• Nunca Dejes ir a un Dementor a un Partido de Quidditch •

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Volví a dar de nuevo con el paño mojado en uno de los grifos en el que había una mancha negra consiguiendo así que desapareciera.

Emma—Esto ya está ¿Y tú Ron?—el chico asomó la cabeza por la puerta del retrete.

Ron—Si, un segundo,—volvió a desaparecer y el sonido de la cadena inundó el silencio—ahora si.—Ambos dejamos las cosas en el mismo rincón en la que las habíamos encontramos y miré por la ventana.—No ha parado de llover en toda la tarde, espero que Harry sepa cómo manejarse allí arriba.

Emma—Ya es tarde ¿Cuánto tiempo llevamos aquí?

Ron—Pues a ver, hemos llegado por las 11:00 y son las 6:30, bastante, si es lo que querías saber.

Emma—¿¡Son las 6:30?!

Ron—Pues... si, eso creo.

Emma—Si que se ha pasado rápido, vamos, tenemos que llegar cuanto antes—avancé unos pasos pero el Pelirrojo me frenó.

Ron—Espera, las varitas—dijo mientras apuntaba a la caja.

Emma—Es cierto—me acerqué a ella y la agarré por los lados, no la podía coger, era muy pesada, mucho más de lo que parecía—No puedo cogerla... Pesa demasiado.

Ron—A ver, déjame a mi.—El chico agarró dos caras de ésta y empezó a tirar de ella sin ningún resultado.

Emma—Déjalo Ron, ni tú ni yo podemos levantarla, a saber lo que será en realidad.

Ron—¿Y ahora que hacemos? No pienso dejar la caja aquí sola ¡La varita es nueva!

Emma—Está bien, yo iré a por Snape, tú quédate aquí.

Ron—Eso no es justo.

Emma—¿Quieres ir tú a por Snape?—.

Ron—Está bien, de acuerdo, te esperaré aquí, pero no tardes.

Emma—De acuerdo.—sonreí poniéndome las zapatillas y colocándome la capa por encima de los hombros deseando que el agua no se colara por la tela.

Ron se dirigió aburrido hacia una de las camillas para sentarse, mientras que yo me la ataba y me dirigía a la puerta.
Justo en el momento en el que agarré el pomo esta se abrió de un portazo dejando a la vista al profesor Snape cargando el cuerpo de alguien al que no conseguí distinguir.

Snape—Deje paso señorita Rowling, estorba—rápidamente y sin saber cómo reaccionar me aparté de la puerta y me quedé embobada viendo cómo casi todo el colegio intentaba entrar por aquella puerta que cada vez se hacía más pequeña.

Pomfrey—¿Qué está..? ¡¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO AQUÍ?! ¡Fuera todos de mi enfermería! ¡Vamos, dejen sitio!—Ron y yo nos quedamos mirando desde la puerta de los lavabos como todos se marchaban excepto los del equipo de quidditch de Gryffindor a los que habían llamados expresamente.

Ron—¡Hermione! ¡Estamos aquí, Hermione!—saliendo de mi embobamiento vi cómo Hermione, Izzy y Ginny venían casi corriendo hacia nosotros con cara de miedo.

Hermione—Chicos... Chicos, no me lo puedo creer... es... es Harry—dijo entrecortada por haber corrido desde el estadio hasta la enfermería.

Emma—¿Qué ha ocurrido?

Izzy—Han sido unos dementores, él...

El golpe fuerte y preciso de la puerta cerrándose nos hizo saltar en nuestro sitio, Ron y yo nos miramos y fuimos casi corriendo a la camilla donde los pocos alumnos a los que habían permitido quedarse se apiñaban.

Haciéndonos espacio conseguimos llegar al lugar perfecto para poder verlo, estaba allí, inconsciente, con la cara más rajada de lo normal, la ropa rota y manchada. Sabiendo que esto debía suceder y yo no podría haber hecho nada al respecto mordí mi labio deseando que de verdad estuviera bien. La vez que yo perdí el control de la escoba fue él el que intentó por todos los medios ayudarme y yo, sabiendo lo que iba a suceder siquiera le había avisado.

Hogwarts Scars   [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora