Amor

Felicidad

Murdoc organizó de nuevo una fiesta.

Pero esta vez tenía justificación, no saben cuando paso tan rápido el tiempo, pero ya era 31 de octubre, el cumpleaños de Noodle. Su cumpleaños numero dieciocho fue una cena tranquila a petición de Russel, era turno del mayor decidir que harían.

En esta ocasión invitó a mas conocidos, como las amigas de Noodle, algunos alumnos de Stuart o compañeros del trabajo de Russel. Todos los que fuesen mas divertidos, porque no podían faltar las prostitutas y el alcohol.

Stuart estaba nervioso, sabe que Noodle nunca cometería un acto como el de su ex novia, pero no puede evitar ese sentir de que algo pasará.

A lo lejos la ve bailar con Russel, se ven animados y muy contentos. Los movimientos de la fémina son mas ligeros y fluidos que los de la vez anterior.

Ese terrible día.

Sacude la cabeza intentando que así se alejen estos pensamientos, lo logra lo suficiente como para sonreír a su dirección sin remordimiento. Ella alza la mano en un saludo cariñoso, devuelve el gesto.

Detalla su sonrisa y su hermosa figura a la distancia, se pregunta como se puede amar tanto a alguien.

Quiere bailar con ella, la vergüenza ganando terreno por sobre el valor. Nota a su amigo de piel verdosa caminar hacia el tambaleándose con una cerveza en mano, ríe sin que lo note.

-¿Que mierda haces aquí? -le propina un golpe en la cabeza -Tu chica esta allá -señala a donde veía recientemente, aparta la mirada avergonzado.

-Lo sé -no entiende porque le da tanta vergüenza ahora si en su cumpleaños no lo hizo, tal vez porque teme hacerle ver mal frente a gente que conoce -Tal vez no quiere bailar conmigo -siente su brazo ser jalado y a el ser lanzado.

-¡Ve por ella imbécil! - grita a la distancia, choca contra su espalda y voltea confundida. Apenas entiende la insistencia de su mejor amigo por bailar con ella, otro muchacho la estaba invitando.

-¿2D? -pronuncia cariñosa, confundida. El balbucea antes de responder.

-¿Q-Quieres bailar? -rasca su nuca a lo que ella sonríe radiante, esperando toda la noche por aquello.

-Por supuesto -se acerca a el, la musica parece cambiar de tonalidad a una mucho mas suave y romántica.

Coloca sus manos en su cuello mirando directo a sus ojos, el hace lo mismo agarrando su cadera. Se mueven a un compás tierno, suave, tranquilo.

De vez en cuando se roban un beso, la que lo hace con más frecuencia es Noodle ocasionando miradas curiosas a su alrededor. El esconde su rostro en el cuello femenino, dejándose llevar.

-Te amo tanto Noodsy -da un beso en su hombro pues es lo que tiene al alcance.

-Y yo a ti Toochi -da uno en el mismo lugar que él.

Siguen con el baile, algunas parejas más se les unen. Sin embargo, era imposible igualar el amor que ellos presumían, brillaban en medio de la escena.

Separados eran estrellas, pero juntos eran la luna.

...

Murdoc le organizó una sorpresa a Noodle, sabe que ella no estuvo en muchas fiestas durante su adolescencia así que cuando acabaron y todos se fueron se dispuso a llevar a cabo el plan.

-¿Una limusina? -arquea una ceja confundida cuando se halla frente a esta sorpresa -¿por qué? -lo ve y el sonríe.

-Para celebrar que verdaderamente eres una de nosotros -revuelve su pelo cariñoso -Y porque te queremos -ella siente sus ojos empañados e inmediatamente se los talla.

Se sube al auto con Stuart en la parte de atrás, al volante esta Murdoc y de copiloto se encuentra Russel.

Maneja rápidamente entre las calles, hasta que hubo agarrado una más lenta se animó a salir.

Era maravilloso, único.

Las luces de la ciudad le bañaban, el viento llevándose las tristezas pasadas, la música que puso Murdoc era preciosa pues en ella cantaba su novio.

-¡Ven 2D! -grita eufórica, extiende los brazos hacia arriba.

La gente le mira raro pero a ella le importa una mierda, ¿que derecho tienen ellos de juzgarla? No la conocen, no conocen a los hombres con ella, son ignorantes de su historia, de su felicidad.

Sigue gritando con una gran sonrisa, finalmente 2D se arma de valor para salir con ella. La adrenalina lo invade también pues comienza a lanzar exclamaciones incomprensibles, una sonrisa demostrando su felicidad.

Los mayores les ven sonrientes, les parecen de lo mas perfectos. Se preguntan porque les fue tan difícil a ellos aceptar el amor que se profesaban, Murdoc aumenta la velocidad, pero no lo suficiente para ser detenido por la policía.

2D y Noodle lanzaban gritos, reían a carcajadas, la fuerza del viento robándoles unas cuantas lagrimillas. Stuart la ve intensamente sin que ella se percate.

Recuerda su imagen triste, la chica que estaba sentada en las gradas esperando a que la soledad le consumiera. La jovencita que tenía una adicción que con solo un poco de amor y fuerza de voluntad pudo vencer. La pequeña que fue violentada por un monstruo y siguió sonriendo. La niña que vio morir a sus padres justo frente a sus narices.

Y a pesar de todo eso y más, siguió adelante.

Noodle es fuerte, la persona más fuerte que ha conocido. El sabe que la ama demasiado, lo suficiente como para pasar una eternidad con ella.

Toma su mano y la fémina voltea sonriente, se extraña por la expresión embobada de Stuart. Toma su mentón y la besa con delicadeza, corresponde gustosa.

No recuerda que antes le haya besado con esta intensidad, pero le gusta, le encanta. El pecho de el se junta con el de ella, la asiática ríe entre sus labios por la nueva sensación de besarse con el viento golpeándoles.

-Noodle... -llama cuando se separan, ambos tienen los ojos cerrados.

-¿Si? -despegan al mismo tiempo sus párpados y el sonríe enormemente.

Toma aire, sorprendiéndose por su propia falta de miedo. Noodle casi pudo confundir lo que dijo con un suspiro.

-Cásate conmigo