Nothing can save you. [haikyuu] [Mafia Au]

Capitulo 1: Buenas o malas decisiones

Hola mi nombre es Hinata Shouyo,tengo 17 años, vivo en uno de los barrios pobres d Tokio, por desgracia soy huérfano ya que mi madre me abandono al apenas nacer, o eso me dijeron las tipas del orfanato que disque nos cuidaban; trabajo en un antro a medio tiempo en los suburbios de la ciudad, no es como si ganara la gran cosa pero al menos me da para sobrevivir, soy mesero y aunque no tengo edad legal para trabajar en ese tipo de lugares, el gerente del bar es amigo mío pues le he ayudado en algunos asuntos del bar. Sí también soy un maleante pero en este jodido mundo en el que me toco vivir, ¿de qué otra manera puedo sacar un poco más de dinero para vivir? Se que es algo malo pero ni estudios suficientes tengo, estudie lo básico en el orfanato, para no ser un total ignorante y sinceramente me gusta leer pero no puedo costear una carrera, así que tengo que hacer lo que sea para sobrevivir medianamente decente.

En todo eso iba pensando mientras me dirigía al trabajo, estaba bastante nublado y la contaminación no ayudaba, debido a que tenia un poco de frío saque mi cajetilla y encendí un cigarro; cuando doble en la esquina de la calle donde quedaba mi trabajo vi un auto bastante elegante, extranjero obviamente, parado enfrente del antro, me sorprendió bastante pero ignorándolo me dirigí a la puerta trasera para entrar.

-Hinata, al fin llegas, cambiate rápido y por favor atiende en la zona VIP, eres mi mejor mesero y esas personas son importantes aquí - me dice Keishin Ukai, el gerente del bar.

-Sí, tranquilo, me apresuro - lo vi salir y en tiempo récord me coloqué el uniforme; zapatos, pantalón y camisa negra, la camisa abierta del pecho; sinceramente no me gustaba mucho el uniforme pues no soy alguien con músculo para poder presumir mi pecho, ni tengo una gran estatura para lucir sexy o al menos apuesto pero bueno, trabajo es trabajo.

Sin más salí y me dirigí a la zona VIP, esperando encontrar a los típicos chicos pedantes de siempre, pero cual fue mi sorpresa al ver a 6 chicos bastante tranquilos y hablando entre si, sentados en los cómodos y modernos sillones riendo y obviamente sin prestarme atención.

Buenas noches, disculpen la tardanza - hable fuerte y claro, logrando así que me prestaran atención - soy su mesero particular, estoy a sus ordenes - me incline a manera de disculpa esperando a que me dieran su orden.

-Oh, no te preocupes, por favor acércate que no mordemos - me dijo un chico alto de cabello blanco, piel pálida y una sonrisa dulce.

-Discúlpenme, estoy listo para recibir su orden - me dirigí a ellos evitando mirarlos fijamente pues al acercarme me di cuenta de que eran peligrosos, obvio al tener el tipo de vida que tenía, obtuve esos instintos de supervivenciañ que te advierten con la frase  "o te comes al prójimo o el prójimo te comerá".

-Oya, oya? tranquilo chico, aquí nadie te hará daño o te tocara uno solo de tus cabellos extravagantes - me dijo un chico de cabellos negros con un peinado extraño y sonrisa ladina - claro, a menos que eso quieras y siendo así estoy a tu servicio - me dijo mientras acariciaba mi cintura logrando asi que me sobresalte.

-Tranquilo Kuroo, no pongas intranquilo al niño - dijo otro chico de cabellos negros que se sentaba al lado del peliplateado - tráenos varias botellas de licor, las mejores que tengas, completamente selladas, hielo y lo necesario para que tu mismo nos prepares los tragos, vasos completamente limpios y todos los complementos sellados - me dijo con una tranquila sonrisa que por desgracia no llegaba a su mirada.

-Oya, oya, oya?, Daichi ¿quieres un bar para nosotros solos? El pobre chico no puede solo, Agashee, hazlo entrar en razón, Suga ayudalo -dijo un chico de cabellos parados con las puntas plateadas y la raíz del cabello negro y ojos grandes y dorados; agradecí la intención  pero fue ignorado por los mencionados.

-No se preocupe señor, en un momento monto todo lo que se necesita pero si me lo permiten necesitaré ayuda de otros compañeros para traer todo - dije bastante nervioso pues era algo muy extravagante.