El Gólgota

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El Gólgota

Miré atónita a Sam, y vi que él también estaba con la misma cara de desconcierto que yo.

-          Dis… disculpen. Eh… creo que se confundieron de Harley – les dije.

-          No. – El del medio se levantó, poniendo en tierra sus cuatro pezuñas. – Sabemos que eres tú – me dijo, mirándome fijamente. – Eres Harley Lightwood, hija de Jeremiah y Amy Lynn. Te estuvimos esperando hacía tiempo….

-          Esperen un momento… ¿puse bien el código? – dijo Sam.

-          Bueno… no. Pero si no hubieses puesto mal el código, no hubiesen bajado al Gólgota. – Esta vez habló un centauro a la derecha del primero. Tenía voz profunda, pelo largo y crin negros.

-          ¿Qué es el Gólgota? – pregunté.

-          Es un lugar sagrado, en el cual los secretos se ven guardados. – Dijo un centauro, con voz más dulce, a la izquierda del que estaba en el medio. Era rubio, y tenía el lomo blanco – Aquí, todo lo que quieres saber se revela a la persona indicada.

-          ¿Y la persona indicada es…? – empecé.

-          Tú. – me dijo el del medio. – Mi nombre es Wide. Él – señaló el de voz profunda, a su derecha – es Hulk. Y él – señaló al que estaba a su izquierda – es Forest. Tenemos una misión para ti. Es algo que, por lógica, ya has pensado en hacer: salvar a tu familia, y traer de regreso al collar.

-          ¿Qué les hacen a las personas que caen aquí por accidente? – preguntó Sam.

-          Pues… - miró a sus colegas – No vuelven. La mayoría son impostores, y, los que vinieron aquí por accidente… si quiere regresar, debe ser declarado por nosotros si es inocente o no. Tenemos un pequeño tribunal, al fondo del Gólgota.

-          Me dejarán ir… ¿verdad? – dije, y los centauros rieron.

-          Claro que sí – me dijo Forest. – Pero antes debes saber algo… algo que para ti puede resultarte de vital importancia.

-          ¿Qué es? – dije, emocionada. Por fin alguien que no diera vueltas sobre el tema.

-          Tienes un poder especial – repuso Hulk.

-          Sí, eso ya lo sé – dije, algo irritada.

-          ¿Sabes ya cuál es? – dijo Wide, frunciendo el entrecejo levemente.

-          No.

-          Ven aquí – me dijo. Sam, el resto de los centauros y yo lo seguimos.

Nos llevó hasta internarnos cada vez más en el Gólgota. La tibia brisa había desaparecido de a poco, hasta hacerse cada vez más frío. Estábamos bajo tierra, pero era increíble cuan frío podía ser ese lugar. Nuestras pisadas hacían eco, y el ruido de los cascos de los centauros retumbaban contra las paredes.

Miré hacia arriba. Había estalactitas y estalagmitas por todas partes, y había arañas y ratas, además de los murciélagos. Luego, ya no pude ver nada más, y Hulk prendió una lámpara a gas. Descendimos un poco, hasta llegar a una cueva. Éste encendió las luces, subiendo una gran palanca que se encontraba afuera. Nos hizo señas, y entramos.

Era una habitación de piedra iluminada por antorchas que se hallaban ubicadas en las paredes. En el centro se hallaba ubicada una gran mesa de madera labrada, con sillas con las mismas características. A la izquierda, se hallaba ubicada una gran pantalla, en ese momento apagada.

I. Moonlight Shadow (editando 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora