Capítulo 6

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Por un momento pensé que aquel hombre podría ser como nosotros: un subversivo que había logrado escapar y se había instalado en las montañas. Sin embargo, estaba vestido como si acabara de salir de su casa.

¿Acaso era él quien se encontraba en el vehículo que pasó por la carretera?

—Por una alcantarilla, en el Noroeste.
El joven se acercó. Su barba le cubría gran parte del rostro y se extendía desigual hasta un poco más abajo de la barbilla. Tenía los pómulos tostados por el sol, y el cabello revuelto hacia atrás de un color castaño que, a la luz otoñal, se asemejaba al rojizo. Nos observaba con dureza.
— ¿Cómo han llegado hasta aquí?
Thomas me pellizcó con delicadeza antes que pudiera decir algo.
—Creo que acabó el interrogatorio —dijo él.
El joven alzó las cejas.
—El suelo que pisas me pertenece y tengo un arma.
Buen punto.
— ¿Dónde estamos? —preguntó Thomas con la cabeza en alto.

El joven colgó su rifle y se acercó hasta levantar nuestras mochilas. Giró y nos miró medio sonriendo.
—Todos preguntan lo mismo. Vamos, creo que necesitan una taza de café.
Automáticamente miré a Thomas, preguntándole con los ojos si había escuchado lo mismo que yo: "todos". Lo sabía, pensé. Algo en mí resonó con locura. Elioth.
—O un whisky, tal vez —sugirió el joven después de analizarnos.


EXILIADOS #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora