• La Primera Noche •

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Percy—...Fortuna Maio—dijo haciendo que el cuadro de la señora gorda se abriera dejándonos ver la sala común pero antes de tener la oportunidad de entrar escuché a alguien resoplar detrás de mí.

Emma—Tranquilo, no es tan difícil, dentro de unas semanas nos lo sabremos de memoria.

Neville—No lo creo, al menos yo—gruñó mirando al suelo tímido.

Emma—¿Sabes qué? Pareces un chico bastante inteligente, aunque tú no seas capaz de verlo.—intenté animarle, él agachó la cabeza y se puso ligeramente rojo lo que me hizo sonreír dulcemente—O si no, siempre la puedes escribir en un papel.—me fui antes de poder ver su reacción siguiendo rápidamente a Hermione subiendo por las escaleras que guiaban a las habitaciones de las chicas.

La sala común era enorme, nada parecido a lo que podría haber imaginado o visto en las películas. Teniendo en cuenta que más de cien estudiantes formaban parte de la casa estaba claro que debía ser un lugar grande, sin embargo no me había imaginado algo así. Era mucho más grande que cualquier casa en la que hubiera estado alguna vez. Se trataba de una torre al completo, una hoguera enorme de piedra que estaba pegada en la misma pared donde barios corchos se abrían paso con ya algunos papeles colgados. En el centro había unos cuantos sillones que se encontraban formando un círculo y en los alrededores mesas y sillas sobretodo mirando hacia las ventanas. Y las paredes estaban rodeadas con estandartes y moquetas con los colores de nuestra casa.

Emma—Pero...—intentaba hablar siguiendo aún a la castaña subiendo las escaleras que tenían forma de caracol—¿Cómo... Cómo voy a saber cuál es mi cuarto?

Hermione—Lo pone en la puerta.

Emma—¿La puerta?—Conseguí igualar su paso.

Hermione—Sí, en cada puerta hay un cartel en el que pone los nombres

Emma—Eso... No lo sabía...—Hermione sonrío y siguió andando todo el pasillo recto.

Hermione—No sé cómo lo habrá hecho Dumbledore contigo, ya sabes por lo del intercambio. Yo y Ginny estamos juntas porque así lo pidió la señora Weasley y se lo cedieron, ya que teníamos dos sitios libres, por lo que, como aún queda uno, sería un placer que te unieras aunque eso parece un poco... Y aquí estamos, este es nuestro dormitorio.—Se paró delante de una puerta de madera oscura donde, en unos carteles dorados, había escrito algunos nombres.

Lavender Brown
Hermione Granger
Parvati Patil
Ginny Weasley

Miré la puerta cinco veces diferentes esperando que mi nombre apareciera de la nada pero nada sucedió y me sorprendí notablemente pensando que lo más inteligente habría sido colocarme con ellas en la habitación.

Hermione se giró con una sonrisa débil.

Hermione—Lo siento, de verdad que quería que estuvieras con nosotras...

Emma—No pasa nada, de todas maneras estoy segura de que Dumbledore me cambiará a éste cuarto, por ahora... Esperemos—sonreí guiñándole un ojo.

Ginny—Hola—saludó alegremente al llegar a nuestro lado—¿Han puesto a Mía..?

Hermione—No—.contestó rápidamente.

Ginny—¿No? ¿Cómo que no?—la pelirroja más que triste parecía enfadada. Se giró casi instantáneamente a mirar de nuevo los nombres en la puerta que seguían siendo los mismos.—Esto es un error, esto es un grandísimo error, esto es el error más grande desde que Fred y George...

Hogwarts Scars   [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora