Amor

Confesión

El día era pacífico, los árboles se movían de un lado a otro por el viento, los estudiantes caminaban con calma, la respiración a su lado era acompasada. Todo estaba de lo más sereno.

Excepto Stuart Pot.

Se encontraban en el árbol que habían olvidado y Noodle se había dormido recargada de su hombro, hablaba entre sueños pero el no prestaba atención, estaba más ocupado intentando controlar sus manos.

2D se sentía como un depravado, pues quería besarla, abrazarla, tocarla. Y al estar su cabeza en aquella posición el aliento frío de la fémina daba directamente a su cuello.

"Piensa en la policía 2D, piensa en la policía" repetía una y otra vez en su mente.

Luego de varios minutos que parecieron ser eternos la campana anunció el término del almuerzo, su acompañante lo escuchó pues despertó enseguida. Se dio cuenta de la dirección de su cara y se apartó como si su tacto quemara.

-Oh... Yo... Lo siento -se disculpó tiernamente a lo que el sonrió lo más tranquilo posible.

-No pasa n-nada Noodsy -se felicita mentalmente, ya casi puede controlar esos estúpidos tartamudeos -¿Descansaste? -acaricia su mejilla, no sabe si lo esta imaginando, pero se torna mucho más caliente y roja.

-Si, ha sido la mejor siesta en años -bosteza y se estira. Ambos se levantan para dirigirse al interior, pero una suave voz habla detrás de ellos.

-Disculpen -es una chica, parece ser más grande que Noodle. La detalla y nota que cuenta con facciones bellas. Incluso su voz resulta de lo más linda -Profesor, t-tenga -extiende una pequeña carta, esta bien sellada. La respiración de la menor se atasca en sus pulmones cuando ve que esta decorada con varios corazones. Mira al mayor que solo sonríe ingenuo.

"No..."

-Muchas gracias Elizabeth -acaricia la coronilla de su cabeza a forma de despedida, la aludida se vuelve rígida y sonríe con las mejillas sonrojadas.

Retoman el paso pero Noodle no puede sacar de su cabeza a aquella mujer, esta asustada, demasiado. Todas las chicas que gustan de él se quedaban en el amor meramente platónico, pero esta estudiante quería ser más.

-Noodsy, ¿quieres abrirla conmigo? -sonríe mostrando los dientes que tiene, ella no sabe que hacer o que decir. Asiente levemente.

Se dedican a abrirla con lentitud para no dañar el tierno diseño, adentro lo que parece ser una confesión de aquella jovencita. Habla de como se sintió desde el momento que lo vio hasta la fecha, del fuerte lazo que siente con el más allá de la amistad. Una a una las palabras se le entierran a la fémina, susurrándole.

"Nunca serías suficiente para él"

Gira a ver a 2D y esta llorando. No cree que sea una buena señal, está conmovido.

"No..."

Agarra su mano, el creé que quizá está consolándolo pero ella con esta sola acción esta rogándole que no la abandone.

...

En todo el día la muchacha no pudo dejar de pensar en aquella carta. En las instrucciones del final decía con claridad que la buscara en la hora de la salida detrás de la escuela si correspondía sus sentimientos, donde casi ningún estudiante se atrevería a ir.

-¡Bien hecho Beth! -exclama su mejor amiga orgullosa, se limita a sonreír.

-¿Tu crees? -juega con sus manos que están sudadas -¿Que tal si ya tiene a alguien? ¿O si no le gusto? -agacha la mirada, no puede evitar imaginar estas posibilidades pues tiene sus sospechas.

-¿Estas loca mujer? La señora que venía ya nunca está y esas miradas en clase no me las imagino solo yo -afirma segura -¡Le gustas! Además ya somos mayores de edad, no es delito -guiña uno de sus ojos pícara, a lo que sólo sonríe.

-No estoy segura Amy -talla su brazo.

-Querida ¿quien podría resistirse a ti? -agarra sus hombros mirando directamente sus ojos, no puede resistir la intensidad de estos y voltea -Además, mereces ser feliz -la abraza con suavidad.

Recuerda a sus padres, que nunca están en casa o le mostraron el verdadero cariño, recuerda a todos los chicos con los que ha estado que solo la utilizan. Quiere llorar pero aguanta.

Amy tiene razón, es hora de ser feliz.

...

Las clases finalizaron y Noodle fue la primera en salir del aula, sus piernas le tiemblan a cada paso. Se dirige al lugar establecido con una velocidad inigualable, cuando llega no están ni 2D ni la chica. Se oculta detrás de un árbol para ver con claridad.

Pasan quince minutos, divisa a la muchacha llegar a paso rápido con su rostro ardiendo. Esperan nerviosas, una con razones completamente distintas de la otra.

El aire abandona sus pulmones al mismo tiempo cuando a lo lejos, un hombre de hermoso pelo azul camina hacia el lugar. La asiática aprieta los puños, sus uñas enterrándose en sus palmas.

-Hola Elizabeth -saluda tranquilo el mayor, da un salto en su sitio al escucharlo hablar.

Esto no es un sueño.

-H-Hola profesor -saluda cordial, Noodle quiere vomitar.

El silencio que les acompañaba era aterrador, pero para la de cabello rubio era pura felicidad.

-No puedo creer que esté aquí -rompe el silencio con una voz cargada de alegría -De verdad, yo... Yo le -es interrumpida cuando alza la vista y ve al joven con expresión desolada.

-Perdón Elizabeth -sus varoniles ojos llenándose de lágrimas -No puedo corresponder tu sentir -niega con voz y cabeza. Ella comienza a llorar, la chica detrás del árbol perpleja.

-¿Por que vino entonces? -solloza, limpia sus lágrimas con la palma de su mano.

-Quería decirte que tu carta fue hermosa, al igual que tus sentimientos. No sería caballeroso negar tu sentir sin ver tu rostro -logra disminuir un poco el llanto -Pero no podría salir con una de mis alumnas -miente descaradamente, la joven cree esto y comprende su rechazo.

La que se halla detrás del árbol siente sus manos temblar horriblemente, sus ojos llenándose de vergüenza. Las ilusiones de alguna posibilidad con él derrumbándose.

-Entiendo -sorbe su nariz suavemente -Siento mucho haber gastado su tiempo -se disculpa arrepentida, el niega.

-Es la carta mas preciosa que he leído en mi vida -las mejillas de ella sonrojándose, se dispone a irse pero una duda abarca su mente. Quiere confirmar sus sospechas.

-Usted... Usted esta enamorado de otra chica ¿cierto? - el salta en su lugar con los ojos abiertos de par en par. Es cierto.

-Y-Y-Yo -intenta negarse pero sabe que es demasiado tarde cuando la ve reírse, es muy obvio.

Ambos ignorantes de la cruel ruptura de un corazón escondido a la distancia.

-¿Como es la chica? -cuestiona, para su sorpresa no le duele escucharlo hablar de la mujer que ama. De hecho, ella sabia en el fondo que había alguien, aun así tenía esperanzas.

-Eh... -rasca su nuca con las mejillas rojas, su rostro arde -Tiene... -no sabe si hablar de ella, tal vez lo mejor solo sea darle una pista.

Noodle oye atenta, con el corazón hecho piezas en la mano. Escucha su respuesta y la respiración se le corta.

No sabe como sentirse.

-Tiene unos lindos ojos verdes.