Los días pasaron y el dominio de la chica sobre el ki aumentó drásticamente. Durante ese periodo de tiempo ambos compartieron cientos de emociones: risas, tristezas, enojos y desesperaciones, eran el pan de cada día. Pero al verla volar con total libertad a tan solo horas de que comenzara el torneo de artes marciales, le hacía saber que todo valió la pena.
Las nuevas experiencia y recuerdos que Gohan había obtenido no se podían comparar con nada, verla desesperarse al no conseguir nada, verla furiosa mientras le reclamaba sobre sus escuetas explicaciones, verla confundida cuando le mencionó que estaba ahí por el torneo de artes marciales, verla preocuparse al no poder controlar el vuelo mientras subía más y más, pero sobretodo verla sonreír al liberarse del suelo.
—Muy bien ya pasaste la prueba, ahora sí, ya no tengo nada que enseñarte —le informó al verla aterrizar junto a él.
—Muchas gracias por todo Gohan. —Sonrió—. Pero te advierto que eso no evitará que luche con todas mis fuerzas en el torneo.
—Serás una oponente muy fuerte —respondió intentando devolverle el gesto, aunque su sonrisa era un poco apagada.
Sin embargo, el chico no era el único que tenía nuevas experiencias, Videl también había aprendido muchas cosas sobre él, aun cuando Gohan seguía ocultándole mucha información respecto a su identidad. Pero tal como le había prometido, ella no preguntaría nada hasta que el reloj marcara la media noche, momento donde el plazo de los nueve días finalizaría, y podría dar comienzo a su interrogatorio.
Aun así, no pudo evitarlo, y por preocupación lanzó una pregunta:
—¿Sucede algo?
El chico suspiró, tenía que hablar con ella de algo importante, y por más que lo había intentado postergar, el momento había llegado.
—Videl supongo que recuerdas la promesa que te hice.
Ella asintió, le parecía increíble que él no fuera capaz de notar lo tanto que le impacientaba y molestaba verlo con aquella aura de misterio envolviendo, dicha aura que ella se moría por quebrantar en miles de pedazos de una vez por todas.
—Necesito que me prometas otra cosa. —Videl le miraba intrigada —. Durante el torneo ocurrirán cosas que parecerán inexplicables, sucesos que creerás que son sacados de un cuento de fantasías, pero por favor, te pido que no intervengas pase lo que pase.
Como esperaba Gohan, el silencio se apoderó de ella, la joven le miraba indecisa y desconcertada por el significado de sus palabras. Videl se había dado cuenta que él era una persona diferente, su habilidad de vuelo, su fuerza, pero principalmente su forma de ser, se lo habían demostrado, sin embargo, esas palabras eran mucho más de lo que ella podía asimilar en tan poco tiempo.
—¿A qué te refieres?
—Por favor, prométemelo.
Inconforme, pero derrotada por su mirada, cedió con facilidad.
—Está bien, lo prometo —musitó.
Suspiró con una pizca de molestia, sabiendo que fue nuevamente vencida por él.
—Por cierto, también cambiaré mi nombre para el torneo —dijo intentando relajar la tensión que se había interpuesto entre ellos, en tanto que se alejaba un poco de ella —. Ahora llámame, ¡el Gran Saiyaman! —gritó haciendo unas poses muy extrañas.
—¿Y por qué diablos tengo que llamarte así? —preguntó incrédula, además de algo avergonzada de haberlo visto hacer aquellos gestos.
—Como ya te he dicho, no puedo revelarte nada hasta media noche —le recordó —. Por el momento será un secreto.
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Dragón Ball: Otra Vida.
Fanfic¿Qué hubiese pasado si Raditz derrotaba a Goku? Después de la llegada de Raditz a la tierra y de su victoria sobre su hermano, este decidiría dejarlo vivir. Sin embargo, opta por llevarse al hijo de su familiar con la intención de convertirlo en un...