• Secretos de Generaciones Pasadas •

24 1 0
                                    

En la Cabaña, Durante Algún Momento de Verano.

Elías—¡Emma! ¡Vamos!—le escuché gritar por décima vez desde el piso inferior.

Bufé y di media vuelta aunque sabía que me tendría que levantar. Desde que Joanne se marchó a nuestro presente con el pretexto de tener que trabajar en la nueva película, solo nos habíamos quedado Elías y yo en la casa, por lo que era obvio que en ocasiones nos tocaba quedarnos solos, pero yo lo detestaba, así que hacía todo lo posible para evitarlo.

Escuché sus pasos acercándose por las escaleras, y esperando a que la tranquilidad terminara deseé convencerlo para quedarnos al menos hoy en la casa.

Elías entró dando un portazo y con voz tranquila sonrió;—Buenos días.—a su lado apareció revoloteando la pequeña fada.

Emma—¿Dónde están los buenos?—gruñí tapándome con la almohada.

Elías—¿Acaso no has mirado por la ventana? Hace un día espléndido.—miró por el increíble ventanal que había en mi habitación por donde ya se empezaban a mostrar los primeros rayos de sol.—Te avisé ayer de lo que pasaría si te acostabas tan tarde.

Emma—¡Bueno! ¡Lo siento!—levanté los brazos cansada.

Neru—¡Emmmaaaaaa! Levantaaaaaa—su voz sonó como una melodía embriagadora que consiguió hacerme sonreír.

Elías esperó a que la fada se posara en su hombro para volver a dirigirse hacia mi—Ya tengo las botellas preparadas abajo, ¿quieres café?—se acercó a la puerta y asentí.

Bufé una vez volvió a desaparecer tras mi puerta y me quité la capa que me tapaba de golpe mirando indecisa al suelo. Odiaba quedarme sola en la casa, por un lado porque era aterrador estarlo, sobretodo encontrándonos en medio de la nada, y por otra parte porque sentía que el día desaparecía sin haber sacado ningún provecho, por lo que accedí a acompañar a mi amigo a sus vueltas. ¿Íbamos por el bosque? Sí. ¿Es en el bosque donde se encuentran la mayoría de cuerpos desaparecidos? Efectivamente. Pero al menos no estaba sola.

Emma—¡Ya estoy!—salté al bajar todos los escalones.

Elías—Vamos, hoy cogeremos otro camino.—se puso una pequeña bandolera alrededor de uno de sus hombros mientras que Neru hacía unos estiramientos extraños en el aire.

Emma—Vale, vale.—casi tiré la taza al intentar seguirle. Agarré mi varita y se la di para que la guardara, aunque sabía que no podía hacer Magia me gustaba llevarla conmigo, me hacía sentir más segura.—¿Y puedo saber por qué el cambio?—pregunté mientras estirábamos en el porche de la casa.

Elías—Porque aparentemente el normal no parece hacerte nada así que ahora intentaremos ponerlo más difícil—sonreí divertida.

Emma—Suena bien—moví mis tobillos en círculos.

Elías—¿Preparada?—se levantó del suelo y se situó en una línea imaginaria, yo hice lo mismo.

Emma—Siempre.

Neru, que era quien daba siempre la orden se posicionó delante nuestra con los dos brazos levantados.—¡Recordar hacer una carrera limpia y divertida!

Ambos sonreímos—¡Si!

Neru—¡Ya!—Él comenzó con un ritmo normal viendo cómo yo agarraba carrerilla para comenzar la carrera unos metros por delante suya aún sabiendo que con la carrera continua solo acabaría por detrás.

Subimos varias colinas y continuamos por caminos que se metían en el interior del bosque, era muy bonito pero difícil de esquivar por todos los árboles que había caídos en el suelo.

Hogwarts Scars   [ESP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora