Contacto

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Los rayos solares se colaron por su ventana que estaba con la cortina levemente abierta, como la había dejado en la noche.

Siente su cuerpo desnudo temblar levemente por la brisa, despierta sintiendo un peso sobre su brazo, se asusta y se dispone a gritar cuando siente un suspiro seguido de un leve quejido femenino, es Noodle.

Recuerda todo lo que había pasado en la noche anterior, sonríe emocionado cuando la nota desnuda, abrazándose a el. No aguantándose la atrae con fuerza sintiendo el delicioso contacto de piel con piel, ella se despierta de inmediato, adormilada corresponde.

-¿2D? -habla la muchacha, tiembla también ante las condiciones climáticas, el cubre a ambos con una sabana.

-Ya despertaste -evidencía con una enorme sonrisa, ella adopta este mismo gesto.

-Así es -se acurruca en su pecho y el ríe.

Le gusta que cuando el hace observaciones o preguntas estúpidas, ya no utiliza ese sarcasmo que tanto le acompañaba.

-Ya es tarde -besa la coronilla de su cabeza a lo que ella solo lanza un quejido.

-Puedo faltar la primera hora -intenta convencer.

-No amor, ¿que clase de persona sería si te dejo llegar tarde? -mira sus ojos y ella medita.

-¿Un héroe? -vuelve a reír y niega.

-Vamos, yo también tengo que ir -finalmente la ve suspirar.

-Bien, iré al baño -avisa su querida novia, ahora más que nunca le encanta esa palabra.

La observa, percatándose de que al momento de levantarse se queda inmóvil, sentándose de nuevo luego de unos segundos. Se acerca, acariciando su huesuda espalda.

-¿Que pasa? -interroga preocupado.

-Eh... -Noodle ríe avergonzada -Mis piernas tiemblan al caminar -se sonroja cuando lo escucha reír, lleno de ternura y diversión.

-Creo que fuimos muy rudos - bromea Stuart y ella también ríe, luego de meditarlo extiende sus brazos hacia el, que se había levantado.

- ¿Oh? -se acerca.

-Cargame al baño -sonrie juguetona.

-Pero si t-te llevo, no saldré de ahí y llegare tarde al trabajo -iba a colocarse su pantalón hasta que sintió el pecho de Noodle pegarse a su espalda abrazándolo,abrió los ojos cuando sus manos se deslizaron desde su pecho hasta su entre pierna.

-No seas aburrido viejo -retó con voz lasciva.

-Este viejo aguanto tres rondas ayer -recordó mientras mordía sus labios, evitando caer en su juego. Ella le acaricia.

-¿Por que no una cuarta? -aumentó la intensidad sintiendo espalda de el tensarse.

-P-Pero vas a quedar adolorida -pensó preocupado arqueando su columna, aun dándole espacio para continuar con su tarea.

-Vamos, se que quieres hacerlo -sintió sus omóplatos aún mas tensos y su cuerpo relajarse levemente, escuchándolo jadear se coloca enfrente de el.

2D observo con detenimiento y asombro como lamía sus dedos con lentitud. Se sonrojo hasta las orejas avergonzado, cubre su cara con ambas manos cuando la escucha reír y abrazarlo. Susurra en su oído "que rápido"

-N-No es gracioso -reclama, no está enojado, sino abochornado.

-Claro que lo es -suelta una carcajada al sentir como es despojada del suelo.

-El que ríe al último ríe mejor -intenta sonar sensual, no obstante el rubor en sus mejillas no le favorece. Tampoco su desentonada voz.

-Pues mas te vale que rías bien -guiña un ojo, el tiembla. Sigue apenado pero obedece y se dirige hacia el baño.

Noodle ríe emocionada y divertida.

...

Las clases le parecen una tortura, aun sentada la cadera le duele.

Se maldice mentalmente, lo subestimo demasiado. Sabe que sus amigas sospechan algo, no han dejado de mirarle todo el rato de una manera perturbadora.

Además, era obvio con la gran bufanda que carga. El clima le favorecía en esta mentira, sin embargo ella ya les había confesado que casi nunca le daba frío. 2D le dejo una serie de mordiscos imposibles de ocultar con el maquillaje.

No desea admitirlo pero una boba sonrisa adorna su rostro durante todo el día.

Esta se vuelve vergonzosa cuando intenta caminar, lo hace de una manera tan graciosa que ya no le cabe duda que sus amigas saben lo que sucede.

"Suertuda" dicen con una sonrisa de oreja a oreja, ella les dedica una ceja arqueada.

Todas ríen mientras le ayudan a seguirles el paso, caminan a su lado interrogándola. Les cuenta aunque le da mucha pena.

Noodle no desea quererles de la manera en que lo hace.

Le da miedo perderlas.

...

Stuart se encontraba impartiendo clases, le gustaba ver nuevas caras. También le daba cierta nostalgia que ya no veía a las anteriores.

Le dolía no poder ver a la japonesa.

Mira hasta atrás, donde antes ella estaba sola. Nadie se sienta ahí, parecen llevarse muy bien y aquello le alegra.

Todos le hablan con confianza y cariño, a lo que les corresponde. Hasta ahora se da cuenta de que gran parte de la población femenina de la institución se siente atraída hacia él, no sabe porqué, según él no tiene gran encanto. De todas maneras se siente halagado.

A decir verdad está muriendo de cansancio, quiso lucirse frente a Noodle pero ahora no dejaba de bostezar. Se remueve una y otra vez para no quedarse dormido, sin embargo, al hacer eso la tela de su camisa roza con los arañones en su espalda.

Recuerda detalle a detalle las sensaciones, en su piel, en sus labios. Le encanta pero también ocasionan reacciones en su cuerpo que no desea tener ahora mismo.

Debe controlarse y pensar en otra cosa, la policía ya no sirve porque la ha ignorado por completo.

Deja un ejercicio a sus estudiantes y se sienta a descansar, talla sus párpados. Siente el metal del collar contra su piel, lo saca de entre su ropa y lo observa enamorado.

Coloca un beso en él, esperando que este le llegue a su novia.

...

Ambos llegan a casa, se encuentran en la entrada saludándose con un beso tierno.

Entran y para su sorpresa no encuentran a nadie, ven una nota en el microondas. Con bonita caligrafía Russel les contaba que estaba obligando a Murdoc a conseguir empleo, tardarían bastante pero llegarían para la cena.

Se miran nerviosos, creyendo que el otro querrá tener intimidad de nuevo y no estaban preparados.

Se acercan poco a poco hasta que se besan, la arrincona hasta la mesa de la cocina y la levanta de los muslos. El contacto se va haciendo más profundo hasta que apenas se rozan ella gime.

Se sonroja por la rapidez de su excitación a lo que el ríe, vuelven a unirse y ella vuelve a hacer este ruido con mas fuerza. Vuelve a reír.

-¿Ahora quien es rápido? -abochornada esconde su rostro en la curvatura de su cuello.

-¿Podemos...? -suplica y el coloca su atención -¿Podemos ver una película? No creo aguantar más rondas -ambos ríen mientras el asiente.

-Yo tampoco -la carga hasta el sillón, va a su habitación por una manta.

Regresa para acomodarse con ella cubriendo a ambos. Enciende el televisor y busca algún buen canal, aparece uno que llama su atención, decide dejarlo ahí.

Se abrazan el resto del día, se quedan dormidos en algún momento.

No importaba el tipo de contacto que compartieran, era maravilloso.

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