I. Moonlight Shadow (editando 2023)

El Secreto

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El Secreto

Subí al trote las escaleras, fui hacia mi habitación y tomé mi mochila. Adentro le puse todo lo necesario: artículos personales, una linterna, un cuchillo (con los tiempos que corren, cualquier precaución es poca), y, por supuesto, el libro.

Lo tomé unos segundos, y una voz me dijo en la mente: “¿No lo has abierto…?”. Estuve tentada en abrirlo, hasta que…

-          Oye, ¿tienes todo lo necesario? – Era Sam.

-          ¿Qué? – desvié la mirada hacia él. - ¡Ah! Sí, lo tengo todo. -  Lo guardé apresuradamente.

-          Genial. Yo guardé armas, por las dudas. Estaba pensando en ir unos kilómetros en autobús, y luego ir a pie… convertidos. ¿Estás de acuerdo?

-          Sí. Oye, ¿podemos llevarla a Ashley? No la podemos dejar tirada así como así. Además, temo que le pase algo.

-          ¡Sí, claro! Pero acuérdate que debe llevar todo lo necesario.

-          La llamaré.

Luego de unos segundos, atendió.

-          ¿Hola?

-          Hola, Ash. Escucha: tenemos una misión, y es muy importante que tú vayas. – Sam me observaba, con los brazos cruzados.

-          Está bien, pero ¿qué tienen que…? – la corté.

-          Ya habrá tiempo para preguntas. Tenemos que irnos a Albuquerque.

-          ¡Oh! ¡La ciudad de la película High School Musical!

-          Ash, esto es serio – la corté.

-          Bueno, solo quería ponerle más humor a la cosa.

-          Esto no tiene nada de humor. Tenemos que hacer algo riesgoso.

-          Está bien, pero ¿cuánto tiempo iremos?

-          No lo sé.

-          ¿Y qué vamos a decirles a los Jenner? Quiero decir, nunca me convertí. Yo siempre fui su “querida mascota”- dijo, agregándole una voz aguda a esas últimas palabras.

-          Pues… - miré a Sam. – Creo… que es tiempo que les digas la verdad a los Jenner – Sam arqueó las cejas, y me miró mitad incrédulo, mitad sorprendido.

-          ¿Es… en serio?

-          Sí, sí lo es. Escúchame, iré allí dentro de unos minutos con Sam. Tú conviértete en lobo, quiero que luego te hagas humana, justo en frente a los Jenner. – Sam tomó mi brazo, y tapó el celular.

-          ¿Estás loca? – dijo, con un susurro exasperado. - ¡No puedes hacer eso! ¡Va contra las reglas! Todo “perro guardián” debe mantenerse justamente así, como lobo. No puede develar su secreto.

-          ¡Esto es importante! – adopté la misma tonalidad – Necesito hacer esto. ¿Puedes soltarme? Me lastimas. – Sam bajó la mirada. Me estaba agarrando tan fuerte la muñeca, que se me estaba poniendo colorada. Me soltó lentamente.

-          Lo siento – dijo.

-          No importa – me puse al teléfono - ¿Hola?