Por fin los encuentro

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Por fin los encuentro

Luego del desayuno, fuimos rumbo a la ciudad. Yo me vestí con unos jeans, una remera de Spiderman, una camisa escocesa, y unos borregos negros. Me puse mis guantes de cuero que tanto amaba. En el pelo, me hice una trenza, dejándome el flequillo. Y, por supuesto, llevé conmigo mi mochila.

Luego de unos minutos, Ashley también estaba lista. Llevaba una remera con una frase y una camisa verde escocesa. Ella también llevaba jeans y borcegos, pero ella llevaba un gorro verde de lana haciendo juego con su camisa.

Tomamos nuestras cosas, y bajamos ya que los chicos nos esperaban. Subimos a la camioneta, y le pregunté a Luke:

- ¿Tienes idea de dónde estarán?

- Ideas aproximadas. - Prendió el GPS - Ellos tienen chips implantados, como te dijo Sam, así que será fácil encontrarlos. - Prendió una computadora, que estaba arriba del reloj del auto, y apretó tantas teclas como fue necesario. Luego, se proyectó con láser en el auto un mapa, con pequeños puntos rojos. - Aquí están. - Aceleró el auto, y nos fuimos rumbo a un callejón. Había unos botes de basura, y las paredes estaban cubiertas de grafitos. Nos bajamos los cuatro, pero no pudimos ver a nadie. Luke levantó el brazo, e hizo unas señas al aire con los dedos. Luego, se abrió algo así como una puerta en el aire. Los cuatro entramos, y allí, en una habitación, acurrucados, estaban mis hermanos. Solté una risa nerviosa, y fui a abrazarlos. Primero a Shane, luego a Carrie y por último a Matt y a Damon.

- ¿Están bien? - les pregunté.

- Sí - respondió Shane, sonriendo. - ¿Cómo nos encontraron?

- Yo trabajo para el G.E.L.A. - dijo Luke, y se presentó - Tengo máquinas en mi camioneta, y me fue bastante fácil encontrarlos a ustedes. - Los demás susurraron en señal de aprobación.

- ¿Tú estás bien? - me preguntó Carrie, tomándome de los hombros.

- Sí - sonreí - Estupendamente - la abracé. - Quiero encontrar a mamá.

- También yo - me apartó un poco. Me acomodó el flequillo, poniéndolo atrás de mis orejas - Ya la encontraremos. Los encontraremos. 

- ¿Cómo sobrevivieron todos estos días?

- Somos lobos - Sonrió, a su pesar - Sabemos como cuidarnos.

"Claro - pensé - Lo único que tienen que hacer es encontrar carne cruda. Lo demás es pan comido."

Ya en a camioneta, íbamos Luke al volante, Sam al frente con Matt en la falda, yo atrás, del lado derecho, con Damon en la falda, Ashley sentada arriba de Carrie, en el medio, y en el asiento izquierdo, iba Shane. Fuimos directamente al departamento, para mostrarles dónde dormirán. (Los chicos, Shane, Sam, Luke, Matt y Damon, en una habitación; Ashley, Carrie y yo en la otra).

Me fui al baño, y suspiré, aliviada. Ya teníamos a mis hermanos a salvo, y estaban bien resguardados. Me apoyé en la encimera, y me miré al espejo. 

Al cabo de unos minutos, mi reflejo se vio distorsionado por segunda vez. Mi cara se formó, de nuevo, en verde y viscosa. Agarré el extintor, dispuesta a romper el vidrio, ya que estaba harta, hasta que el reflejo del espejo sonrió y me dijo:

- Tienes miedo, ¿verdad?

- Déjame en paz - contesté.

- Baja eso, querida. No me hará daño.

- Ya sé que no te hará daño, pero por lo menos me hará borrar de mi mente tu reflejo.

- Eso no podrás hacerlo - me dijo, mostrando sus afilados dientes. Su voz, como siempre, era algo ronca, pero susurrante. - Nunca sabrás quién soy, y te perseguiré hasta que enloquezcas. - Levanté el extintor, pero ella me dijo - Puedo decirte en dónde están tus padres - Bajé lentamente el objeto, y lo miré ceñuda.

- ¿A qué te refieres con…? - sonrió, y asintió.

- Sé dónde están. Confía en mí. - La imagen del vidrio se distorsionó hasta convertirse en una imagen en la que había un calabozo, y habían dos personas colgadas que resaltaban en la oscuridad. - Están aquí - escuché su voz, aunque no pude ver al reptiliano - ¿Te atreves a ir conmigo? Entra al reflejo, pon tu mano - acerqué lentamente mi mano, hasta que el vidrio atravesó mis dedos. Me di cuenta que era una mala idea, así que yo agarré el extintor, y rompí el vidrio. Una risa retumbó en mi mente, mientras el ruido a vidrios rotos lo apagaba un poco, pero no me importaba. En cuestión de segundos, todos se apiñaron alrededor de mí. Estaban asombrados. 

Antes de que me preguntaran algo, yo ya me había ido por la puerta, había bajado las escaleras, había salido a la calle, y caminaba hacia un Café que estaba a una cuadra de allí.

Pedí un café, y suspiré. Había ido al fondo del local, y me fui encogiendo en mi asiento. No quería que nadie me viera. Me incorporé un poco, cuando la mesera me entregó mi pedido. Me miró con pena, y me preguntó:

- ¿Es un mal momento? - miré sus ojos negros. Ella era morena de piel, tenía rulos negros que le caían sobre su hombro.

- Algo así.

- ¿Fue por un muchacho?

- No - sonreí - No tiene nada que ver con eso.

- Estás pálida.

- Lo sé. - frunció levemente los labios, y suspiró.

- Puedes contarme lo que te sucede.

- Es… es muy… complicado como para explicarlo - Dije, con evasivas.

- Está bien. Si necesitas algo, sólo dinos.

- Sí, está bien. - sonreí - Gracias. - La muchacha sonrió, y se fue a limpiar las mesas con un trapo blanco. El local estaba desierto, salvo por mi presencia.

Al cabo de unos minutos, escuché la campana que señalaba que alguien había entrado. Levanté vagamente la cabeza. Era Sam. Me buscó entre las mesas, y yo me limité a encogerme en mi asiento. No quería hablar con nadie. Él, de todas formas, fue directamente hacia mi mesa, y se sentó en frente a mí, justo en frente a una ventana.

- Harley - me llamó. Gruñí.

- ¿Cómo me encontraste?

- Usé tu chip.

- Ah, claro - miré para afuera, por la ventana.

- ¿Qué te sucede? - frunció el entrecejo.

- Nada. Yo… - tragué - Me pasan cosas… sin explicación aparente.

- ¿Quieres saber por qué te suceden esas cosas?

- Sí - respondí, casi gritando. El corazón me latía fuerte, y prestaba mucha atención.

- Sólo tú puedes usar ese collar. Sólo funciona contigo. - Lo miré, boquiabierta - Por más de que los demás traten de usarlo, no se activará. - Clavó sus ojos grises en los míos.

- ¿Y eso qué tiene que ver con que pueda ver ese tipo de cosas?

- Quieren… engañarte. Sea quién sea, quiere que tú te confundas, y así llevarte a un lugar. Quieren hacerte creer determinadas cosas, pero debes prometerme que tú no caerás en su trampa.

Pensé en lo del espejo, y decidí contárselo.

- Por eso has roto el vidrio con el extintor - me miró, con las cejas levantadas.

- Sí. - dije, algo abochornada.

- Menos mal que no has caído. - sonreí levemente.

Luego de un par de minutos, vimos que afuera aparcaban miles de coches frenando dando derrape. Unos tipos armados salieron de los autos, y entraron dando una patada a la puerta del local.

I. Moonlight Shadow (editando 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora