Vi La vigilante de Piltóver/ Campeones

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''Es una pena. Tengo dos puños pero tú sólo tienes una cara.''

~ Vi


Vi, una excriminal de las duras calles de Zaun, es una mujer impulsiva y aterradora con poco respeto hacia las figuras de autoridad. Vi creció sola y desarrolló tanto un instinto de supervivencia perfecto como un sentido del humor brusco y pícaro. Ahora trabaja junto con los guardianes de Piltóver para mantener la paz y utiliza unos poderosos guanteletes hextech que pueden atravesar muros y sospechosos con la misma facilidad.

Vi tiene pocos recuerdos de su infancia y lo que sí recuerda, desearía no recordarlo. Durante su días con una banda de rufianes, aprendió rápidamente a usar tanto su inteligencia como sus puños para sobrevivir. Volverse insensible era igual de importante, y todos los que conocían a Vi, sabían que era alguien que podía salir de cualquier problema, ya sea a puñetazos o hablando. Con mayor frecuencia elegía lo primero.

Ninguno de los amigos de la infancia de Vi podían mencionarle algo acerca de sus padres y la mayoría suponía que habían fallecido en uno de los accidentes industriales que, tristemente, eran demasiado frecuentes en Zaun. Algunos pocos la recuerdan vagamente como una de las chiquillas de la Casa Esperanza, un orfanato que se caía en pedazos en los peñascos llenos cuevas de Zaun. En su lecho de muerte, un luchador demente afirmó haber encontrado a Vi a la deriva en un moisés con suficiente espacio para dos en las ruinas de un laboratorio de química colapsado. Al final, Vi se rindió en la búsqueda de descubrir algo sobre sus padres y decidió que a veces es mejor no enterarse de algunas cosas.

Se escucharon historias más locas que esa cuando Vi empezó a ganarse una reputación en las pandillas del inframundo. Con su salvaje cabello rosado, Vi destacaba en las calles de Zaun. Ya sea que estuviera huyendo de comerciantes enfurecidos en las brillantes galerías de los Mercados del Límite, caminando con aire arrogante en los coloridos bazares de las Vías o haciendo dedo para viajar a Piltóver abordo de los transportadores hexdráulicos. Dondequiera que hubiera algún lío o se llevara a cabo algún fraude, era probable que Vi estuviera en el meollo del asunto. A pesar de su reputación como alborotadora, ella seguía un código que le impedía robarle a quien no pudiera darse el lujo de perder lo que se llevó, y jamás lastimaba a quienes no se lo merecían.

Con el paso del tiempo, las travesuras de su infancia se volvieron más osadas, y Vi formó su propia pandilla. Impulsiva y de mal carácter, aún le agradaba demasiado usar los puños, y aunque en general era ella la que quedaba en pie en cualquier disputa, con frecuencia tenía sus ojos morados y labios partidos debido a las peleas. En ese tiempo, Vi forjó una amistad con el dueño de un bar en las orillas de las Vías, y él pudo templar algunas de las tendencias más autodestructivas de Vi. Reforzó su código moral y le mostró cómo pelear con disciplina, además de enseñarle cómo dirigir de mejor manera su rabia.

A pesar de su influencia estabilizadora, la pandilla de Vi causaba disturbios por todo Zaun. Los Barones de la química los toleraban solo porque sabían que ella y su gente en ocasiones eran de utilidad. Vi llegó a ser conocida como alguien que cumplía con su palabra, sin hacer preguntas. A pesar de su vida como transgresora de la ley, la moralidad de Vi comenzó a perturbarla con más frecuencia mientras veía el daño que ella y otras pandillas dejaban a su paso.

La gota que rebalsó el vaso llegó cuando ella trabajó junto con otra pandilla en un robo en unas instalaciones de tecnología química que acababa de encontrar un abundante filón de oro. Tras escuchar la plática de los mineros en los bares, Vi supo cuándo se entregaría el pago por los minerales y diseñó un plan para robarle al dueño de la mina su oro. El plan requería de más personas, así que Vi incluyó de mala gana a los Demonios de la Atarazana en su robo. El trabajo estaba saliendo de acuerdo al plan, hasta que el líder de los Demonios utilizó un gólem para asesinar al dueño con sus enormes guantes pulverizadores. Sus hombres llevaron a los trabajadores a la mina mientras él comenzaba a demoler la entrada, hasta que sobrecargó al gólem. Esta masacre sin sentido y la destrucción enfurecieron a Vi. ¡Había sido un robo perfecto y ahora estos idiotas psicóticos estaban arruinándolo!

Los Demonios tomaron su parte del oro y escaparon, pero ahora los mineros estaban atrapados bajo tierra y pronto se quedarían sin aire. Vi no podía abandonarlos, así que rápidamente le quitó los guantes al gólem sobrecargado antes de que se destrozara. Los mecanismos de la muñeca le sujetaron los brazos, pero Vi soportó la agonía el tiempo suficiente para abrir un camino para los mineros y salvarlos de una muerte segura.

Cuando los mineros estuvieron a salvo, Vi y su pandilla huyeron con el resto del oro. Al día siguiente, Vi visitó a los Demonios de la Atarazana. Con los guantes aún puestos, le dio una golpiza tal a toda la pandilla que aún es recordada con asombro por las pandillas de Zaun en la actualidad. El desastre en el robo de la mina fue la última gota para Vi, y juró jamás volver a trabajar con alguien en quien no confiara por completo. Conservó los guantes pulverizadores e hizo que los modificaran para que no la quemaran cada vez que los usara para entrar en bóvedas supuestamente impenetrables o emboscar convoys de oro o tecnología muy armados, o lo que fuera que quisiera robar.

Vi desapareció de Zaun durante una época de fuertes levantamientos, una época en la que las tensiones entre las dos ciudades alcanzaron un punto álgido. Circularon rumores entre las pandillas que decían que había muerto en una gran explosión en el centro de Zaun, así como historias que decían que se había ido a una tierra lejana. La verdad salió finalmente a la luz cuando las Cicatrices del Viejo Cascarrabias, una sanguinaria pandilla cuya oleada de muertes llegó hasta Piltóver, cayó gracias a la sheriff de Piltóver y su nueva aliada... Vi. La antigua líder de una pandilla de Zaun era ahora la empleada de los guardianes y contaba con una mejora. Había reemplazado sus guantes químicos con un par de prototipos de guantes hextech. También se veía mayor, como si hubiera visto y hecho cosas que la habían cambiado para siempre. La Vi de las calles de Zaun que prefería utilizar sus puños antes que su ingenio seguía ahí, pero había madurado y había visto que el camino en el que estaba solo tenía un final.

Nadie sabe aún cómo es que Vi terminó trabajando junto a Caitlyn, pero el secreto que las une sigue siendo un misterio. Dada la naturaleza personal de una reciente ola de crímenes que arrasa Piltóver, se especula que involucra a cierto demonio de cabello azul de Zaun...

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