Capítulo 26: Debilidades.

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"Huid de un enemigo que conoce su debilidad."

Pierre Corneile 

En un departamento solitario en una buena zona de Tokio, un par de pelinegros estaban disfrutando de un buen sexo, el más fuerte de ellos tenía cogido de la cintura al segundo, le había amarrado las manos a la cama, le encantaba sentir el control ...

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En un departamento solitario en una buena zona de Tokio, un par de pelinegros estaban disfrutando de un buen sexo, el más fuerte de ellos tenía cogido de la cintura al segundo, le había amarrado las manos a la cama, le encantaba sentir el control que podía ejercer en sus amantes teniéndoles en esa posición; para Kageyama el satisfacer sus necesidades era primordial y no cabía duda de que era buen amante pues Kunimi no hacia más que gemir bajo de él.

-Ya casi termino Kunimi – le dice el pelinegro tomando con más fuerza sus caderas, encajando sus dedos en las mismas.

-Termina dentro, quiero que me dejes lleno – le responde su amante entre jadeos y gemidos que no puede evitar que salgan de su boca.

Incitado por las palabras de Kunimi, Kageyama aumenta la velocidad y rudeza de las embestidas, cuando siente que termina dentro de su compañero de trabajo un escalofrío recurre su espalda sudorosa, termina con dos embestidas fuertes y sale del chico pelinegro y se recuesta a su lado, ambos tratando de calmar su respiración, pero uno sintiendo como poco a poco el semen sale de él.

-Kageyama eres magnifico en el sexo.

-Umm...

-¿Qué te molesta?

-Solo pensaba que en verdad amabas a Kindaichi.

-Sí, lo amaba pero ya no está y sé que tu no te vas a enamorar de mi por eso mis necesidades las calmé contigo.

-Eso quiere decir que me usaste – le dice Kageyama con una sonrisa de medio lado.

-Nos usamos, ¿apoco crees que no te notaba tenso últimamente?, además una buena noche de sexo no herirá a nadie, mucho menos a tu amigo bailarín – dice Kunimi mientras sonríe al ver el sobresalto que ocasionó en Kageyama.

-No sé de que me hablas.

-Vamos, sabes perfectamente que tengo razón, ese chico te gusta mucho, siempre sales con él y cada vez que regresas, en tu mirada hay un brillo alegre que no veía desde hace mucho – le dice el pelinegro mientras Kageyama suelta sus manos – no soy quién para decirte que hacer o que no pero sabes que él sería una debilidad, además por el lugar donde me dices que trabaja, estoy seguro que no solo es un bailarín.

-Lo sé, pero no soy quien para decirle en que es bueno trabajar, soy un asesino.

-No te mortifiques pero solo te advierto que si él se vende, no vas a poder soportar el compartirlo.

Terminando de decir eso Kunimi sin vergüenza alguna se levanta de la cama y se dirige al baño para tomar una ducha; por otra parte Kageyama al ver y admirar su cuerpo su vuelve a excitar y entra rápido al baño para empotrarlo en la pared y cogerlo dos veces más, lo hace sin cuidado y con demasiada rudeza, pensando en que Kunimi, como siempre, tiene razón y que Hinata tiene relaciones con alguien diferente cada fin de semana, no le gusta, lo quiere para él. Cuando terminan de ducharse juntos cada quien comienza con sus labores, pero para Tobio el dejar de pensar en Hinata no es tarea fácil, Kunimi por su parte comienza a sospechar que su amigo está enamorado y eso no es bueno, pues si su jefe se entera, es muy probable que lo mate, al igual que hizo con la antigua novia de su compañero, cosa que hizo que se volver alguien de corazón frío y duro.

Nothing can save you. [haikyuu] [Mafia Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora