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¿Crées en el destino? O tal vez... ¿En una simple coincidencia?

Dicen que enamorarse inconscientemente de un personaje famoso es como desear bienes ajenos, porque no eres la única persona que siente lo mismo hacia el o ella.

Lo has visto un par de veces, pero no sabes quien es, ni tan siquiera su nombre. A lo mejor lo escuchaste y no lo recuerdas.

O tal vez... crees no recordar.

Selene y baile se unían de forma perfecta en una sola oración. Tanto talento en una joven soñadora. Desde pequeña amó bailar, esa sensación de volar con los pies se convirtió en su pasión y gracias a las insistentes clases de canto que su padre la obligó a tomar aprendió a cantar de una forma majestuosa. Allí, en esas clases conoció a Joseph, su ex novio. Pero esa es otra historia. Sin embargo, lo suyo no era vocalizar y entonar sonidos con su boca y cuerdas bucales, para ella lo más importante era bailar y nada más que eso.

Comentó a sus padres que quería ir a Juilliard; la Academia de Artes más prestigiosa de Nueva York, pero ellos se negaron rotundamente, ninguno la apoyó, lo tomaron como una estupidez. Querían que fuera la hija modelo de quien podrían presumir con sus amistades por seguir alguna carrera con alto grado de dificultad en la Universidad para que finalmente se hiciera cargo de la famosa disquera de la que son dueños: HighFight Entertaiment.

Las únicas que apoyaban a Selene eran Eli, su hermana un año menor, y Celeste, su mejor amiga y confidente. Las únicas en las que siempre podría confiar.

Selene no iba a renunciar a sus sueños, era bailar o nada y se lo dijo a sus padres. Se puso firme en su desición, su padre gritó hasta no poder más diciendo que si quería hacerlo, podía hacerlo, pero que se olvidara que era hija suya.

No le pareció para nada justo, era su sueño, siempre había hecho lo que ellos decían. Por una única vez quería hacer lo que ella quería.

Lo siento papá, no renunciaré a mi sueño  pensó Selene.

Después de haber tomado la desición su padre no quizo volver a verla y su madre también le dió la espalda. No podía contar con ninguno, ese mismo día empacó sus cosas y se fue.

[...]

Se hospedó en casa de Celeste hasta que encontró un trabajo. No era la mejor opción pero no tenía otra opción.

Entonces comenzó a trabajar en un cabarette cantando y bailando por las noches frente a muchos, muchísimos hombres, desde jóvenes precoces hasta viejos verdes.

Brillante, hermosa y única. Tres características que la llevaron a llamarse Luna en aquel Cabarette.

[...]

Sentada en una hermosa pradera mientras la estrellada noche la cobijaba suspiró. Pasó por un parque, en este se encontró con una señora de avanzada edad, vestida con una túnica que se notaba a leguas sucia y vieja. Se estaba acercando y con cada paso que daba un escalofrío recorrió el cuerpo de Selene, se sentía como en una película de terror.

Cuando la Luna deja de brillar, las estrellas brillan más fuerte —dijo con su voz añeja mientras observaba a la joven—. Tienes un destino bastante trágico querida Selene!

¿C-como s-sabe... mi nombre?

Yo lo sé todo, soy el destino sé acercó peligrosamente a Selene y tomó sus manos—. ¿Crees en el destino, o en simples coincidencias? ¡Escúchame, y escúchame bien! cerró los ojos. Odio, venganza, lágrimas, dolor, amor...

DESTINO (Jungkook) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora