Quiéreme de una vez.

¿Me amas?

~Poché~

Desperté sola en la cama, cuando por fin mis ojos se adaptaron a la luz de la habitación me senté sobre observando la hora en mi celular, 08:40am. Tenía algunos correos y noticias sobre la noche anterior, se seguía de hablando sobre mi relación con Calle, que, ciertamente aún no estaba confirmada en su totalidad pero ya no me molestaban los comentarios al respecto.

Salí de la habitación en busca de mi novia  sin ningún éxito, al parecer no se encontraba en la casa.

Tomé el celular y marqué su número, para después esperar en la línea.

—Hola— Escuche que contestó no de muy buen ánimo.

—¿Está todo bien?— Pregunté confundida.

—¿Mi amor?, Perdón bebé pensé que eras otra persona — Habló un tanto más relajada pero aún con ligera preocupación.

—Ya lo noté, ¿Puedo saber en dónde estás?— Contesté esperando me explicara el porqué se había ido y la manera en la que me había hablado.

—En la plaza mi amor, perdóname por no decirte nada—Se disculpó suspirando.

—¿Qué sucedió en la plaza?, ¿Por qué estás allá?— Pregunté sentándome en el reposado del sillón.

—Calle, tenemos que ir a declarar, al parecer la cámaras no detectaron nada—Escuché una voz femenina de fondo que se dirigía a ella.

—¿Qué pasa Calle?— Insistí pues no me contestaba.

—Por la madrugada robaron dentro de la plaza, me llamaron en inmediatamente vine a ver qué sucedió, al parecer no estaba bien cerrado— Me sorprendí mucho ante tal noticia, no se había escuchado hacía mucho lo de un siniestro de ese tipo en la zona,— Están culpando a la persona que dejé a cargo.

—¿Y qué pasa con los láseres de seguridad, las cámaras?— Pregunté exaltada.

—No estaban activados, no sé mi amor—Calle se oía igual alterada, más que nada preocupada, por lo que yo sabía su equipo no estaba encargado de la seguridad o de cerrar el lugar, — Bebé, tengo que ver unas cosas aquí, en un rato me comunico contigo, ¿Sí?

—Por favor mantenme informada, te amo— Expresé antes de colgar.

Aventé el celular hacía el sillón y corrí escaleras arriba, me metí al baño y me di una ducha rápida, estaba dispuesta de ir a donde Calle.

Al terminar me vestí con mi pantalón de estampado militar favorito a juego con una playera y tenis blancos.

Era domingo y no me quería ver tan elaborada, tomé las llaves del auto para por fin salir de mi propiedad en dirección a la plaza.

Al llegar había un par de patrullas estacionadas en la entrada, dejé el auto junto detrás del de Calle y salí de el, caminé hacía la entrada, dos guardias me frenaron impidiéndome el paso.

—Lo siento señorita, no puede pasar—Suspiré observando al señor de tez blanca con uniforme negro.

—¿Por qué no puedo pasar?— Pregunté relajada.

—Esa información no la podemos dar— Habló el otro monito, — ¿María José Garzón?— Pregunto ahora con asombro, provocando que volteara a verlo.

—Tu— Expresé con asombro mirando a uno de mis ex compañeros del colegio en San Francisco, el se acercó a mí y me envolvió en un abrazo, —No tenía idea de que trabajabas en seguridad privada.

—Y yo no puedo creer que seas la chica boom del momento—Mencionó emocionado, —Tenemos que salir para ponernos al corriente de nuestra vidas — Propuso sonriente.