Taliyah La tejedora de piedra/ Campeones

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''Este mundo es un tapiz que nosotros mismos elaboramos''.

~ Taliyah


Taliyah es una maga nómada de Shurima que teje piedras con energético entusiasmo y gran determinación. En la disyuntiva entre la curiosidad adolescente y la responsabilidad adulta, ya visitó casi todo Valoran en un viaje para aprender sobre la verdadera naturaleza de sus crecientes poderes. Obligada por los rumores del surgimiento de un emperador muerto desde hace mucho tiempo, regresa para proteger a su tribu de los peligros expuestos por las arenas movedizas de Shurima. Hay quienes confundieron su corazón noble con debilidad, y pagaron el precio de su error, ya que debajo del porte joven de Taliyah, hay una fuerte determinación que puede mover montañas, y un espíritu lo suficientemente feroz como para hacer temblar la tierra.

Taliyah, nacida en las colinas pedregosas que jalonan la corrompida sombra de Icathia, pasó su infancia cuidando de las cabras de su tribu de tejedores nómadas. Aunque la mayoría de los extranjeros imagina Shurima como un yermo ocre y desolado, su familia la crio como una auténtica hija del desierto, capaz de ver la belleza en las ricas tonalidades de la tierra. A Taliyah siempre le fascinó la piedra que había bajo las dunas. Cuando aún era un bebé, coleccionaba las piedras de colores que encontraba en los desplazamientos de su pueblo en pos de las aguas estacionales. Y, a medida que se hacía mayor, empezó a notar que la propia tierra reaccionaba como si se sintiera atraída hacia ella: se arqueaba y retorcía para seguir sus pisadas por la arena.

Al cabo de su sexto verano largo, una noche, se alejó de la caravana para buscar a una pequeña cabra que habían dejado a su cuidado y se había perdido. Decidida a no decepcionar a su padre —jefe de los pastores y de la tribu—, salió en mitad de la noche para seguir las huellas del animal. El rastro atravesaba un cauce reseco hasta llegar a un cañón. La criaturilla había logrado encaramarse a lo alto del muro de roca y ahora no podía bajar.

Taliyah sintió que la arenisca la llamaba instándola a sacar unos asideros de la pared desnuda. Decidida a rescatar al asustado animal, posó una mano sobre la roca. El poder elemental que sentía era tan abrumador e intenso como una tormenta del monzón. En cuanto se abrió a la magia, esta se derramó sobre ella y la piedra saltó hacia las yemas de sus dedos, arrastrando consigo tanto la pared del cañón como el animal.

A la mañana siguiente, el aterrado padre de Taliyah siguió los balidos de la pequeña cabra hasta ellas. Al encontrar a su hija, inconsciente y cubierta apenas por una manta de piedra tejida, cayó de rodillas. Abrumado de pesar, regresó a la tribu con Taliyah.

Dos días más tarde, la muchacha despertó de sus sueños febriles en la tienda de Babajan, la abuela de la tribu. Comenzó a contarles a la anciana y a sus atribulados padres sobre la noche que había pasado en el cañón y el llamado que sintió de la roca. Babajan consoló a la familia y les dijo que los patrones de roca eran la prueba de que la Gran Tejedora, protectora mítica de la tribu en los desiertos, velaba por la niña. En aquel momento, al ver la consternación de sus padres, Taliyah decidió ocultar lo que había ocurrido realmente durante la noche: que era ella —y no la Gran Tejedora— quien había moldeado la piedra.

En la tribu de Taliyah, cuando los niños eran lo bastante mayores, realizaban un baile bajo la luz de la luna llena, manifestación de la propia Gran Tejedora. El baile era una oda al talento innato de los niños, así como una demostración de los dones que brindarían a la tribu como adultos. Era el comienzo del camino del verdadero aprendizaje, puesto que en aquella misma ceremonia pasaban a convertirse en aprendices de sus maestros.

Taliyah siguió ocultando su creciente poder, convencida de que lo que llevaba dentro era una amenaza y no una bendición. Miraba a sus compañeros de juego cuando tejían la lana con la que la tribu se mantendría caliente en las frías noches de invierno, cuando demostraban su destreza con las tijeras y el tinte o cuando trazaban los patrones con los que su pueblo relataba sus historias. En aquellas noches se quedaba despierta mucho después de que los rescoldos se hubieran transformado en cenizas, atormentada por el poder que sentía desperezarse en su interior.

Universo LOL 2/ League Of LegendsWhere stories live. Discover now