Quiéreme de una vez.

Inauguración.

~Calle~

Salí de la casa y me monté al auto, pasaría por Laurel antes de llegar al lugar del evento, aunque sería por la tarde yo tenía que ir presentable para con todos desde la mañana.

Llegamos al lugar y ya estaban armando el escenario en el que se presentaría una pasarela con modelos vistiendo la ropa de las diferentes marcas que conformaría esa plaza.

Salimos a desayunar alrededor de las 11:00pm a un restaurante que se encontraba a algunas cuadras de donde estábamos.

—¿Cómo te fue ayer con Poché?—Preguntó Laurel mientras comíamos.

—Bien, ¿Por qué?—Contesté bebiendo del jugo que me habían servido.

—Otra vez fueron tendencia—Giré los ojos tras escucharla y ni me molesté por buscar que tanto habían dicho.

El acceso a los propietarios comenzó después de que di la orden a los guardias de la entrada, conforme entraban daban un vistazo al lugar que tendrían en la plaza.

El evento se llevaría a cabo en uno de los salones conjuntos a la plaza, los invitados comenzaron a entrar,  hasta el momento todo iba saliendo conforme a lo esperado.

—Calle, en la entrada se generó un problema con un par de personas que quieren entrar pero no traen invitación—Habló Laurel a mis espaldas, me encontraban revisando el acomodo de las mesas y sillas disponible con respecto a las que ya estaban siendo ocupadas.

—Pues que triste, si no traen invitación o algún ID con el que se pueda verificar que está en lista de invitados no pasa—Contesté sin mirarla revisando el celular.

—Okay jefa—Dijo retirándose.

Decidí revisar que en la cocina estuviera todo bajo control para cuando se empezarán a ofrecer los bocadillos. El chef me puso al tanto de lo que había preparado, además de expresar su gratitud por estar sirviendo en un evento de ese tipo.

Cuando salí pude ver como el salón iba tomando forma con la gente que llegaba, la mayoría de un nivel socioeconómico alto, todos los dueños de las tiendas ya habían tomado su lugar, estábamos a escasos minutos de comenzar aquella ceremonia de inauguración.

—Señorita Calle, ¿En qué momento comenzamos a servir?—Pregunto un mesero.

Cuando estaba decidida a contestarle la presentadora habló por el micrófono dándole la bienvenida a las personas que ya estaban ahí.

—Ahora mismo—Dije seca observando como surgía todo desde atrás.

Ahora era el turno del propietario de la plaza, la persona que me había contratado, agradeció a sus socios quienes estaban dispuestos a pagar mensualmente una alta cantidad de dinero por exponerse en aquella plaza. Me nombró y extrañamente me pidió pasar al frente.

—Tengo que admitir que este evento no sería lo mismo sin esta señorita que esta a mi lado, Daniela Calle, la mejor planner de Los Ángeles, para quién pido sus aplausos—Estaba petrificada, me sentía súper extraña de estar al frente de sujetos muy importantes, pero en ese momento supe que tanto estrés había valido la pena.

Procedió la pasarela del mejor conjunto que tenía cada marca de ropa, así como accesorios y zapatos, seguido a esto se haría el corte del listón para que oficialmente la plaza esté expuesta al público en general.

—Muchas felicidades Daniela—Escuché a mis espaldas, me encontraba con el capitán de meseros, al cual le daba la instrucción de poner en una pequeña mesa algunos bocadillos.

—Muchas gracias—Me giré para ver quien me hablaba—Señor Collins.

—Mucha formalidad, puedes llamarme Dante—Dijo el hombre.