Nothing can save you. [haikyuu] [Mafia Au]

Capítulo 35: Repartición de tareas

"Solo los que confían pueden encontrar el amor y la felicidad. Y solo aquellos que aman pueden ser traicionados."

Anónimo

Mientras Asahi y Noya llevaban a Daichi lejos de aquel pasillo, en otro cuarto de la casa se encontraba Bokuto caminando por toda su habitación, era acompañado por Kuroo y Kenma que sin tener éxito, trataban de calmarlo.

-Bro, tienes que calmarte, no vas a lograr nada si te pones así –comenta el pelinegro mientras los otros dos lo ven con cara de fastidio. -¿Qué? Solo trataba de ayudar.

-Mejor cállate Kuroo, no eres de ayuda en estos momentos con ese tipo de comentarios –le dice Kenma mientras revisa su celular.

-Lo sé, pero él sabe que lo merece – dice el pelinegro, logrando que Bokuto lo vea de mala manera y salga inmediatamente de la habitación, azotando la puerta fuertemente.

Iba caminando por el pasillo cuando a lo lejos se escuchan gemidos, provenientes del cuarte de Sugawara. Bokuto se queda helado al entender lo que está pasando en el cuarto de Akaashi y sin esperar sale disparado al cuarto de su pareja pero no escucha nada; se arriesga y abre la recamara pero para su sorpresa, ésta se encontraba vacía y como alma que lleva el diablo se dirige a la de Sakuza, que igual que la anterior se encuentra vacía.

-Bokuto ¿qué pasa? – pregunta Kuroo que ve a su amigo dirigirse a las escaleras.

-No están en sus habitaciones, tengo que encontrarlos Kuroo, no quiero que Akaashi se acueste con Sakuza –responde Bokuto.

-Perdona que lo diga Bokuto-san pero eso lo veo difícil, no los conozco mucho pero lo que les hicieron a Sugawara-san y a Akaashi-san fue horrible –le dice Kenma mientras recorren la mansión en busca de los pelinegros.

Cuando llegan a la piscina techada de la mansión, escuchan gemidos y tanto Kenma como Kuroo toman a Bokuto para evitar que cometa alguna tontería porque desde donde se encuentras, se puede ver a Akaashi siendo penetrado por Sakuza, tan rápido y fuerte que para Kenma era un espectáculo asombroso pues el sadismo predomina en aquella escena y Bokuto solo ve como la sumisión de Akaashi sale a flote.

Mientras los espectadores se quedan donde están Akaashi siente como Sakuza sale de su interior y le ordena hincarse frente a él y abrir la boca; sin dudar el chico obedece y su boca es invadida por la erección de su acompañante. Ambos disfrutan de la irrumación ocasionada por Sakuza que al mismo tiempo toma el cabello de Akaashi y lo jala, provocando un fuerte dolor que al contrario le encanta.

-Eso es Akaashi –dice Sakuza para después terminar en la boca de su amante, sale del mismo y jalándolo del cabello lo levanta y lo recuesta en uno de los camastros, toma su camisa y la enreda en el cuello del pelinegro para inmediatamente penetrarlo con fuerza, lo que provoca que Akaashi grite de satisfacción; las penetraciones van aumentando de velocidad e intensidad, tanto aspi que el camastro se mueve de su lugar hasta chocar con la pared y justo en el momento en que Sakuza siente como Akaashi llega al orgasmo manchado su abdomen, aprieta su camisa ahorcándolo, provocándole otro orgasmo.