¡No soy débil!

881 66 14
                                    

30

¡No soy débil!

-        ¿Y bien? ¿Ya terminaron de celebrar?

Miré a Marcus. Éste me observaba junto a Bane, Chump, Reese y Brody. Marcus observaba con cierto recelo la espada, el gladio.

-        Te crees muy valiente, ¿verdad?

-        Yo no me creo, soy valiente. Quiero demostrarles a todos ustedes que yo soy valiente, que no por ser callada, asustadiza, y “buenita” soy débil. – Levanté el gladio – Prepárate, Marcus. Ya no te temo – Fue como si, en el agua, mis fuerzas recobraron intensidad. Ya no me sentía débil. Sentía un arrebato de furia contra Marcus y los suyos. Quería pelear, quería hacerlo de verdad. No quería esconderme, mientras el resto de las personas peleaban por mí y me salvaban el pellejo.

En ese momento, ya que todos estaban convertidos en humanos, se convirtieron en lobos. Furiosos, corrieron hacia mí. Levanté la espada, y le corté la oreja a uno de ellos, ignoro a quién. Emitió un gruñido, y el que estaba más cerca, me arañó la cara. Me hice para atrás, palpé mi rostro, y sentí la sangre que emanaba con mis dedos. Tenía heridas no tan profundas, pero me ardían. Más lobos llegaron a mi encuentro en ese momento.

Alcé el gladio a lo alto, emití un grito de guerra, y arrebaté a cuantos podía. Se escuchaban gritos ahogados de los del círculo, gruñidos de dolor por parte de los lobos, y se veía sangre esparcida por el frío piso de roca. En una de esas, me enfrento cara a cara contra Magnus.

Éste me tomó la muñeca con la que sostenía en alto la espada, y me dijo, con voz ronca:

-        Que ni se te ocurra, niña. Ya has lastimado a los míos, no voy a permitirte que lo hagas conmigo – Sam, Ashley, Luke y mi familia se había unido a mí, combatiendo lobos como sea posible. Se pararon al notar que éste había hablado.

-        Te lastimaré peor de lo que hice con los tuyos – Los míos dieron un grito de guerra.

-        ¡Eh, Marcus! – Era Brody - ¡Sostén esto! – Le pasó una espada común y corriente pero, dado al grito que emitió, era bastante pesada. La sostuvo por el mango, y la puso entre los dos.

-        Ya estamos a mano, ¿eh, Harley? – lo miré con furia. La batalla a nuestro alrededor se reanudó. Ogros, lobos, elfos y centauros, pese a que son pacíficos, se unieron contra las criaturas del bando opuesto.

Yo me iba cada vez más para atrás, peleando con las espadas. Aun peleando, giré de espaldas hacia la izquierda y noté que la superficie se elevaba. Miré para atrás, y vi que estábamos yendo directamente hacia un acantilado. Traté de tirarlo hacia atrás, con toda la fuerza de la que fui capaz de reunir, pero de todos modos nos íbamos cada vez más hacia el acantilado.

-        ¿Y bien?  Me dijo, con cierto regocijo al ver que quedé de espaldas al abismo, arriba del acantilado. Un movimiento hacia atrás, y caería sobre la roca. Con un movimiento bastante ágil, me arrebató el gladio, y quedó clavado en el piso, abajo. Respiré entrecortadamente, y tragué saliva.

-        ¡Está bien! ¡Me rindo! – escuché las protestas que venían desde abajo. - ¡No me mates, por favor! ¡Ten piedad! – me miraba con recelo. Estaba aterrada.

-        No dejaré que te rindas tan fácilmente – Levantó la espada, dispuesto a matarme de un solo corte, pero yo le sostuve el brazo en donde tenía la espada, e hice que él quedara de espaldas en el acantilado. Me miraba encolerizado.

-        Un paso más, y será el último que darás.

-        ¿No te entregabas?

I. Moonlight Shadow (editando 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora