Universo LOL 2/ League Of Legends

Zyra El despertar de las espinas/ Campeones

''Cuanto más cerca de la flor, más cerca de las espinas''.

~ Zyra

  Con deseos de tomar las riendas de su propio destino, Zyra, la antigua planta moribunda, transfirió su consciencia a un cuerpo humano con el objetivo de conseguir una segunda oportunidad. Siglos atrás, su raza había dominado la selva de Kumungu, valiéndose de espinas y enredaderas para alimentarse de todo animal que se adentrase en su territorio. Al cabo de los años, la fauna local se fue extinguiendo poco a poco y la comida se volvió cada vez más escasa. Zyra observó impotente la decadencia de su especie, hasta que finalmente no quedó nadie más que ella. Creía que iba a perecer sola, pero la aparición de una incauta hechicera le brindó una oportunidad de salvación.

Hacía años que no sentía a otra criatura tan cerca. El hambre la llevó hasta la hechicera, pero un instinto diferente, más profundo, determinó sus movimientos. Atrapar a la mujer entre espinas le resultó muy sencillo, pero mientras saboreaba esta última comida, su mente se vio invadida por recuerdos desconocidos. Vio grandes junglas de piedra y metal en las que proliferaban humanos y animales. Una magia muy potente comenzó a surgir a través de sus vides y elaboró un plan tan inteligente como complicado para sobrevivir. Zyra utilizó los recuerdos y habilidades mágicas de la mujer para crear un recipiente con forma humana. Desconocía qué tipo de mundo la esperaba, pero no tenía nada que perder. Cuando volvió a abrir los ojos, se sintió abrumada ante la magnitud del poder que había conseguido. Hasta que no vio los restos marchitos de la planta que había sido antaño, no se percató del grado de debilidad que había llegado a alcanzar. Si su nuevo cuerpo moría, ya no habría ningún sistema de enredaderas por el que retirarse, ni raíces que la reconstituyesen... Pero se sentía realmente viva. Por primera vez, estaba viendo el mundo igual que lo hacían los animales. Una sonrisa sombría se dibujó en sus labios. Había renacido, ¡y ahora podía hacer tantas cosas!