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Creo que nunca en mi vida he tardado tan poco en hacer las maletas, quizás encontrarlas fue lo difícil y meter todo lo que quería y sabía que necesitaría, pero por lo demás, fue bastante simple 'robar' champú y algunas chucherías.

Ayer estuve bastante tiempo preguntándome si no había sido un sueño, incluso le intenté preguntar a mi madre lo que había sucedido. No me respondió. Se metió toda la tarde en su cuarto, ignorando a todos y viendo una de sus telenovelas.

Cuando escuché el timbre bajé corriendo con una sonrisa gigante en la cara. Estaba demasiado emocionada y puede que aún atontada y aterrada.
Abrí la puerta y me encontré con Elias vestido de nuevo con un traje parecido al de ayer.

Mía—¿Solamente tienes ropa elegante en tu armario? Buenos días ¿Qué tal? Yo estoy muy bien, hoy brilla el sol y los pajaritos no me han despertado, va a ser un día genial.—Me miró raro y sonrío por mi hiperactividad matutina.

Elías—Buenos días a ti también Mía y si, la verdad es que hace un buen día—miró por la ventana refiriéndose al tiempo.

Mía—¿Nos vamos ya?—.

Elías—Si, claro, cuánto antes mejor ,pero ¿dónde está tu familia? ¿No se van a despedir?—frunció el ceño mirando a nuestro alrededor.

La verdad es que desde que Elías se marchó, nadie de mi familia me había hablado, los tres se habían encerrado en distintas habitaciones, mi madre en su cuarto (como ya he dicho viendo una telenovela), mi padre dudo que se enterara lo que sucedió ya que, como siempre, estuvo en su despacho y mi hermano en su habitación, con música triste a tope.

Mía—¿Familia? ¿Qué es eso? ¿Se come?—intenté hacer la broma pero sonó bastante triste y penoso así que me maldije al momento.—No me mires así—intenté evitar su mirada con una sonrisa para que viese que no me importaba.

Elías—Perdón, es que... Se lo que se siente.—Ambos empezamos a subir las escaleras para bajar mis maletas y le miré sorprendida—Oye ,no me mires así.—hizo la broma sacándome una pequeña sonrisa—Mi padre era muggle y nos abandonó a mi madre y a mí cuando era pequeño, nos quedamos solos y mi madre tenía que trabajar las 24 horas del día, casi nunca estaba en casa.

Mía—No me lo esperaba.—le miré sin comprender muy bien el motivo por el que me había dicho algo tan personal.

Elías—Hay miles de historias por el mundo como las nuestras, solo tienes que pararte a escuchar.

Después nos quedamos unos minutos en silencio.

Mía—¿Tendré que usar también frases tan filosóficas? ¿O eso sale solo?—Se empezó a reír.

Elías—Creo que viene con el contrato de mago y bruja—.Esa era una de las peores bromas que he escuchado en toda mi vida así que con cara de asco me reí.

Mía—No ,cállate.

Bajamos de vuelta ,ahora con mis maletas y nos encontramos con mi madre y hermano al lado de la puerta, parecían estar esperándonos pero algo me decía que no para despedirse entre lágrimas.

Mía—Mamá.—intenté sonar como en una película; seria y segura ,pero no pareció funcionar porque me ignoró y dirigió su mirada a Elías.

Mamá—No le permito que se lleve a mi hija, no tiene ningún derecho.

Mía—¿Qué?—de la nada me entraron unas ganas increíbles de reír.

Mamá—Lo que has oído señorita, coge tus maletas y sube arriba, no te vas a ningún lado.

Marcos—Mamá. —intentó tranquilizar la atmósfera que se había llenado de tensión—Lo que queremos decir que es que no hemos autorizado a mi hermana ,como menor ,a dejar nuestro domicilio.

Hogwarts Scars   [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora