Capítulo 5

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—Sus armas —pidió el hombre con serenidad.
Thomas me posicionó justo detrás de él.
—No tenemos —respondió.
Sabía que, a la altura del cinturón, mi compañero tenía una navaja.
— ¡Tiren las mochilas!
Claro que obedecimos.

El hombre tenía un pañuelo cubriéndole la mitad del rostro, razón por la cual no podíamos verlo bien. Su voz era gruesa, serena y sonaba segura.
—Sus nombres —pidió.
No contestamos.
— ¡SUS NOMBRES! —gritó alterado.
—Annabeth... —dije firme — él es Thomas.
Sentí cómo mi compañero se reacomodaba en su lugar, estaba segura de que hubiera protestado por lo que acababa de hacer.

—No nos dispare —pedí
Acomodó su rifle. Tirará en caso de ser necesario, pensé.
—Quiero respuestas a cada una de las preguntas que voy a hacerles —exigió y readaptó su arma a su brazo.
—Está bien —contesté.
—No lo hagas —susurró Thomas.
— ¡Sus apellidos! —gritó el hombre.
—Bless, Wobe.
—Calla —susurró Thomas
— ¡Edades!
—Dieciocho, y veinte —dije vacilando.
—Annabeth —susurró irritado Thomas.
— ¡El nombre de su ciudad!
¿A qué juega este hombre?
—Genux.

Bajó el arma y descubrió su rostro. Se veía a penas un poco más grande que Thomas.
— ¿Cómo escaparon? —preguntó más para sí que para mí.

Wobe y yo intercambiábamos miradas.

EXILIADOS #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora