I. Moonlight Shadow (editando 2023)

Hechos el uno para el otro

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Hechos el uno para el otro

Viajamos por carreteras sinuosas, y algo cerradas. Íbamos adentro, hablando animadamente y contentos al saber que no teníamos que caminar. Al frente, manejaba Luke; a su lado, en el asiento de pasajeros, iba Sam; y en los asientos traseros, íbamos Ashley y yo. Ashley, en el medio, con los brazos apoyados en los asientos delanteros. Yo, por mi parte, iba mirando por la ventanilla, en el lado derecho. Sam me lanzaba miradas por el retrovisor, y, cuando yo me percataba de su mirada, él la desviaba.

Ashley, por su parte, seguía bromeando junto a Luke, y Sam y yo nos limitábamos a sonreír, y a negarlo todo.

Luego, la sensación de inseguridad volvió a mí mientras miraba por la ventanilla. Pensaba en mis padres… y también en mis hermanos. No sabía dónde estaban, y eso me producía terror. Sam se percató, y me dijo:

-  Oye, ¿estás bien? Estás algo pálida - Se dio vuelta, en su asiento, y me miró.

- ¿Eh? ¡Ah! Sí, estoy bien.

- ¿Segura? - Alzó las cejas.

- Sí, muy segura. Sólo… sólo estaba pensando.

Cuando bajamos a la estación de servicio, ya que Ashley se quejaba de necesitaba ir al baño, sino explotaría, (mejor dicho, su vejiga explotaría), Sam me llevó hacia un lugar apartado, y me dijo:

- No me has dicho la verdad. Te conozco, y sé que algo te sucede. Si piensas en tu familia, no te preocupes. Los encontraremos. - Asentí con la cabeza, y suspiré.

- Tengo miedo de que… de que no los encontremos. O que no estén lo suficientemente protegidos.

- ¿Con todos los protectores del G.E.L.A.? - sonrió de forma irónica.

- ¿Hay protectores por todas partes?

- ¡Pues claro que sí! - me miró, abriendo los ojos - ¿No has escuchado a Carl?

- Prefiero pensar que Carl, el G.E.L.A., y todo lo que sucedió allí es mentira.

- Pues cambia de parecer, porque todo cuanto has oído, y visto es verdad. 

- ¿Eso quiere decir que lo del espejo ha sido real? - Tuve un fugaz recuerdo del reptiliano.

- ¿De qué hablas?

- Oh, de nada. No es importante - Me apresuré a decir, ya que él se disponía a abrir la boca.

Luego, vi que Luke se disponía a entrar a la camioneta. Di un vistazo a Sam, y vi que él iba rumbo a la camioneta también. Yo fui directamente hacia donde estaba Luke, y lo llamé. Él pisó la camioneta, me miró como quisiendo estudiarme y luego bajó su pierna. Fuimos al lado opuesto en dónde estábamos Sam y yo.

- ¿Y bien? - me dijo, entrelazando sus brazos - ¿Qué quieres saber?

- Muchas cosas. Tú trabajas para el G.E.L.A. - asintió - Bien. Dime… quiero saber si realmente hay lobos protegiendo a las personas. Sam me lo explicó, pero…

- Escúchame - me cortó - No dudes de Sam. Él es parte del G.E.L.A. y antes prestó servicios, y nunca dijo mentiras - Abrí la boca para decirle que confiaba en Sam, ya que él nunca me ha defraudado, pero Luke prosiguió - ¿Qué más quieres saber?

- Obviamente ya sé que otras personas pueden meterse en tu mente, y así hablar con ellas pero… ¿Puede suceder que penetren tu mente de tal manera que no distingas tus propios pensamientos? - Luke me miraba, frunciendo un poco el entrecejo.

- ¿De qué hablas?

- Pues… últimamente ha habido una persona, la cuál no sé quién es, que me ha dicho cosas en la mente, y que se ha reído. 

- No sé de lo que hablas. Siempre que escucho voces en mi mente, es porque alguien me habla, y yo respondo. Pero es muy difícil… que las personas te hablen en la mente sin que tú sepas quién es. - Dijo, con el entrecejo fruncido, pensativo - Siempre tiene que ser en luna nueva, y debe ser minuciosamente preparado con anticipación. Tiene que estar a cierta distancia, desde luego. Y tiene que pensar bien en lo que quiere decirte, sino no se consigue.

- Pero, esa persona, sea quién sea, ¿cómo me encuentra? Quiero decir, yo siempre estoy en lugares diferentes, y más ahora, que estoy en otros lugares.

 - Simple: con chips. Si no es eso, es que tiene una persona capacitada para encontrarte, y brindarle información.

- ¿Eso quiere decir que en este momento podría estar viéndome? - repuse en un susurro, aterrada.

- Es posible - dijo, con gravedad. - Pero no te preocupes, mientras estés conmigo, o con Sam, nada puede estar mal. Te protegemos, y, aunque no lo creas, toda la G.E.L.A. está de tu parte. Aberforth te ha estudiado, aunque tú aún no lo hayas conocido.

Luego de un par de horas de aburrimiento, se hizo de noche. Ashley iba con la cabeza apoyada en mi hombro, Sam iba con el celular, Luke manejaba y yo apoyaba mi cabeza contra la puerta. Unas luces me encandilaron de repente, ya que eso decía que habíamos llegado a una ciudad. Me desperecé, y me incorporé un poco y pude leer un letrero que decía “Bienvenido a Nuevo México”. Ashley abrió los ojos, y se incorporó también.

Llegamos a un departamento. Se hallaba ubicado justo cerca del centro, daba a una plaza. Tenía dos habitaciones. Ashley y yo dormimos en una, y Sam y Luke en la otra. Realmente estaba exhausta. Ni bien me recosté sobre el mullido colchón, quedé dormida al instante.

A la mañana siguiente, me di cuenta de que me había dormido sin haberme cambiado, y también noté que estaba tapada. Yo la noche anterior me había dormido sin taparme. Vi que Ashley estaba dormida con la boca abierta, y que roncaba. Decidí no llamarla, y me fui directamente a la sala.

Pensé que estaría desierta, pero allí sentado en un sillón, leyendo una revista y con una taza de café en la mano estaba Sam. Sorprendida, ya que era temprano, me fui y me acomodé justo al lado de él. Tomé una manta que había allí, y me tapé. Sam me rodeó con un brazo mis hombros.

- Buen día - dije.

- Buen día. No sabía que te levantarías tan temprano, teniendo en cuenta que te has quedado dormida enseguida - sonrió.

- Oye, ¿sabes quién me ha tapado a la madrugada?

- Fui yo - lo miré, y él sonrió. - Mientras dormías, temblabas. Así que decidí taparte - se encogió de hombros.

- Con que abrazados, ¿eh? - era Ashley. Estaba apoyada en el rellano de la puerta, y nos miraba con los brazos y las piernas entrelazadas, con una sonrisa.

- ¿Qué tiene de malo?

- “Sólo somos amigos”… sí, claro tortolitos. - Le lancé una mirada a Ashley.

- ¿Por qué no te vas con Luke? - dijo Sam. - Ya noté cómo lo mirabas.

- Luke está durmiendo, y no sé de lo que hablas - dijo, poniéndose un poco colorada.

- ¿Ah, no? - dijo, con el entrecejo fruncido - ¿Y la conexión que tuvieron cuando empezaron a bromear acerca de nosotros dos?

- No entiendo de lo que hablas. - lo esquivó. Se fue hacia la cocina. Sam soltó una fuerte carcajada. - No sabes mentir, Ash. 

- Cállate - gritó. Reímos los dos. - Si siguen bromeando, les cantaré mi canción preferida.

- ¡No! - gritamos Sam y yo.

- Harley y Sam - empezó, yo me tapé los oídos con dos almohadones, y Sam soltó un bufido - Están sentados en el árbol de los enamorados.

- Es suficiente. - dije.

 - B-E-S-Á-N-D-O-S-E - Dijo Luke, apareciendo de la nada. 

- ¿Ya terminaron? - dijo Sam, debatiéndose entre quedarse serio, o sonreír.

- Si quieren, lo cantamos de nuevo - dijo Ashley, y Luke asintió.

- Oh, por Dios, son iguales - dije.

- Están hechos el uno para el otro - afirmó Sam.

- ¿Y ustedes? - dijo Ashley, que entró a la sala con una taza de café en la mano.

- No empieces - dije. Ella sonrió con suficiencia.