoul, señorita Rowling ¿qué han hecho ahora?

Nada más abrí la boca para responder me dormí, tal cual, fue como si el mundo me comiera de nuevo aunque de una manera más dulce y volví a caer al suelo.

Di la vuelta en el cómodo colchón pero al notar la casi inexistente e incómoda sabana que me tapaba no pude impedir abrir mis ojos, no reconocí mucho ya que todo estaba borroso y el sonido estaba embotellado.
Aún así distinguí voces a la distancia, una era la de Pomfrey y otra la de Joanne pero desconocía si había alguien más.

Pomfrey—Está muy débil, deberíamos llevarla al hospital, yo solo soy enfermera y esto debería estudiarlo un profesional...

Dumbledore—Tranquilícese señora Pomfrey, estoy seguro de que usted hizo lo mejor que pudo, sólo dele tiempo a la joven Hiddhalf y todo volverá a la normalidad.

Pomfrey—¿Normalidad? Es una guardiana señor director, nunca tendrá normalidad en su vida.

Joanne—Por ahora, solo dejémosla descansar, bastantes preguntas tendrá ya cuando se despierte.

Hubo unos minutos en silencio en los que después la voz de la enfermera volvió a sonar pero más lejana—Ya tuve bastante con Lupin para que ahora me traigan a una guardiana ¿Dónde me he metido yo?—Entonces todo volvió a ser negro y mi cuerpo cayó en la cómoda cama.

El aire frío tocó mis brazos desnudos e instintivamente me arropé pero no pareció servir de mucho, decidí darme la vuelta para ver si mi brazo izquierdo era capaz de aguantar mejor el frío y eso pareció durante unos minutos en los que mi cerebro intentaba captar el pensamiento adecuado para volver a dormirme pero no podía, por primera vez en mi vida, no podía dormir.

Abrí los ojos lentamente, no me dolía nada, estaba como siempre, creo que fue por eso por lo que me sorprendí tanto al ver dónde me encontraba, la enfermería, de nuevo.

Me senté mientras me rascaba mi ojo derecho y miraba a mi alrededor, por el contrario que la vez anterior no tenía ningún regalo, también vi que no estaba sola, justo en la camilla continúa a la mía se encontraba el cuerpo de una chica aparentemente de mi edad a la que no pude identificar porque estaba de espaldas a mí.