• ¿La Última Noche? •

56 2 0
                                    

Neville y Ginny aparecieron pálidos por la misma puerta por la que habíamos huido del bullicio que había generado la gente.

Ginny—Dumbledore ha dicho que debemos ir al Gran Comedor para nuestra seguridad.

Todos asentimos, tardamos un poco en levantarnos por el pensamiento de que, si quizás nos quedábamos en aquel pasillo escondidos entre las sombras no haría falta aceptar lo ocurrido. Suspirando me volví a unir a la multitud de alumnos. Me pregunté cual sería la idea de Dumbledore, si Joanne estaría tan horrorizada como yo o si siquiera se habría enterado.
Mientras caminábamos no se escuchaban más que los pasos rápidos de la gente con claro temor en sus rostros y me pareció impresionante el hecho de que los demás estudiantes estuvieran en sus habitaciones, cambiándose para dormir o riendo con sus amigos ignorando que un presidiario había entrado al castillo.

Aunque Izzy, Ginny y Neville estuviesen nerviosos y quisieran salir corriendo con los demás, mi lentitud al caminar nos frenó lo suficiente como para quedarnos a una prudente distancia de nuestros compañeros de casa.

Aún con la mirada perdida en el suelo conseguí moverme entre mi grupo de amigos para situarme al lado de Ron quien aunque tenía un brillo en su mirada con cierto temor no parecía muy nervioso.

Emma—No te veo muy aterrado—le susurré porque no quería que los demás se enterasen de nuestra conversación.

Ron—Si... Es que ya he estado dos años seguidos en situaciones peliagudas y...

Emma—Oh, claro—sonreí—,debí suponerlo, tuviste al mismísimo Voldemort de profesor.

Ron—No digas su nombre—contestó mientras la voz le temblaba.

Emma—¿Enserio? ¿Te da miedo un simple nombre?

Ron—No... No le tengo miedo, es una persona que no merece ser ni nombrada—la seguridad en su tono me hizo dudar si se trataba de eso o simple miedo disfrazado.

Emma—Pues ten cuidado, porque también pudiese parece un acto de respeto—se giró rápidamente.

Ron—¿Respeto? No seas tonta Mía, yo no podría respetar a alguien... como él.

Emma—Sirius Black lo hizo y tú sabes la historia que hay detrás.

Ron se paró en seco y me miró con una seriedad que desconocía el pelirrojo tuviera—¿Cómo puedes saberlo? Ni siquiera estabas viva y naciste en España—susurró mirando a nuestro alrededor. Nos quedamos ambos unos pasos por detrás de nuestros amigos, sentía la necesidad de conseguir toda la información necesaria, sentía que debía hacer algo y esto era todo lo que se me ocurría.

Emma—Mi tía...

Ron—Claro, tu tía ¿Asistió a clase con ellos, verdad?

Asentí con la cabeza, si nos poníamos a hacer números Joanne solo era cinco años más mayor que los Merodeadores—¿Y tú? ¿Cómo te enteraste?

No le dio tiempo a contestar porque nuestros amigos se habían dado cuanta de que no seguíamos con ellos.

Harry—¿Pasa algo? ¿Estáis bien?

Emma—Si, solo me había dado un mareo ¿Verdad Ron?

El pelirrojo asintió sin mirar a Harry a los ojos y ambos volvimos junto con Hermione a emprender el camino.

Ron—No se qué quieres decir con lo de... —susurró lo más bajo que pudo.

Emma—No quiero decir nada Ron, se que quieres a Harry como tu propio hermano y no dudaría de tu lealtad nunca, solo quiero saber si... —me mordí la lengua, no podía creer que le fuese a pedir ayuda a Ron Weasley.

Hogwarts Scars   [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora