Bandit (Frerard)

Capítulo 21.

Estos últimos días han sido agotadores para mí.

He tenido muchos exámenes inútiles y no me he podido concentrar con todo lo que está pasando ahora mismo en mi casa.

Papá lleva su embarazo mejor, pero con lo de la patria potestal y la custodia se estresa un poco.

No sé qué hacer respecto a ese tema. ¿Tengo que elegir de verdad?  No me pueden hacer elegir entre mi mamá y mi papá. Los quiero a los dos por igual, son mis padres y ojalá no estuviesen haciendo esto y ambls se llevasen bien, pero sé que el rencor que le tiene mi madre a mi padre es muy grande.

Lo bueno es que ambos decidieron dejarme al margen del asunto...

Estaba en el sótano de la casa jugando al Guitar Hero con Cherry mientras Miles y Lily dibujaban.

-¿Deberíamos pensar nombres para el nuevo hermanito?-preguntó Lily y Cherry y yo nos miramos.

-¡Sí!-exclamó Miles y yo reí un poco.

-¿Quién empieza entonces?-preguntó Lily.

Los cuatro nos sentamos de piernas cruzadas en el suelo formando un corro. Cherry se sentaba a mi lado y nuestras manos se rozaban un poco, en el fondo eso me hacía sentir un poco nerviosa pero decidí ignorarlo y concentrarme en la tarea de elegir un nombre para mi hermanito.

-Pancho.-dijo Cherry con total seguridad.

-¿Qué?-pregunté yo intentando no ahogarme de la risa.

-Claro.-dijo Cherry mirándome con una sonrisa como si fuese la cosa más obvia del mundo.-Panchito segundo.

No pude aguantarlo más y empezé a descojonarme y mearme de la risa en el suelo. Cherry sonrió con picardía y empezó a hacerme cosquillas mientras se tiraba encima mía.

-¡Cherry!-exclamé.-¡Para Cherry!

Cherry soltó una ligera risa y a los pocos segundos me soltó.

Sentía mis mejillas coloradas y mi corazón no dejaba de latir rapidamente, aunque inmediato lo relacioné con el hecho de que me agité riéndome y cuando Cherry me hacía cosquillas.

-¡Dominick!-exclamó Miles ignorando todo lo ocurrido.

-Dominick suena bien.-comentó Lily acariciando el pelo de su hermano menor.

-Si no os gusta Panchito segundo, tengo otro nombre mejor.-dijo Cherry.

-¿Cuál?-pregunté.

-Elver Galarga.-respondió con una sonrisa segura.

-¡Cherry!-exclamó Lily enojada.-¡Esto es serio!

-¿Zacarías del campo?-preguntó Cherry con un puchero.

Lily, que estaba ya enojada con su hermana gemela, le tiró su conejo de peluche a la cara y Cherry gritó.

-Dylan me parece bonito.-dije intentando volver al tema de conversación.

-¿Ethan o Nathan?-preguntó Lily pero Miles negó con la cabeza.

-¡Dominick!-volvió a exclamar Miles.

-Aunque seguramente nuestros padres le vayan a llamar Frank, Anthony o Arthur como sus nombres.-suspiró Cherry.

Yo me encogí de hombros.

Escuchamos unos pasos bajando las escaleras hacia el sótano y vimos a mi papá Frank.

-¡Niños!-exclamó el enano mientras abría los brazos.

-¡Papá!-exclamaron las gemelas y Miles mientras se tiraban encima de él y le tumbaban en el suelo.

Los cuatro se reían mientras se abrazaban. Había pasado mucho tiempo desde que ellos miraban a Frankie en casa y pude ver que Cherry tenía lágrimas en los ojos.

¿Por qué me fijo últimamente mucho en mi hermanastra?

-Esperen...-dijo Frankie mientras se sentaba y contaba las cabezas.-Uno, dos, tres... Me falta alguien.-me miró a mí y extendió los brazos.-¡Bandit! ¡Ven acá!

Yo sonreí y me le tiré encima también para abrazarlo. Estaba en el hueco que había entre Cherry y Lily y lo abrazé fuertemente.

-Bienvenido a casa papi Frank.-murmuré con una sonrisa.

Frank sonrió y me acarició levemente la cabeza.

-¡Pero bueno!-se escuchó a mi papá desde arriba.-No molesten a su padre que acaba de salir del hospital.

Frank rió un poco y miró a mi papá bajar las escaleras con cuidado.

-Déjales Gee.-dijo Frank con una sonrisa mientras nosotros seguíamos abrazándole.-No me han visto en casa desde hace mucho.

Mi papá Gee suspiró.

-Bandit levántate.-dijo un poco cansado.-Tu madre ya ha venido a recogerte.

Suspiré.

Los jueces habían dicho que tenía que pasar un día de por medio con mi mamá y otro con mi papá. Mamá había alquilado un apartamento en Nueva York y ella venía a recogerme a Jersey.

Subí las escaleras y allí vi a mi madre ya con mi mochila en la mano.

-¡Bandit!-exclamó mientras se agachaba y me abrazaba.-Te extrañé tanto mi princesa...

-Nos vimos ayer.-murmuré con las pocas fuerzas que tenía.

Mamá me acarició la mejilla y me dio un beso en la frente.

-Diviértete princesa.-dijo papá mientras se agachaba y me besaba la frente.

-Me divierto más estando aquí...-murmuré para mí, aunque creo que mi mamá me escuchó porque puso una de desagrado.

-Ya vendrás mañana y podrás jugar con tus hermanos.

-No son sus hermanos.-dijo mamá cruzándose de brazos.-Si acaso sus hermanastros, igual que el engendro que vas a tener.

-¡Te prohibo hablar así de mi hijo con Frank!-exclamó papá enojándose.

-Papá...-murmuré.

Mi papá me miró y suspiró. Respiró y luego miró a mi mamá.

-La quiero aquí en la mañana.

Mi mamá asintió a regañadientas y me tiró de la mano.

-¡Cuida de Dominick!-exclamé mientras me iba.

-¿Dominick?-preguntó papá divertido.

-¡Es culpa de Miles!-exclamé con una sonrisa y mi mamá cerró la puerta de un portazo.

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Acababa de llegar al apartamento de mi mamá en Nueva York y lo primero que hice fue tirarme en la cama de mi cuarto boca abajo.

-¡Bandit!-exclamó mi mamá acercándose a mi cuarto.-¿Quieres que pidamos pizza para cenar?

Respondí algo parecido a "meh" y mamá suspiró cansada.

-Bandit Lee Way Ballato, estoy hartándome de esa actitud tuya.-dijo mientras se cruzaba de brazos.

-¡Y yo estoy hartándome de que te lleves mal con mi papá y me metas de por medio!-exclamé con lágrimas en los ojos.

-¡Eres una niña y no sabes lo que te conviene!-exclamó furiosa.-¡Lo que te conviene es estar con una figura materna, es decir conmigo! ¡No con dos maricones y el engendro que van a tener como hijo!

Me sequé las lágrimas y me acerqué a mi mamá.

-¿No crees que sería mejor dejar de pensar en ti y pensar un poco en mí y mi felicidad?

Mamá se quedó en shock y lo último que vio fue la puerta cerrándose en su cara.

¿Acaso a alguien le importaba como me sintiera yo?