• Castigos a lo Muggle •

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Solo estuve en la enfermería el fin de semana e Izzy no se separó de mí en ningún momento, salvo en los que la obligaban a ir al Gran comedor porque se negaban a darla de comer en la enfermería o cuando tocaba clase con Snape.
Harry, Hermione y Ron vinieron a visitarme algunas veces junto con Ginny y siempre traían dulces, lo que se agradecía porque la comida de la enfermería... No era lo mismo.

Cuando me dejaron salir de allí me di cuanta que solo se oía hablar de una cosa y era de Sirius Black.

Emma—Menos mal—suspiré mientras Izzy y yo llegábamos al segundo piso.

Izzy—¿Lo dices porque ya no hablan de ti o porque esos chicos que te miraban raro ya se han ido?

Miré hacia tras intentando ver a la gente de la que se refería—Lo primero.

Izzy—Durante todo el fin de semana en el que tú estuviste en la enfermería solo se hablaba de tí, ahora que has salido no se atreven a hablar delante tuya.

Emma—¿Por? ¿Les da miedo?—dije casi riendo.

Izzy—No, lo que pasa es que te quieren caer bien.

Emma—Que falsos—Izzy asintió. Ambas subimos los últimos escalones que nos faltaban para llegar al lado de un grupo de gente que se amontonaba delante de la entrada a nuestra torre y recordando lo sucedido empecé a sentir la falta de aire.—¿Qué sucede?—pregunté en susurros a los que estaban delante nuestra pero nadie pudo responder porque una voz les interrumpió.

Seamus—Está loco de remate ¿No hay otro disponible?—Conseguí colarme entre las personas que se apiñaban en la entrada de la sala común de Gryffindor con gran dificultad.

Percy—Ninguno de los demás retratos quería el trabajo, estaban asustados por lo que le ocurrió a la señora gorda, Sir Cadigan fue el único lo bastante valiente para ofrecerse voluntario.

Emma—Pues menos mal que esto es Harry Potter y no los juegos del hambre—murmuré llegando al lado de Hermione.

Hermione—¿Perdón?

Emma—¿Qué? No, nada ¿Qué pasa?

Ron—La señora gorda se niega a ponerse de nuevo como la guardiana de la sala común por lo que han tenido que traer a otro y por desgracia el único que aceptó fue el cuadro más chiflado de este castillo.

En ese momento noté cómo la gente que nos rodeaba se apartaba dejando paso a alguien que acaba de llegar.

McGonagall—¿Potter?—nuestro amigo que estaba embobado en sus pensamientos dio un salto asintiendo—¿Le importaría venir un momento a mí despacho, por favor?—Harry nos miró a todos y se fue detrás de la profesora a paso lento, todos nos miramos sin entender.

Hermione—¿Creéis que será por lo de Sirius Black?

Ron—¿Qué otra cosa podría ser?

Debo decir que no soy nada fan de la lluvia, sí, es la mejor excusa para no salir de tu cuarto durante todo un fin de semana pero no nos olvidemos de que a lo mínimo de humedad mi pelo se vuelve loco, de que te pongas lo que te pongas vas a tener frío y al siguiente segundo calor y de lo molesto que es escuchar a tu madre decir siempre "Abrígate que te pones mala" para después cogerte el catarro de tu vida. Así que cuando el tiempo empezó a empeorar por El Paso de los días no se me hizo nada remarcable.

Mientras que Hermione e Izzy hablaban sobre la clase de Hechizos yo me quedaba detrás de ellas junto con Ron.

Emma—Odio los viernes.

Ron—I... Igual—dijo bostezando.

No llegamos muy tarde al aula de DCAO pero desde el principio supe que algo iba mal, como siempre me fui a sentar junto a Neville quien estaba muy callado y pálido.

Hogwarts Scars   [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora