Amor

Plan

Murdoc no dejaba de molestarlo día y noche después de la reciente confesión. Era como un recordatorio de lo que sentía.

El quería que todo aquello fueran delirios de un ebrio dolido, en cambio eran todo lo contrario. La más pura y maldita verdad.

Ahora mas que nunca tenía los sentimientos a flor de piel y esto significaba una cosa, estaba enamorado y de la peor manera posible. Cada que Noodle decía o hacía algo que le resultaba de lo mas precioso, se soltaba a llorar.

Obviamente esta misma se confundía disculpándose por lo que sea que haya hecho mal y el mar de lágrimas no lo dejaban negar esta errada suposición. Si tan solo entendiera que lloraba porque la amaba tremendamente.

Volviendo a la realidad de hace unos segundos, Murdoc ahora mismo estaba haciendo lo que le gustaba para reírse de él. Hablar indirectamente de la chica que aparecía recurrentemente en sus sueños.

-Oye Russ -habla y se tensa cuando cree que lo meterá en esto, que revelara su desagradable secreto -Tiene tiempo que no pedimos a domicilio -su amigo que estaba leyendo el periódico asiente pensativo, vuelve a respirar con lentitud.

-¿Que pediríamos? -el de piel verdosa voltea a verlo con una lentitud agobiante, el moreno ignorante de toda la situación los ve a ambos.

-¿Que tal comida japonesa? -remarca la última palabra exageradamente, tiembla ante el escrutinio de Russel.

-Me parece bien -sonríe ingenuo -Yo quiero sushi -habla para luego levantarse por un vaso de agua.

-O-Oh, yo t-también quiero sushi -habla 2D intentando ocultar su nerviosismo, Murdoc lo mira fijamente con una sonrisa maliciosa.

-¿Seguro? ¿No quieres fideos? -oculta sus ojos avergonzado, espera que el mayor no entienda estas referencias. Tal parece que no pues se limita a sonreír.

-Me parece bien, pídelo Murdoc - ordena, el aludido asiente tranquilamente. Stuart puede sentir como el alma le regresa al cuerpo hasta que vuelve a hablar el moreno y esta misma se va volando por la ventana -¿Que les parece si invitamos a la princesa? -su columna tiembla al momento de escuchar la grave risa de su allegado detrás de él.

-Es una excelente idea -sonríe mostrándole todos sus dientes, admitiendo así que este era su plan desde un inicio.

Lo único que puede pensar 2D es que su amigo es un auténtico hijo de puta.

...

La mujer a la que tanto teme está parada en la puerta de la entrada, lo sabe porque hace cinco minutos que escuchó el timbre. El se ofreció para recibirla, pero ahora frente a la puerta sus piernas temblaban cual gelatina. Tiene miedo de verla y llorar desconsoladamente sin motivo aparente, que lo tome de raro y se vaya.

Que toda esta bella amistad la tiren a la basura por sus estúpidos sentimientos. Sin saber que desde hace mucho su mejor amiga siente lo mismo.

El timbre suena una y otra vez, prueba de su desesperación. Se acerca y abre lentamente, la ve hermosa, la siente lejana. Decidió vestir una sudadera gigantesca y unos shorts, abajo de ellos unas medias y su pies portaban tenis. Nunca prestaba atención a su ropa, pero ahora más que nunca le sabía tentadora.

-Noods -saluda, la fémina se da cuenta que no uso el apelativo mas cariñoso. Suspira liberando un poco del miedo que le acompaña últimamente.

-Stuart -juega, intentando sonar seria. El se da cuenta de sus intenciones y ambos ríen con suavidad, ¿por qué se preocupaba? No importa que pase, Noodle siempre encontraría la manera de eliminar todos sus males, de hacerle feliz, siempre sería su mejor amiga.

Y tal vez, lo mejor sería que se quedara de esa manera.

...

Pasaron varias horas hablando entre todos, contaban acerca de experiencias cómicas, vergonzosas o desagradables. Cualquiera de éstas terminaban haciéndoles reír. Ya que hubieron acabado esto al mayor de ellos se le ocurrió jugar algo.

-¿Que tal si jugamos verdad o reto? -sugirió con una gigantesca sonrisa que abarca casi toda su cara. Stuart quiso decir que no hasta que volvió a hablar -¿Lo has jugado Noodle? -gira a verle con una expresión inocente, ella piensa seriamente y luego niega.

-No tengo amigos desde preescolar, así que no - explica, su tono de voz es desinteresado. Sin embargo aquella afirmación es suficiente para convencerlo de que lo hará.

-¡J-Juguemos! -exclama animado, pero sumamente nervioso. Murdoc saca la lengua riendo triunfante, todo iba de acuerdo al plan.

Explican brevemente las reglas a la más joven, usarán una botella que dirigirá al azar a los que serán cuestionados y retados, del otro lado el que dirá que hacer. Asiente luego de entender y comienza la ronda.

Para su fortuna la mayoría de veces estaban entre ella y Russel, casi nunca caía con Murdoc. El susodicho comenzaba a exasperarse, tenía que hacer lo siguiente en su lista de cosas para hacer. Los ve a ambos, si no cae 2D, caerá la asiática.

-Murdoc dice, Noodle hace -habla el moreno, explicando amablemente porque a veces la chica olvidaba cual era que. Asiente aceptando.

-¿Verdad o reto querida? -sisea.

-Verdad -contesta con tono aterciopelado. 2D se siente nervioso, no quiere que sepa acerca del amor que le tiene. Murdoc siempre ha sido muy listo y de alguna manera podía hacer que aquel escenario lo perjudicara.

-Verdad ¿eh?... -piensa un rato y chasquea sus dedos -¿Estas enamorada? -Stuart no sabe si es su imaginación pero ve sus manos tensarse entre si.

Noodle sabe que puede aprovechar la situación y decir que no, para así convencerse a sí misma que aquellos sentimientos ya habían quedado en el olvido. Que por fin podría caminar a su lado sin el temor de que una chica llegue a su vida y la ilumine, olvidandola en el hoyo de donde la saco. Que por fin cuando tenga una pareja en vez de sentir celos sentirá verdadera felicidad. Pero pensar que aquello seria un engaño a su corazón, no le gustaba para nada.

El silencio que inundó la sala es abrumador, alza la mirada orgullosa, sin vergüenza. Jamás había hablado tan seriamente en toda su vida.

Ella nunca mentía por gusto y hoy no seria una excepción.

-Si