Bandit (Frerard)

Capítulo 17. Gerard

Desperté y todo me daba vueltas.

La luz de esa habitación me estaba matando y todo olía a agua oxigenada y al alcohol.

Intenté levantarme de donde estaba pero me sentía atado a un par de máquinas.

Mi estómago me molestaba mucho. Si me iba a morir ya que me lo dijesen ahora. Sentía que todo se hacía pedazos a mi alrededor. Primero mi marido está en coma, luego llega mi ex mujer para volver a quitarme a mi hija y ahora me desmayo en un hospital.

Quería llorar. De verdad. No me encuentro nada bien y deseo que esto sea solo otra pesadilla más y luego despierte en los tatuads brazos de mi marido y que nuestros hijos estén en su habitación durmiendo con nuestros perros.

¿Por qué las cosas no podían ser como antes?

Iba a ponerme a llorar pero entonces llegó una doctora. En vez de tener el pijama azul lo tenía rosa y su bata blanca llevaba unos animales bordados.

-Hola, señor Way.-dijo ella acercándose a mí.-Soy la Doctora Lee, la cirujana intrauterina y pediátrica de este hospital.

Yo asentí un poco confundido. No sabía por qué ella estaba aquí y la verdad es que me estaba asustando un poco.

-Le hemos hecho unos exámenes y tiene muy alta una hormona que solo se presenta en esos niveles en los embarazos.-dijo ella mientras leía unos papeles.

-¿Embarazo?-dije confundido.-Eso es imposible.

Ella soltó una pequeña sonrisa.

-Señor Way, los casos de embarazos masculinos se han vuelto casi tan normales como los embarazos en mujeres.-respondió ella con una sonrisa.

-Lo sé...-mumuré.-Pero aparte de ser hombre, tengo casi 42 años.

-Y su embarazo es de muy alto riesgo.-dijo la doctora Lee mientras se sentaba en una silla cerca mía.-Dado con los niveles de estrés con los que está por lo de su marido, el ser un embarazo masculino y su edad me temo que este embarazo es de alto riesgo.

¿Embarazo de alto riesgo? Genial. Justo con lo que me faltaba ahora. Justo cuando Lindsey viene para llevarse a mi hija y yo tengo que luchar por la custodia y la patria potestal.

Justo cuando todo me está yendo de culo.

-¿Quiere ver a su bebé?

Yo asentí y ella me colocó un gel un poco frío un poco más abajo de mi estómago. Luego con una pequeña máquina empezó a pasarla por donde estaba el gel y miró la pantalla mientras buscaba algo.

-Aquí está.-dijo ella moviendo la pantalla para que yo pudiese verla.-Y parece ser que el niño está en perfecto estado para tener poco más de cinco meses.

Yo sonreí. Era un niño y a pesar de todo lo que estaba ocurriendo fuera, él estaba en perfecto estado.

Mi niño estaba en perfecto estado a mis cinco meses de embarazo.

"Te prometo mi bebé, que para cuando nazcas, tu papá va a estar aquí con nosotros y todos tus hermanos estarán aquí contigo y viéndote crecer." le prometí mientras acariciaba mi vientre.

La doctora Lee sonrió, y luego de quitarme el gel y apagar la máquina me miró.

-La señorita Nestor quiere hablar con usted, ¿la dejo pasar?

Yo asentí e inmediatamente fue hacia la puerta y la abrió, entonces Jamia entró corriendo con sus tres hijos y la doctora salió para darnos privacidad.

-¡Gerard!-exclamó Jamia acercándose a mí.-¿Es cierto lo que dijeron los médicos?

Yo asentí con lágrimas aún en el rostro y acariciándome mi vientre, donde se suponía que estaba mi niño.

-Es cierto.-susurré.-Frankie y yo vamos a tener un niño.

Jamia estaba boquiabierta y yo solo seguí sonriendo.

Todo era perfecto.

Hasta que Cherry soltó un chillido fangirl.

-¡Lo sabía!-exclamó.-¡Bandit y yo lo sabíamos! ¡El mpreg es real y el frerard ha vuelto a triunfar perras!

Jamia estaba confundida con todo. Cherry seguía gritando cosas que no entendía, la pequeña Lily ocultaba la cabeza detrás de su conejo de peluche mientras Miles lloraba diciendo que no quería otro hermano.

Ojalá mi Frank estuviese aquí para ver todo esto...

-------------

Luego de que Jamia y los niños se fuesen, intenté llamar a Lindsey pero solo me saltaba el buzón de voz y estaba ya harto de esa actitud manipuladora suya.

Después de haberme desmayado, supe por Jamia de que se fue a su hotel con Bandit mientras mi princesa lloraba diciendo que no se quería ir con ella y que quería por lo menos esperar a que yo despertase para despedirse de mí y asegurarse de que yo esta bien.

Pero Lindsey era tan sangre fría que no iba a permitir eso.

No.

Esa perra se creía que se iba a salir con la suya esta vez y que se podría llevar a mi hija como si nada. Pero no. No pensaba permitirlo.

Lucharía por tener a mi bebé conmigo y también me aseguraré de que mi niño tenga la vida que se merece porque su padre y yo nos amamos y él es fruto de ese bello amor.

No pienso ser un cobarde de nuevo.

Sentí unos leves pinchazos en mi vientre y suspiré. Supuse que era por lo estresado que estaba y mi bebé me decía que parase y descansase.

Suspiré y llevé mi mano a mi vientre y lo acaricié un poco entonces los pinchazos fueron parando poco a poco.

-Lo siento, mi bebé.-dije mientras seguía acariciando mi vientre.-Pero papá está un poco nervioso por lo de tu hermana mayor y por lo de tu papá Frank. Pero te prometo que ahora descansaré y todo estará mejor.

Me recosté en la camilla y cerré poco a poco los ojos hasta quedarme dormido. La luz del hospital ya no me molestaba tanto y aunque sonase poco creible, por un momento en el día me estaba relajando.

Necesitaba descanzar por la salud de mi bebé. Seguramente Bandit y Lindsey estarían durmiendo así que mi batalla por la custodia podría esperar hasta mañana.

Primero era más importante la salud de mi bebé.