Tú eres amor.

36.5K 1.6K 225
                                    

~Calle~

Después de que salí con Cat al patio me contó el por qué se había suscitado el golpe que le había dado Javier al señor Garzón. Me preocupó mucho el hecho de saber el como estaría Poché si realmente lo qué había visto su tía era cierto.

Nos sentamos por un momento e intente esperar a que Poché bajara y me contará como estaba todo. Antes de que pudiera pensar en algo más escuchamos gritos que provenían del interior de la casa.

Me incorporé de manera inmediata y Cat siguió esta acción, nos adentramos a la casa y vi que Georgina iba con nosotras.

Al llegar a la puerta de entrada vi como Poché estaba sacando a su papá terminando esto con un portazo. Me quedé mirándola y cuando ella se giró hacía nosotros observé que se encontraba mal, imaginaba que sí, era cierto que existían más personas en la vida de él.

Me acerqué a ella y la abracé casi de manera inmediata, sentí como resguardo en mí y comenzó a llorar.

El tenerla así me hacía sentir terrible, no podía permitirme verla mal, al final ella no tenía la culpa de las decisiones de su padre y menos merecía lo que había ocurrido.

-¿En dónde está tu mamá?-Preguntó Georgina a Poché provocando que ella se alejara un poco de mí.

-Arriba- Contestó limpiando las lágrimas de sus ojos.

Georgina asintió y vi como se dirigió de manera rápida a las escaleras, Cat aún observaba a Poché que miraba como intentaba evitar el seguir llorando.

-¿Puedo ayudarte con algo?-Le preguntó de manera tímida.

Poché la miro y en seguida se acercó a ella pidiéndole un abrazo. Cat era la tía favorita de Poché ya que siempre la había secundado y animado a todo lo que ahora estaba viviendo.

-Necesito salir a tomar un poco de aire-Dijo Poché separándose de Cat-¿Puedes acompañarme?- Preguntó mirándome.

Asentí y la tomé de la mano.

-Aquí voy a estar para cualquier cosa-Comentó Cat mientras abría la puerta para después cerrarla.

Caminamos hacia el sendero que daba hacía la carretera y hacía una presa común entre los papás de Poché y dos vecinos más, a la cual decidimos ir. A pesar de que ya era de noche el camino estaba iluminado.

Llegamos todavía en silencio y el lugar se encontraba de la misma manera en como lo recordaba, había un pequeña cabaña y de frente la presa que con la manera que estaba iluminada tenía un gris cristalino, durante el día alcanzaba tonos verdes, naranjas e incluso rosas, todo rodeado de arboles de distintos tamaños. Era un lugar bueno para relajarse y para pensar.

Observé como Poché caminó hacía la presa y se sentó sobre el pasto frente a la misma mientras miraba fijamente el agua. Imite lo que hizo sentándome junto a ella.

-¿Puedes creer que los mejores recuerdos con mis papás los tengo en este lugar?-Preguntó aún mirando el agua.

Tras escucharla sentí un escalofrío ya que en vez de ayudarle parecía que había decidido ir ahí para terminar de deshacerse.

-Es gracioso, cómo la última vez que había estado aquí me dijo que el nunca me iba a fallar y que siempre estaría apoyándome-Dijo con la voz quebrada, -Tanto que lo admiraba y decía con orgullo que era el mejor papá.

Entré en pánico ya que no sabía que hacer para evitar que se sintiera así, realmente no sabía que decirle. La observé y me di cuanta que ella ya me miraba, sus ojos estaban cristalinos.

Quiéreme de una vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora